Manual Trinitario ¿Qué sabemos sobre Dios-Trinidad?
La Trinidad como palabra o como dogma en sí no aparece en la Biblia ni en el magisterio universal de la Iglesia cristiana. Pero en el centro de la Biblia y de la misma Iglesia se encuentra el Padre Dios, el Hijo Jesús y el Espíritu santo, en su unión y diferencias. Ellos constituyen lo que, con palabra imperfecta, pero quizá imprescindible, llamamos Trinidad, para confesar por ella que el Dios de los hombres es dinamismo de vida y comunión de amor.
| Xabier Pikaza
No es un dogma independiente, a nadie se le obliga en la iglesia a confesar "yo creo en la Trinidad", pero a todos se le pide que descubran y digan, con amor gozoso: "yo creo y confío en Dios, creo en Jesús y le amo, recibo su Espíritu". De esa forma lo entendemos de ahora en adelante, como expresión y compendio de la vida de Dios y del amor que es comunión abierta a todos los hombres y mujeres en la historia.
Su verdad es ante todo un don, regalo de amor que reciben de manera inmerecida los creyentes; pero ella puede entenderse también como principio de todo saber racional, de todo amor y pensamiento, tesoro que los cristianos ofrecen gozosos a los hombres y mujeres de la tierra, sin imponer ni pedir nada: ¡gratis han recibido, gratis quieren darlo, como portadores del Dios de la Gracia! (cf. Mt 10, 8).
Dicho esto, dejaremos en segundo plano las prevenciones de lenguaje y hablaremos de "creer" en la Trinidad, sabiendo que nos referimos al misterio del amor del Padre, del Hijo-Jesús y del Espíritu-evangélico. Jesús no predicó la Trinidad, pero abrió el camino que conduce al Padre y nos legó su Espíritu. Tampoco argumentaron sobre ella los cristianos más antiguos (ni Pedro, ni Pablo, ni los evangelios, ni siquiera los llamados Padres apostólicos), pero todos hablaron sin cesar del Padre, del Hijo Jesús y del Espíritu.
Sólo a finales del siglo II y a principios del III algunos teólogos audaces empezaron a hablar de una Trinidad o Tríada divina y descubrieron que ese nombre era cómodo para referirse al mismo tiempo al Padre, a Jesús y al Espíritu, de manera que empezaron a emplearlo con cierta generosidad. Pero los grandes credos no lo utilizaron, ni el llamada símbolo apostólico, ni el de Nicea-Constantinopla, que siguen siendo oficiales en la iglesia; todos ellos hablan sólo del Padre-Dios, del Hijo-Jesús y del Espíritu Santo.
Sea como fuere, ese nombre (Trinidad), sin ser en cuanto tal dogma de fe, ha entrado en el lenguaje de la iglesia y así lo emplearemos como signo unitario y "complejo", que nos permite penetrar de alguna forma en el misterio impenetrable de la unidad riquísima de Dios (cosa que otras religiones monoteístas, judaísmo e Islam, no se atreven a hacer). Entendida así, como expresión de la unidad viva de Dios, la Trinidad constituye el corazón y compendio de la experiencia cristiana: es el fundamento (dogma), siendo fuente de toda reflexión y todo amor, un camino abierto hacia el cumplimiento de toda la esperanza.
Es, con la encarnación, inseparable de la Trinidad , el distintivo central del cristianismo y así nos permite pensar, amar, investigar, como irán señalando los textos que presentamos en forma organizada a lo largo de este libro que hemos llamado Enchiridion (=Manual) de la Trinidad, un compendio y explicación de textos trinitarios, que puede servir para estudiantes y teólogos, para aficionados a la religión y para hombres religiosos, para todos los que quieran tener un acceso de conjunto a los documentos básicos de la vida y experiencia en la que viene a expresarse el Dios de los cristianos.
(1) He destacado la aportación del Magisterio, tanto desde la perspectiva cristiana antigua (aceptada por todas las iglesias) como en línea católica moderna (encíclicas papales, documentos del Vaticano).
