MUJER SABIDURÍA, MAESTRA DE VARONES (Prb 8). Riesgo de un banquete de varones

     El libro de los Proverbios es una colección de más de 800 refranes o dichos, mishlê) recogidos y publicados bajo el nombre de Salomón, prototipo de la Sabiduría activa de Israel. Es un texto de arqueología literaria y religiosa y, al mismo tiempo, de protesta frente al riesgo político, cultural y religioso representado por el nuevo paradigma de vida helenista que se extiende por oriente. Sus recopiladores quieren conservar la tradición antigua, y para ello deben recrearla, ante la amenaza del helenismo, antes de que sea tarde 1]

Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento – Proverbios
           Desde un punto de vista cultural es muy significativo el poema acróstico a la mujer sabia/hacendosa del final del libro (Prov 31, 10-33), que los judíos “tradicionales”  colocan a la entrada de sus casas, como canto a la mujer que ama y sabe, organizando la vida del marido, que educa a los hijos y dirige la vida de la casa.

            La sabiduría  de Israel deriva, según, del verbo creador de la mujer, de manera que el buen judío ha podido definirse como “hijo de judía”. A pesar de ello, dentro del contexto más teológico de este libro he optado por comentar Prov 8,  donde la mujer aparece como revelación del Verbo  de Dios, portadora de su palabra en la historia de la humanidad. 

Dios habla como mujer (Prob 8, 4-36)[2]

             El autor de este pasaje acepta la presencia y acción de Dios en la historia del pueblo judío, pero, al mismo tiempo, pone de relieve la enseñanza de la Sabiduría universal,  en un mundo en el que se enfrentan y fecundan varios modelos de vida (como destacaré al tratar de Daniel y de la Hija-Sión). Éstos son sus dos rasgos fundantes:

Jesucristo Cambio Mi Vida: Mujer Virtuosa quien la hallara?? PROVERBIOS ...

 - Dios es principio, sentido y fin de todo lo que existe, como aquel en quien  nos movemos, existimos y somos  Pablo (Hch 17, 28).

- Dios se expresa como Sabiduría amorosa, fuente de todo conocimiento, identidad divina de la vida humana, en el orden afectivo, económico y social del pueblo de Israel y del conjunto de la humanidad.

            Punto de partida. Sabiduría femenina. Esa Sabiduría no es un Dios distinto, un persona en sí, sino hondura amorosa y femenina de Dios, signo y garantía central de su presencia. Cierta tradición teológica ha reelaborado ese motivo, aplicándolo no sólo a Jesús, Hijo de Dios, ser divino y principio de lo humano, sino también al Espíritu Santo, a la Madre de Jesús, Virgen María, y especialmente a la Iglesia, como revelación de Dios. Según Proverbios esta dama/Sabiduría se dirige a los hombres, les educa y les ama para así protegerles.

 El autor del libro es un “sabio” al estilo antiguo, un autor que recoge tradiciones venerables de sabiduría y religión, encarnadas en la figura de Salomón. Pero, al mismo tiempo, está llamado a responder a los retos socio-culturales y religiosos de la cultura helenista que se expande como amenaza contra la identidad social y religiosa no sólo de los israelitas, sino de un tipo de orden mundial que anteriormente había existido:

  •  A vosotros, hombres llamo; a los hijos de Adam me dirijo:
  • aprended sagacidad los inexpertos, aprended cordura los necios...
  • Recibid mi instrucción y no plata, una ciencia mejor que el oro puro,
  • pues la Sabiduría (=hokmah) vale más que las perlas (Prov 8, 4-11)

             Ante la imposición del entorno social y religioso que amenaza con destruir la vida israelita, entre el siglo IV y II a.C., este pasaje ofrece una elevada revelación de Dios como fuente de vida y sentido de la existencia de los hombres. Más que una búsqueda humana, este pasaje y el conjunto de Proverbios expone y despliega de un modo solemne la llamada de la Sabiduría que invita a los habitantes de la ciudad (Jerusalén) y del mundo para que vengan, escuchen y acojan el don de Dios:

  •  Yo, Sabiduría (hokma), habito con la comprensión profunda (=´ormah)
  • y busco la compañía del conocimiento (=da´at) ...
  • Detesto el orgullo y la soberbia, el mal camino y la boca falsa.
  • Tengo buen consejo y acierto, son mías la prudencia y el valor.
  • Por mí reinan los reyes y los príncipes publican leyes justas...
  • Yo amo a los que me aman, y los que madrugan por mí me encuentran.
  •   (Prov 8, 12-21).

