"En el mundo de hoy hay muchas guerras, ¡demasiadas!" El Papa improvisa un diálogo con los niños de Verona: "No tengan miedo de ir contracorriente, seamos un signo de la paz"
"Ustedes son capaces de escuchar. Cuando Jesús habla ¿nos hace sentir bien?". "Biennn". "Jesús nos hace sentir bien". "Y si viene el diablo a decirte alguna cosa, ¿cómo te sientes?". "Mallll"
"¿Cómo podemos ser signos de paz en el mundo? Ustedes saben que hay muchas guerras en el mundo, sea en Ucrania, en Tierra Santa, en África, en Myanmar. Jesús qué predica, ¿la guerra o la paz?"
Los mismos niños que gritaron al Papa a su llegada a Verona lo estaban esperando, en la plaza de San Zenón, a su salida del encuentro con sacerdotes y religiosos. Aplausos, gritos, besos, canciones, y muchas manos abiertas. Muchas manos tendidas a Francisco, que las tomó en las palabras que les dirigió, en las que les animó a dejarlas abiertas siempre "y hacer de nosotros mismos un regalo para los demás". Saltándose totalmente el discurso preparado, Francisco escuchó y preguntó a su vez.
"Queridas jóvenes y queridos jóvenes, gracias por su alegría", comenzó el Papa-párroco, agradeciendo el "ambiente festivo" con el que fue recibido. "Tengo una pregunta muy importante: ¿cómo hago yo para escuchar la llamada de Jesús?", preguntó el Papa, saltándose de nuevo su discurso. "Cuando estáis con papá, mamá, los abuelos, ¿os sentís bien?", y los niños respondieron Síii. O cuando "dices una mentira, ¿te sientes bien?", y al 'Nooo' de los niños respondió con un "¡Bravo!".
"Ustedes son capaces de escuchar. Cuando Jesús habla ¿nos hace sentir bien?". "Biennn". "Jesús nos hace sentir bien". "Y si viene el diablo a decirte alguna cosa, ¿cómo te sientes?". "Mallll".
Los niños le plantearon preguntas al Papa. La primera, cómo nos hacía sentir Jesús. La segunda, cómo los niños pueden ser discípulos de Jesús. "¿Cómo podemos ser signos de paz en el mundo? Ustedes saben que hay muchas guerras en el mundo, sea en Ucrania, en Tierra Santa, en África, en Myanmar. Jesús qué predica, ¿la guerra o la paz?"
"Nosotros debemos ser un signo de la paz, pero si peleas con otros niños en la escuela, no lo somos. Debemos compartir, jugar con los demás, pero nunca pelear con los otros. Digamos juntos: ¡Debemos ser un signo de paz!".
Otro niño le preguntó, por último, "y así termina la tortura", bromeó. ¿Cómo podemos mantener la fe en tiempos difíciles? "Bravo", respondió el Papa, que reconoció que "es una pregunta difícil". "Escuchen una cosa: no tengan miedo de ir contracorriente". "Gracias, queridos", finalizó el intercambio de preguntas y respuestas. "¿Ahora hay algún espectáculo?" finalizó, antes de la representación de los niños y de rezar juntos, el padrenuestro, y lanzar algunas palomas de la paz.
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