(2) He puesto de relieve la comunión ecuménica trinitaria, introduciendo algunos textos básicos de la tradición ortodoxa y protestante.
(3) He acentuado la aportación de los teólogos, tanto en línea de diálogo de religiones como de reflexión sobre el misterio, ofreciendo no sólo un florilegio de textos oficiales, sino también de tendencias teológicas, en diálogo con la cultura y religiones de la modernidad.
(4) He insistido en las formulaciones hispanas, no porque ellas sean mejores que las otras (germanas, anglosajonas...), sino porque están más cerca de gran parte de nuestros lectores[1].
De esa forma he querido ofrecer un manual de testimonios trinitarios, una antología pensada para la oración y el gozo (gran parte de los textos que presento forman parte del tesoro poético y orante del cristianismo), pero también para la reflexión y el compromiso cristiano. He pretendido que los diversos pasajes hablen por sí mismos, limitándome a introducirlos y situarlos en su contexto (con una bibliografía muy sencilla) para que el lector menos experto pueda comprenderlos mejor, organizándolos de un modo pedagógico y lógico, aunque es evidente que podría haber otros modelos y esquemas para hacerlo. Una vez que se adentre en el libro, el mismo lector sabrá hacer sus clasificaciones y quedarse con aquellos textos que le hablen de un modo más intenso.
Pero, a fin de que pueda ser comunión, la Trinidad ha de ser dinamismo, esto es, despliegue poderoso de la Vida que se expande en forma de regalo, de manera que cada persona sólo posee como propio aquello que regala, dándose a sí misma. Sin ese dinamismo donde el mismo ser es darse y hacerse, en apertura al mundo y a la vida de los hombres, todo pierde su sentido para los creyentes.
Entendida así, como dinamismo y comunión, como entrega y encuentro, origen, camino y meta de todo lo que existe, la Trinidad expresa el carácter original del evangelio, el monoteísmo cristiano, entendido como despliegue y encuentro de amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, como han contemplado y lo han dicho, ente muchos otros, Agustín y Ricardo, Buenaventura y Juan de la Cruz cuando evocan el misterio de Dios, hablando del amante, el amado y el amor[3].
Nunca lograremos penetrar del todo en la hondura del misterio, como sabía Gregorio de Nacianzo, a quien los cristianos orientales llaman el Teólogo, pues «todo lo que hasta el momento llega hasta nosotros no es más que una breve 'emanación' y como una irradiación pequeña de la Luz inmensa»[4]. Suele recordarse también la bella leyenda del niño que, ante los ojos admirados de Agustín de Hipona, quería meter todo el agua del mar en hoyo cavado en la arena. Agustín quiso decirle que era imposible. El niño respondió: «Más imposible es que tú puedas meter en tu cabeza las profundidades del agua trinitaria»[5]. San Agustín no pretendía comprender la Trinidad partiendo sólo de su razonamiento, pues la especulación, por muy profunda que sea, no logra resolver el misterio trinitario. Antes que la especulación está la fe y la vida emocionada, la oración y la práctica de la caridad, que nos permite beber de la Fuente de Dios, introduciendo su agua en nuestra vida.De ello tratan las cuatro partes de este libro.
(1) Comenzamos con la confesión: ¡Creo en Dios!. Ella se sitúa en el comienzo de la fe de la iglesia, partiendo de los Padres más antiguos y pasando por las imágenes y poemas trinitarios, hasta llegar a las grandes confesiones o símbolos de fe, todos centrados en la Trinidad.
(2) Pasamos después a la reflexión básica, que se expresa a lo largo de la Edad Media en Oriente y occidente y que desemboca en los testimonios de las grandes iglesias cristianas de la Edad Moderna y en el Magisterio oficial del Vaticano.
(3) Destacamos luego el amor trinitario, en línea de comunión eclesial y alabanza, de moral cristiana y de experiencia mística, evocando los textos más gozosos de la tradición cristiana.