La Sabiduría se expresa como buen gobierno de la sociedad (por mí los reyes reinan) y de la casa, en forma de mujer, educadora justa, al servicio de la vida y la abundancia de varones y mujeres (especialmente de varones), de todos los pueblos, especialmente de los israelita… De un modo significativo, el texto no dice “por mí celebran sacrificios los sacerdotes”, sino “por reinan los reyes” (בִּ֭י מְלָכִ֣ים יִמְלֹ֑כוּ) y los príncipes dan leyes justas ( וּ֝נְדִיבִ֗ים כָּל־ שֹׁ֥פְטֵי צֶֽדֶק). 

            La construcción social y familiar de la humanidad viene de Dios a través de la mujer sabia, educadora, trabajadora, portadora de vida y bajo su autoridad educadora han de colocarse reyes y nobles (especialmente los jueces).  El Dios de Israel preside y fundamenta la vida social y familiar, pero lo hace a través del rostro y verbo femenino de la  humanidad, no como victoria militar, imposición económica y conquista de unos pueblos sobre otros, sino como unión sabia (=justa) de varones y mujeres, desde una perspectiva femenina (Prob 31).

La Sabiduría de la vida (inteligencia, conocimiento, consejo) ha sido proclamada y se mantiene a través de una educación y gobierno de mujer. Sólo en esta línea se expresa y crece la auténtica riqueza y la justicia entre varones y mujeres, no para un mundo futuro, tras la muerte, sino en esta misma vida en la tierra.  Sobre un mundo destrozado por la lucha y falta de amor viene a expresarse una promesa y camino de vida más alta, a través de la figura y proyecto del Dios femenino del conocimiento, riqueza y justicia.  

  •  Yahvé me estableció al principio de sus tareas,
  • al comienzo de sus obras antiquísimas.
  • En un tiempo remotísimo fui formada, antes de que existiera  la tierra.
  • Antes que los océanos fui engendrada, antes que los manantiales de aguas.
  • No estaban encajados los montes, antes de las montañas, fui engendrada…
  •  Cuando colocaba el cielo, allí estaba yo;
  • cuando trazaba la bóveda sobre la faz del océano….
  • Cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él,
  • como aprendiz, yo era su encanto cotidiano,
  • todo el tiempo jugaba en su presencia con la bola de la tierra,
  • disfrutaba con los hijos de Adam (8, 22-31).

 - Yahvé me estableció ( קָ֭נָנִי=qanani). Dios mismo ha "engendrado", en claro simbolismo femenino, a la mujer-sabiduría, para que ella a su vez engendre el mundo entero. Todo lo que existe sobre el mundo deriva según eso de ella. Por ella han surgido océanos y montes, abismos de tierra y poderes de la bóveda celeste...  

- Jugaba en su presencia ( מְשַׂחֶ֖קֶת=mesaheqet). La misma Sabiduría establecida y engendrada en el principio (como expresión fundante del conocimiento/amor de Dios), viene a presentarse aquí como Hijo querido, aprendiz ( אָ֫מ֥וֹן=´amôn: 8,30) que realiza a su lado su obra, siendo encanto (sa´su´im) constante de una vida que no es guerra (en contra del dicho de Heráclito: Padre y rey de todas las cosas es la guerra), sino juego amoroso y palabra de vida y amor de la mujer con sus hijos[3].

