La 'Línea Cope' lo ha vuelto a hacer. Tomar la parte por el todo, esconder el drama, el horror de los abusos en un supuesto ataque basado en "la ideología y los prejuicios". Como si El País fuera el único que denunciara la pederastia clerical. Aquí, y en otros muchos medios (lamentablemente, no en la COPE) llevamos años destapando casos. Algunos, incluso, nos costaron puestos de trabajo, pero esa es otra historia.

Los protagonistas de esta no deberían ser otros que las víctimas de abusos. Sin embargo, la 'Linea Cope' arranca su reflexión señalando el último editorial del diario de PRISA (Iglesia y pederastia, ¿a qué espera España?), del que dice que "está empeñado en una campaña que consiste en decir a los obispos españoles lo que tienen que hacer ante los casos de pederastia". Tal vez lo que habría que hacer es decirles lo que NO tienen que hacer, que asumir que no tienen ni idea de cuántos casos hay en España pero, a la vez, negarse a abrir sus archivos para que alguien investigue.

Critica Cope que El País califique de “insostenible la actitud de la jerarquía española”, por afirmar que los obispos "se resisten a reconocer su responsabilidad directa por los daños causados". Algo que, lamentablemente, es cierto. No habrá reconocimiento general, ni compensaciones a las víctimas, ni se las permite participar en los procesos, ni... 

"Desde el año 2002 la Conferencia Episcopal Española y las Congregaciones religiosas se han empeñado a fondo en cambiar la legislación canónica, en la renovación de los protocolos y entornos seguros para menores, en la constitución de oficinas diocesanas de ayuda a las víctimas, y de investigación de cada caso que sea conocido. Quizás el problema radique en que los intentos de este periódico de crear una situación de pánico social en torno a la Iglesia no terminan de dar el fruto esperado", sostiene 'Línea Cope'. Sólo por recordar, los obispos publicaron a finales de 2015 su protocolo antiabusos, aprobado ¡en 2010!, y sólo después de que RD lo publicara. La memoria es muy frágil para esto, y para otras muchas cosas. También, para seguir matando al mensajero.

Que la Iglesia española está avanzando en el camino contra los abusos es un hecho, como lo es que algunas instituciones lo hacen mejor que otras. Y como lo es que, en comparación con el resto de Europa, Italia y España están a años luz. Y, más allá de los hechos, las actitudes (y en eso, las víctimas son testigos privilegiados) son ley. Y ahí, los obispos españoles tienen demasiado que cambiar. Y llegan tarde. De ellos, todavía podemos esperar algo. Del actual responsable de 'Línea Cope', me temo, nada.