(4) Concluimos nuestro manual con unos textos básicos de investigación trinitaria, que son ya más propios para especialistas, en el estudio de las tradiciones religiosas y de la reflexión cristiana.
Al retomar con agradecimiento los textos de M.-A. Vannier, hemos querido evocar la gran riqueza trinitaria de los cristianos de tradición oriental (cristianos ortodoxos), que nos han acusado a los occidentales de racionalistas, más ocupados del Dios del pensamiento discursivo que del Padre de Jesús y de su Espíritu.
Este es un libro para buscar y aprender, pero sobre todo para consultar y disfrutar. No es para leerlo de corrida, pues no tiene un argumento seguido. Pero estoy seguro de que muchos lectores podrán disfrutar con sus páginas. Es un libro "católico", que recoge agradecido el fecundo magisterio de la iglesia de occidente. Pero, quiere ser, al mismo tiempo, un texto cristiano, abierto a todas las confesiones.
Este es un libro de consulta y estudio, que no quiere resolver los problemas, ni agotar las cuestiones, sino abrirlas y ofrecerlas de forma comprensible. Por eso incluye una brevísima nota bio-bibliográfica de cada autor (de cada tema), para situarlo dentro del contexto de la teología o de la iglesia. Al final hemos querido añadir una bibliografía general, dividida en cuatro apartados:
(1) El Dios de las religiones y la filosofía. Sirve no sólo de encuadre general, sino también de contexto próximo, pues, como podrá ver el lector, sobre todo los capítulos finales de este libro, el tema trinitario se está situando de lleno dentro del espacio del diálogo cultural y religioso de la modernidad.
(2) Dios bíblico, Dios cristiano. Los cristianos creemos que el Dios trinitario ha de entenderse y vivirse como despliegue mesiánico del Dios de Israel (y del mismo Dios del Islam). En esa línea se orientan gran parte de los libros y trabajos citados en la segunda parte de la bibliografía.
(3) Dios trinitario, Padre de Jesús. Entramos de esta manera en el campo específico en el que se despliega el Dios cristiano, entendiendo la Trinidad como expresión y sentido del Dios a quien veneramos como Padre de Jesús y, en Jesús, de todos los hombres.
(4) Dios Espíritu santo (y cristología). Termina la bibliografía y el libro con un apartado sobre el Espíritu Santo, entendido como Espíritu mesiánica, don del Padre por Cristo (o don del mismo Cristo, desde el Padre). Por eso hemos vinculado algunos textos de cristología con los de pneumatología.
Evidentemente, la bibliografía no puede ni quiere ser completa, sino sólo orientadora. Está pensada para que los mismos lectores (estudiantes y profesores, creyentes e interesados por el tema religioso) puedan seguir elaborando los temas. Por eso, desde las nuevas circunstancias culturales, he citado en lo posible, los soportes virtuales (on line) donde pueden encontrarse una parte considerable de los textos que siguen. Suponen algunos que el libro tenderá a desaparecer muy pronto. En contra de eso pienso que los textos impresos y online pueden y deben complementarse, cumpliendo cada uno su función. Así he querido presentarlos en forma de libro, como un manual o Enquiridion, que no dice ni resuelve todo, pero que ofrece gran cantidad de materiales y orienta a los lectores que quieran recibirlos, trabajarlos, entenderlos.