              Entendido así, Prov 2, 22-31 nos sitúa ante el Dios que es origen sin origen, presencia creadora expresada en forma de Sabiduría-Mujer, formando parte de Dios y siendo, al mismo tiempo, principio y consistencia del cosmos:

  •  Por tanto, hijos míos, escuchadme: Dichosos los que siguen mis caminos:
  • escuchad mi aviso y seréis sabios, no lo rechacéis;
  • dichoso el hombre que me atienda, velando ante mi casa cada día…
  •  Quien me escuche alcanzará mi vida, y gozará el favor de Yahvé…
  •   quienes me odian aman la muerte (cf. Prov 8, 32-326).

Contrapunto. En un mundo de poderosos varones (Prov 25, 6-8).

             De un modo directo, sin discusión alguna, junto al canto de amor a la Sabiduría femenina (amorosa) del mundo, Proverbios cita y asume una conducta político/social impositiva,  que se fue imponiendo en todo el oriente, y en concreto en Israel, a partir del siglo V-IV a.C., fundándose en modelos persas y orientales, ratificando el poder de los varones, como si no importaran las mujeres:

  •  No te vanaglories ante del rey, ni te entrometas entre los grandes;
  •  porque mejor es que te digan  "sube acá", que ser humillado ante el noble.
  • No entres apresuradamente en pleito (por el puesto que has de ocupar).
  •  ¿Qué harás al final, cuando tu prójimo te haya avergonzado? (Prov 25, 6)

 Conforme a esta visión, la infamia (pecado) mayor consiste en romper el orden social, en un mundo dominado de hecho por varones de poder, que no crean vida, ni aman, sino que se imponen por la fuerza, en un banquete de puro poder, en contra de lo que dirá Jesús:

-El banquete de varones de Proverbios se define como una disputa de honores  en la que cada uno debe ocupar su lugar en dentro de una jerarquía de dignidades bien establecidas, más cerca o más lejos del rey y de los primeros puestos. 

- El banquete, o comunión de Reino de Jesús (en una línea de mujer amante) empieza por los cojos, mancos y ciegos, con los expulsados sociales, enfermos, posesos y pecadores, oponiéndose así al orden de dignidades de las monarquías imperiales, como muestran los relatos ejemplares de las multiplicaciones/comidas de Mc 6.8 y paralelos

             El problema de fondo   no es simplemente la comida material, sino el orden de la mesa, desde los más ricos (banquete de dominio) o desde los más pobres, como signo de disputa o comunión entre todos los hombres. Jesús no ha venido para mantener el orden de la mesa del mundo, cada uno en su lugar, por dignidades, sino para convertir la mesa y comida del mundo en comunión de amor.

 Jesús ha roto, en su proyecto de Reino ese orden de jerarquías, optando por un nuevo camino y esquema de Reino, desde los más pobres, los excluidos sociales, enfermos e impuros. Lógicamente, por crear una lógica distinta de de gratuidad creadora, poniendo en riesgo el sistema social de autoridades, los poderes del mundo tendrán que condenarle a muerte. Esta será la novedad de su iglesia: 

  •  Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos,
  • ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos;
  • porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
  • Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú,
  • porque no pueden pagarte; te pagarán al resucitar los justos (Lc 14, 12-24).

NOTAS

[1] Cf. también M. Hengel, Judaism and Hellenism I-II, SCM, London 1974; X. Pikaza, X., Antropología bíblica, Verbo Divino, Estella 1996.

[2] Entre los comentarios, cf. L. Alonso y J. Vílchez, Proverbios, Cristiandad, Madrid 1984 B. Lang, Frau Weisheit. Deutung einer biblischen Gestalt, Patmos, Düsseldort 1975; B. L. Mack, Logos und Sophia, Vandenhoeck, Göttingen 1973, 34-62;

[3]Por encima de la pura razón legal-demostrativa viene a desvelarse aquí la sabiduría más alta, de tipo lúdico y estético, en forma de juego y re-creo (recreación gozosa de la vida). Dios siente placer, Dios goza y juega (שַׁ֭עֲשֻׁעִים =Deus ludens), como maestro ante su aprendiz, como amante ante su amada.

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