En nombre de la Confederación Interamericana de Educación Católica - CIECagradezco a la Universidad de La Salle, a sus maestros y estudiantes, a la licenciatura en educación religiosa en la que me formé y a José María Siciliani, quien fui mi maestro y ahora presenta el texto Educación Religiosa Escolar en colegios católicos de Colombia, como editor académico.

La cátedra de Educación Religiosa Escolar (ERE) no es ajena a los embates y avatares que la Escuela Católica sufre en la actualidad. Durante muchos años y en muchas ocasiones seguramente nos hemos preguntado por el significado de la Educación Católica y su respuesta a los contextos y realidades de nuestros pueblos. La realidad del Continente nos desafía continuamente y, pareciera, que las respuestas que hemos dado nos producen sentimientos encontrados que van desde la insatisfacción hasta la resignación, desde el sentir que no hemos estado a la altura de las demandas de los procesos sociales, políticos, económicos y religiosos hasta el atrincheramiento autista en las instituciones para buscar certezas que nos dan seguridad, pero frenan nuestras búsquedas.

Después de tiempos de suplencia y competencia de la Escuela Católica en el continente, vienen los felices tiempos de una nueva presencia. Se vislumbran tiempos para la creatividad y la esperanza, tiempos en que la fuerza, coherencia y consistencia de nuestra propuesta que, a manera de signo nuevo, aportará aire fresco y sentido a la niñez y juventud. Es el momento para ser significativos en nuevos escenarios, con nuevos desafíos, para las nuevas generaciones.

No soy quién para hacer juicios de valor ni mucho menos para cuestionar nuestra misión y visión de la Escuela Católica. No obstante, conviene siempre, como decía Bertrand Russell,“en todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogación sobre aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras”; entre otras cosas, porque fue siempre muy propio de San Juan Bautista de La Salle y de otros fundadores religiosos, revisar continuamente sus prácticas, reescribirlas, probarlas, rehacerlas y replantearlas.

El texto que se nos van a presentar esta tarde propende a una postura de la ERE que aborde la religión en la escuela como un hecho cultural, por eso desde la CIEC queremos avivar la esperanza e invitarlos, en este lanzamiento que congrega a los interesados por la ERE a continuar las búsquedas y, sobre todo, a arriesgarnos por una reflexión que se siga preguntando cuál es la aportación especifica que puede hacer la educación religiosa escolar a la sociedad y a la escuela.

Educación religiosa escolar en colegios católicos de Colombia _ a by Jordi Pacheco García on Scribd

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