INDICE
- CREO EN DIOS
TESTIMONIOS, IMÁGENES, POEMAS, CONFESIONES
- SIGLOS I-II. PRIMEROS TESTIMONIOS
[1] un contrapunto: los gnósticos
[2] Los Apologetas (siglo II)
[3] Ireneo de Lyon (siglo II)
[3.1] El conocimiento de la Trinidad
[3.2] Hijo y Espíritu: las dos manos de Dios
[3.3] Importancia de la profesión de fe trinitaria. La mente de Dios
[3.4] Creación y Trinidad
[3.5] Cada hipóstasis o persona tiene una función
[4] Tertuliano (160?-225)
[4.1] Creación del mundo y generación del Verbo
[4.2] Monoteísmo trinitario. Terminología teológica
[4.3] Raíz y tronco, fuente y río, sol y el rayo de luz
[5] Orígenes (185-254)
- IMÁGENES Y ANALOGÍAS: EL LENGUAJE TRINITARIO
[6] Atanasio y Cirilo
[6.1] Atanasio de Alejandría (295-373). Fuente y río
[6.2] Cirilo de Alejandría (370?-441). Raíz, hijo, aliento
[7] Efrén de Nísibe (306?-373). Sol, rayo, calor
[8] Simeón el Nuevo Teólogo (949-1022). Sol y fuente
[9] Hildegarda de Bingen (1098-1179)
[9.1] La luz, el zafiro y el fuego
[9.2] Una columna.
[10] Juan de la Cruz (1542-1591). La fuente que mana y corre
[11] Agustín de Hipona (354-430)
[11.1] Teofanía de Mambré. Tres hombres, un Dios (Gen 18).
[11.2] Memoria, entendimiento, voluntad.
[12] Eckhart y el Cusano. Imágenes de Dios. Una puerta mística
[12.1] Maestro Eckhart (1260-1328). Río y anillo.
[12.2] Nicolás de Cusa (1401- 1464). Anillo divino, comunión de amor.
- POEMAS TRINITARIOS: EN EL PRINCIPIO FUE EL CANTO
[13] Mario Victorino (siglo IV)
[13.1] Canto trinitario
[13.2] Gloria a la Trinidad
[14] Narsai (?-502). El hombre, imagen de la Trinidad
[15] Gregorio de Narek (944-1010). Trinidad, fuente de salvación
[16] Simeón el Nuevo Teólogo (949-1022). Trinidad creadora
[17] Adam de San Víctor (?-1177/1192). Canto trinitario
[18] John Peckham (1125-1192). La alegría de la Trinidad
[19] Juan de la Cruz (1542-1591). Romance de la Trinidad
- CONFESIONES TRINITARIAS: LOS SÍMBOLOS DE LA FE
[20] símbolo de los apóstoles
[21] Dionisio, papa (259-267). Sobre la Trinidad y la Encarnación
[22] El dogma de Nicea (325)
[23] Símbolo de Epifanio (ca. 374)
[24] símbolo niceno-constantinopolitano (381)
[25] Símbolos vinculados al papa dámaso (366-384).
[25.1] Confesión de fe de Dámaso (Tomus Damasi, año 382)
[25.2] Credo atribuido al Papa Dámaso (Fides Damasi, ca. 500).
[26] Concilio de Toledo I (400)
[27] Quicumque. Credo pseudo-atanasiano (siglo V)
[28] Orar a la Trinidad.
[26.1] Clemens Trinitas. (ca. 500).
[26.2] Constantinopla II (553). Trinidad consustancial
[29] Sínodo (Concilio) de Letrán (649)
[30] Concilio de Toledo XI (675-676). Teología trinitaria
[31] Concilio de Nicea II (787). ¿Imágenes de la Trinidad?
[32] Concilio de Letrán IV (1215)
[32.1] Fórmula trinitaria
[32.2] Del error del abad Joaquín de Fiore
[33] Concilio de Lyon II (1274)
[33.1] Sobre la procesión del Espíritu Santo
[33.2] Profesión de fe de Miguel Paleólogo
[34] Concilio de Florencia (1439 y 1441)
[34.1] Decreto para los griegos
[34.2] Decreto para los jacobitas
- PIENSO EN DIOS
TEOLOGÍAS TRINITARIAS Y MAGISTERIO CRISTIANO
- IGLESIA DE ORIENTE. UNA LUZ TRINITARIA
[35] Atanasio de Alejandría (295-377). Unidad de la Trinidad
[36] Basilio de Cesarea (330-379?)
