"Lo aprobé y, firmándolo, ordené su publicación, uniéndome al «nosotros» de la Asamblea" Francisco recuerda que el documento final del Sínodo "forma parte del magisterio", y pide ponerlo en práctica en la Iglesia
Este texto "representa una forma de ejercicio del magisterio auténtico del Obispo de Roma que presenta algunos rasgos novedosos, pero que en realidad se corresponde con lo que tuve ocasión de señalar el 17 de octubre de 2015, cuando afirmé que la sinodalidad es el marco interpretativo adecuado para entender el ministerio jerárquico"
"Ahora el camino continúa en las Iglesias locales y sus agrupaciones, atesorando el Documento final que fue votado y aprobado por la Asamblea en todas sus partes el 26 de octubre. Yo también lo aprobé y, firmándolo, ordené su publicación, uniéndome al «nosotros» de la Asamblea que, a través del Documento Final, se dirige al santo Pueblo fiel de Dios"
"Ciertamente, es necesaria en la Iglesia una unidad de doctrina y de praxis, pero esto no impide que existan modos diferentes de interpretar ciertos aspectos de la doctrina o ciertas consecuencias que se derivan de ella"
"Ciertamente, es necesaria en la Iglesia una unidad de doctrina y de praxis, pero esto no impide que existan modos diferentes de interpretar ciertos aspectos de la doctrina o ciertas consecuencias que se derivan de ella"
El documento final del Sínodo de la Sinodalidad "forma parte del Magisterio ordinario del Sucesor de Pedro y, como tal, pido que sea aceptado". Así lo ha aclarado el Papa Francisco, en una nota que acompaña la publicación del texto aprobado el pasado 29 de octubre, al término de la Asamblea sinodal.
En la nota, Bergoglio subraya que este texto "representa una forma de ejercicio del magisterio auténtico del Obispo de Roma que presenta algunos rasgos novedosos, pero que en realidad se corresponde con lo que tuve ocasión de señalar el 17 de octubre de 2015, cuando afirmé que la sinodalidad es el marco interpretativo adecuado para entender el ministerio jerárquico".
Y es que, en opinión de Francisco, el documento aprobado "recoge los frutos de un camino marcado por la escucha del Pueblo de Dios y por el discernimiento de los Pastores", a partir del que "toda la Iglesia ha sido llamada a leer su propia experiencia y a identificar los pasos que hay que dar para vivir la comunión, realizar la participación y promover la misión que Jesucristo le confió".
"Ahora el camino continúa en las Iglesias locales y sus agrupaciones, atesorando el Documento final que fue votado y aprobado por la Asamblea en todas sus partes el 26 de octubre. Yo también lo aprobé y, firmándolo, ordené su publicación, uniéndome al «nosotros» de la Asamblea que, a través del Documento Final, se dirige al santo Pueblo fiel de Dios", constata el Papa, quien entrega "las indicaciones contenidas" en el mismo.
Compromete a las iglesias
Sobre su condición magisterial, Bergoglio apunta que el documento "no es estrictamente normativo" y que "su aplicación necesitará varias mediaciones", lo que "no significa que no comprometa desde ahora a las Iglesias a hacer opciones coherentes con lo que en él se indica".
De hecho, añade el Papa, "las Iglesias locales y las agrupaciones de Iglesias están ahora llamadas a aplicar, en los diferentes contextos, las autorizadas indicaciones contenidas en el Documento, a través de los procesos de discernimiento y toma de decisiones previstos por la ley y por el propio Documento". Pese a todo, admite, "se necesita tiempo para llegar a opciones que impliquen a toda la Iglesia", lo que vale "especialmente para los temas confiados a los diez grupos de estudio, a los que podrán añadirse otros, en vista de las decisiones necesarias".
Y es que, aclara Francisco, "la conclusión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos no pone fin al proceso sinodal". Tal y como apuntó en Amoris Laetitia, el Papa recuerda que "no todas las discusiones doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltas por intervenciones del Magisterio".
"Ciertamente, es necesaria en la Iglesia una unidad de doctrina y de praxis, pero esto no impide que existan modos diferentes de interpretar ciertos aspectos de la doctrina o ciertas consecuencias que se derivan de ella", recalca Francisco, que añade que "en cada país o región se pueden buscar soluciones más inculturadas, atentas a las tradiciones y desafíos locales".
Discernimiento y creatividad
De hecho, algunas de las "indicaciones" del documento final "ya pueden ponerse en práctica en las Iglesias locales y en las agrupaciones de Iglesias, teniendo en cuenta los distintos contextos, lo que ya se ha hecho y lo que queda por hacer para aprender y desarrollar cada vez mejor el estilo propio de la Iglesia sinodal misionera!".
En muchos casos, culminó, "se trata de aplicar eficazmente lo que ya está previsto en el derecho vigente, tanto latino como oriental". En otros casos, "se podrá proceder, a través de un discernimiento sinodal y en el marco de las posibilidades indicadas por el Documento final, a la activación creativa de nuevas formas de ministerialidad y de acción misionera, experimentando y sometiendo las experiencias a verificación", cuyo acompañamiento corresponderá a la Secretaría general del Sínodo, junto a los dicasterios de la Curia. "
El camino sinodal de la Iglesia católica, animado también por el deseo de proseguir el camino hacia la unidad plena y visible de los cristianos, necesita que las palabras compartidas vayan acompañadas de los hechos", finaliza el Papa, que pide al Espíritu Santo que "sostenga y guíe a toda la Iglesia en este camino".