[36.1] Doxología y comunión trinitaria
[36.2] El espíritu en nosotros y en la Trinidad
[37] Gregorio de Nacianzo (330-390)
[37.1] La Trinidad se encuentra más allá de toda imagen
[37.2] Tres luces que son una Luz
[37.3] Experiencias y poemas trinitarios
[38] Dionisio Areopagita (siglo V)
[38.1] Trinidad, el Bien. Deidad supra-esencial.
[38.2] Teología mística. La divina tiniebla
[39] Juan Damasceno (650?-750)
[39.1] Las tres hipóstasis constituyen un solo Dios
[39.2] Las propiedades personales
[40] Simeón el Nuevo Teólogo (949-1022)
[40.1] Visión y diálogo con la Trinidad
[40.2] El Hijo manifiesta la Trinidad
[40.3] Esencia común y distinción en la Trinidad
[40.4] Unión por naturaleza y unión por gracia
[40.5] Himno a la Trinidad
[41] Gregorio Pálamas (1296-1359)
[41.1] Una misma energía en la Trinidad
[41.2] Hipóstasis (personas) y energías divinas
- IGLESIA DE OCCIDENTE: UN ESFUERZO RACIONAL
[42] Agustín de Hipona (354-430).
[42.1] ¿Qué son estos tres?
[42.2] La Trinidad en la obra de la creación
[42.3] Oración, diálogo con la Trinidad
[43] Boecio (480?-524?)
[43.1] El monoteísmo trinitario
[43.2] ¿Cómo se entienden las personas?
[44] los maestros del siglo xii
[44.1] Anselmo de Canterbury (1033-1109).Un especulativo.
[44.2] Abelardo (1079-1142). Un buscador de razones.
[44.3] Guillermo de Saint-Thierry (1085-1148). Un espiritual
[44.4] Anselmo de Havelberg (?–1158). Un teórico
[45] Ricardo de San Víctor (?-1173)
[45.1] Un esfuerzo para la comprensión del misterio trinitario
[45.2] La plenitud de la caridad implica Trinidad
[45.3] De la necesidad de un tercero
[45.4] Las propiedades de las personas divinas
[46] Buenaventura (1217?-1274). Itinerario de la mente hacia Dios
[47] Tomás de Aquino (1224/5-1274)
[47.1] Elaboración de la noción de persona
[47.2] En Dios no existen más que tres personas
[47.3] La dimensión trinitaria de la creación
- CRISTIANDAD MODERNA. UNA TRINIDAD, VARIAS IGLESIAS
[48] Martín Lutero (1483-1546).Catecismo Menor
[49] Juan Calvino (1509-1564). El Símbolo de la Fe
[50] Iglesia luterana (1530). Confesión de Augsburgo
[51] Confesión Helvética (1566). Iglesia reformada
[52] Iglesia Anglicana (1571). Artículos de la religión.
[53] Iglesia Evangélica Luterana en América, IELA (1991). Confesiones de fe
[54] De Trento al Vaticano I
[54.1] Concilio de Trento. Decreto sobre el símbolo de la fe (12.2.1546)
[54.2] Concilio Vaticano I. Dios de la fe y de la razón (24.4.1870)
[55] Benedicto XIV: Sollicitudini Nostrae (1745). Mujer y Espíritu Santo
[56] León XIII: Divinum illud munus (1897). Pneumatología pontificia
[57] Pío XII: "Mystici Corporis "(1943). Espíritu Santo, alma del Cuerpo de Cristo
[58] Piedad popular ortodoxa. El Peregrino ruso (ca. 1865)
- VATICANO II Y NUEVO MAGISTERIO CATÓLICO
[59] Vaticano II (1962-1965):
[59.1] Dei Verbum, revelación trinitaria
[59.2] Lumen Gentium, Iglesia de la Trinidad
[59.3] Paschale mysterium (Sacrosanctum Concilum), liturgia trinitaria
[59.4] Gaudium et Spes. Trinidad, respuesta al ateísmo
[59.5] Unitatis Redintegratio, retorno a la unión trinitaria
[59.6] Ad Gentes: Dios trinitario, Dios universal
[69.7] Dignitatis humanae personae. Dios, principio de libertad
[60] Catecismo de la iglesia católica (1992). Compendio de doctrina trinitaria
[60.1] En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
[60.2] La revelación de Dios como Trinidad
[60.3] La Santísima Trinidad en la doctrina de la fe
[60.4] Las obras divinas y las misiones trinitarias.
[61] Pablo VI. Credo del Pueblo de Dios (1968)
[62] Juan Pablo II (1920–)
[62.1] Dives en Misericordia (Rico en misericordia, 1980)
[62.2] Redemptor Hominis (Redentor del hombre, 1979)
[62.3] Dominum et Vivificantem (Señor y Vivificador, 1986)
[62.4] Redemptoris Missio. Una misión redentora (1991).
[62.5] Orientale lumen (Luz trinitaria de Oriente, 1995)
[62.6] Tertio Millenio Adveniente (Trinidad y nuevo milenio, 1994)
[63] Congregación para la Doctrina de la fe
[63.1] Mysterium Filii Dei (¿Errores trinitarios? 1972)
[63.2] Orationis formas (Meditación orante y Trinidad, 1989)
[63.3] Condena de A. de Mello (1998)
[63.4] Dominus Iesus (El Dios de Jesús y el Dios de las religiones, 2000)
[64] Consejo Pontificio para la Cultura y el Dialogo interreligioso (2003)
Trinidad y “Nueva Era”
[65] Comisión teológica Internacional
[65.1] Teología-Cristología-Antropología (1981)
[65.2] El cristianismo y las religiones (1996)
[65.2.1] Estado de la cuestión
[65.2.2] La afirmación cristiana
- AMO A DIOS
COMUNIÓN Y ORACIÓN, MORAL Y MÍSTICA
- IGLESIA DE LA TRINIDAD, COMUNIÓN EN LA HISTORIA
[66] Pablo VI. Ecclesiam Suam (1964). Unión trinitaria y Diálogo humano
[67] N. Silanes. "La Iglesia de la Trinidad". Iglesia y Trinidad en el Vaticano II
[68] Agustín de Hipona (354-430)
[68.1] Presencia de la Trinidad en los discípulos de Jesús
[68.2] Comunión eclesial, comunión trinitaria
[68.3] Manifestación de la Trinidad en el Bautismo
[68.4] Vivir la caridad, ver la Trinidad
[69] Dumitru Staniloae (1903–). Transparencia del Espíritu en la Iglesia
[70] Olivier Clément (1921–). Eclesiología de comunión
[71] Comisión mixta católico-ortodoxa (1982). Iglesia y Koinonía trinitaria.
[72] Conferencia Episcopal Alemana (1985). Iglesia, templo de la Trinidad.
[73] Pablo VI. "Evangelii Nuntiandi" (1975). Iglesia y Trinidad Liberadora.
- ORACIÓN, ALABANZA DE LA TRINIDAD
[74]Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Directorio sobre la piedad popular y la liturgia (2002).
[75] Señal de la Cruz, Invocaciones, Bendiciones y Doxologías trinitarias
[76] La Gran Oración eucarística. Celebración Trinitaria
[76.1] Canon Romano núm. 2
[76.2] Anáfora de san Basilio. Recensión Bizantina
[76.3] Prayer Book de la iglesia anglicana.
[77] Te Deum. un Credo hecho alabanza
[78] Fiestas de la Santísima Trinidad y del Espíritu Santo
[78.1] Prefacio de la Misa de la Trinidad
[78.2] Himnos de Primeras Vísperas y Laudes de la Trinidad
[78.3] Himno al Espíritu Santo: Veni Creator Spiritus
[78.4] Secuencia del Espíritu Santo: Veni Sancte Spiritus
[79] Teilhard de Chardin (1881-1955). Misa sobre el mundo.
[80] Juan Pablo ii. Oración a la Trinidad para el jubileo del año 2000
[81] Trisagio a la Santísima Trinidad
[81.1] Forma simple
[81.2] Una forma elaborada, con participación de los coros angélicos.
[82] Credos populares
[82.1] Credo de la misa nicaragüense
[82.2] Credo de «fe y justicia». Patxi Loidi (1929–).
- PLENITUD. VIDA Y MORAL TRINITARIA
[83] Catequesis de Juan Pablo II. Vida trinitaria, presencia del Espíritu
[83.1] La vida en el Espíritu (21. 10. 1998)
[83.2] El Espíritu Santo, fuente de comunión (29. 7. 1998)
[84] CELAM, Conferencia episcopal Latinoamericana
[84.1] Documento de Puebla (1979)
[84.2] Documento de Santo Domingo (1992)
[85] Conferencia Episcopal Alemana (1985). Trinidad y vida cristiana
[86] Conferencia Episcopal Española. Dios es amor
[87] Obispos de Navarra y País Vasco (1986). Creer en el Dios de Jesucristo.
[88] W. Kasper (1933–). Comunión divina, gloria del hombre
[89] Teología de la liberación. propuestas y reacciones
[89.1] G. Gutiérrez (1928–). Dios y los pobres
[89.2] J. Sobrino (1938–). Dios: principio misericordia
[89.3] Josep Vives (1930-). Vida trinitaria y comunión universal
[89.4] Paul F. Knitter. Opción por los pobres y diálogo de religiones
[89.5] Congregación Doctrina de la fe I. «Libertatis Nuntius» (6.8.1984)
89.6] Congregación Doctrina de la fe II: «Libertatis Conscientia» (22-3-1986)
MÍSTICA, CONTEMPLACIÓN TRINITARIA
[90] Juan Escoto Erígena (810-877?). La sustancia divina es invisible
[91] Ruperto de Deutz (1075-1129/1130). Revelación trinitaria
[92] Isabel de Schönau (1129-1164). Cruz trinitaria
[93] Gertrudis de Helfta (1256-1302). Trinidad y Corazón de Dios
[94] Maestro Eckhart (1260-1328). El nacimiento del Verbo en el alma
[95] J. Taulero (1300-1661). La Trinidad en el fondo del alma
[96] Jan van Ruysbroeck (1293-1381). El gozo de Dios
[97] Catalina de Siena (1347-1380). ¡Oh abismo, oh mar profundo!
[98] Ignacio de Loyola (1491-1556). Visión y comprensión de la Trinidad.
[99] Teresa de Jesús (1115-1582). Moradas trinitarias
[100] Juan de la Cruz (1542-1591). El hombre es Trinidad
[101] Teresa de Lisieux (1873-1897). Seré amor, seré Espíritu Santo
[102] Isabel de Trinidad (1880-1906). Dios mío, Trinidad a quien adoro
(quizá: 102.1. Isabel de la Trinidad
102.2. Juan Bautista de la Concepción)
- BUSCO A DIOS
DEL SIGLO XX AL XXI. UNA VÍA TRINITARIA
- ORIGEN Y SENTIDO DEL ESPÍRITU. "FILIOQUE" Y MATERNIDAD
[103] Un punto de partida: El Filioque. Macario Boulgakov (1816-1882).
[104] Á. Amor Ruibal (1869-1930). Griego y latinos. El origen del Espíritu Santo
[105] Xavier Zubiri (1898 - 1983). Trinidad, un programa de pensamiento
[106] Yves Congar (1904-1995). Un puente entre oriente y occidente
[106.1] Evolución y sentido de la noción de persona
[106.2] Dos aproximaciones al misterio, Oriente y Occidente.
[107] Hermenéutica feminista I. La Trinidad y lo femenino. X. Pikaza (1941-)
[108] Hermenéutica Feminista II. El Espíritu Santo y la Madre del Hijo de Dios
[108.1] El sello del Espíritu en la vida del cristiano. Dídimo el Ciego (310-393)
[108.2] María, templo de la Trinidad. Juan Damasceno (650-750)
[108.3] Trinidad y María. J. M. Alonso († 1981), un clásico del siglo XX
[108.4] Tras el Vaticano II. Visión panorámica. A. Amato (1938-).
[108.4.1] María, Socia de Cristo Redentor, su Hijo
[108.4.2] María y la paternidad/maternidad de Dios.
[108.4.3] María y el Espíritu Santo
- UN CAMPO DE DIÁLOGO. TRINIDAD Y ENCUENTRO DE RELIGIONES
[109] Trinidad y Budismo. H. de Lubac (1896-1991), la diferencia cristiana
[110] Trinidad ¿Dios Personal? R. Panikkar (1918–), diálogo intra-religioso
[110.1] Lo personal y lo suprapersonal. Más allá del puro monoteísmo
[110.2] Amor Advaita (no-dualidad) y Trinidad cristiana
[111] Trinidad y diálogo de religiones. El caso Dupuis
[111.1] J. Dupuis (1923–). Trinidad cristiana y pluralismo religioso
[111.2] Congregación para la doctrina de la fe: Notificación a J. Dupuis (2001)
[112] Encuentro religioso y futuro del cristianismo. J. Martín Velasco (1934–)
[112.1] El encuentro de Dios con el hombre en Jesucristo
[112.2] Metamorfosis de lo sagrado y futuro del cristianismo
[113] Dios universal y riesgo de enfrentamiento. O. González de C. (1934–)
[113.1]Dios universal, Dios trinitario
[113.2] Guerra de religiones, Dios de la paz
[114] Inreligionar. un dios, varias religiones. A. Torres Queiruga (1936–)
[115] Las religiones expresan el rostro de Dios. Carlos Díaz (1943–)
[116] La Trinidad ¿criterio de encuentro religioso? X. Meloni (1962–)
- TRINIDAD, SABIDURÍA DE DIOS. LOS GRANDES TEÓLOGOS
[117] S. Boulgakov (1871-1944). Espíritu divino y despliegue trinitario
[118] Pavel Eudokimov (1901-1970). Belleza de Dios, el Icono trinitario
[119] Karl Barth (1886-1968). Tres modos de ser, tres veces Dios al revelarse.
[120] Wolfhart Pannenberg (1928–). Amor en la historia, Trinidad eterna
[121] K. Rahner (1904-1984). Auto-comunicación, en verdad y amor
[122] H. Urs von Balthasar (1905-1988). Dios que se entrega, la gloria de Dios
- VIA TRINITATIS. UN CAMINO DE HISTORIA Y COMUNIÓN
[123] Cruz trinitaria y comunión humana. J. Moltmann (1926–)
[124] Trinidad, divina filosofía. J. Ratzinger (1927-)
[125] Historia e historia: la Muerte de Cristo. B. Forte (1949–).
[126] Trinidad, Evangelio de Dios. J. M. Rovira Belloso (1926–)
[127] Trinidad de personas, autopresencia en relación. B. Andrade (1934–)
[128] Trinidad, la mejor comunidad. Leonardo Boff (1939–)
[128.1] Un esquema trinitario
[128.2] Interpretación y respuesta de J. Card. Ratzinger
[129] Identidad del Espíritu, realidad del amor. X. Pikaza (1941–)
[129.1] Identidad del Espíritu Santo, tercera persona, comunión divina
[129.2] Amor de hombre, Dios enamorado
[130] Trinidad, Dios es amor. L. F. Ladaria (1944)
(131. S. del Cura...??)
[131] Trinidad como Liberación y Reino de Dios. Antonio González(1961–)
[131.1] Trinidad y liberación. La persona del Espíritu Santo
[131.2] Trinidad, reino de Dios