"Para mí, el padre Arrupe fue un profeta", señala Bergoglio ante los jesuitas de Tailandia y Japón Francisco: "Los refugiados son material de descarte. Me viene a la mente Herodes"

"Ciertas narrativas sobre las fronteras que escucho en Europa me escandalizan. El populismo está tomando fuerza. Por otra parte, hay muros que separan incluso a los hijos de sus padres. Me viene a la mente Herodes". El Papa Francisco confesó su dolor por los millones de refugiados que sufren violencia y persecución en todo el mundo, durante su encuentro con los jesuitas de Tailandia y Japón, que hoy ha publicado Antonio Spadaro, sj. en La Civiltá Cattolica.

"Siempre ha habido refugiados en el mundo, pero hoy en día el fenómeno es más conocido debido a las diferencias sociales, al hambre, a las tensiones sociales y, sobre todo, a la guerra. Por este motivo, los movimientos migratorios se intensifican. ¿Cuál es la respuesta que da el mundo? La política del descarte", lamenta Francisco, que denuncia cómo "los refugiados son material de descarte".

"El Mediterráneo se ha transformado en un cementerio. La impresionante crueldad de algunos centros de detención en Libia me toca el corazón. Aquí en Asia, todos conocemos el problema de los rohinyás", subrayó el Pontífice.

Arrupe y su canto del cisne

Hablando del trabajo con los refugiados, Bergoglio reivindicó el papel de Pedro Arrupe. "Para mí, el P. Arrupe fue un profeta: su «canto del cisne» fue la fundación precisamente aquí, en Bangkok, del Servicio Jesuita a Refugiados. Después, durante el vuelo de Tailandia a Roma, sufrió un accidente cerebrovascular".

Un fenómeno, el migratorio, que "está muy acentuado por la guerra, por el hambre y por una «filosofía de la defensa» que hace creer que solamente con el miedo y reforzando las fronteras es posible defenderse". Frente a ello, la imagen de la Iglesia como "hospital de campaña". "Son estos hospitales los que más tenemos que frecuentar".

Divorciados y medio ambiente

En otro orden de cosas, los jesuitas cuestionaron al Papa sobre la situación de los divorciados vueltos a casar. La respuesta de Bergoglio no deja lugar a dudas:

"Te podría contestar de dos maneras: de una manera casuística, que no es cristiana, aunque pueda ser eclesiástica; o, como dice el Magisterio de la Iglesia en Amoris laetitia, en el capítulo octavo: haciendo un camino de acompañamiento y discernimiento para encontrar las soluciones. Y esto no tiene nada que ver con la moral de la situación, sino con la gran tradición moral de la Iglesia".

Preguntado sobre el cuidado del medio ambiente, Francisco lamentó que las "muchas expectativas" que surgieron tras la COP21 de París se frustraron. "Empezaron los conflictos, los compromisos entre lo planteado en París y el «bolsillo» de algunos países. Y así, algunos se fueron retirando. Pero hoy la gente es mucho más consciente que antes respecto del cuidado de la casa común y de la importancia que esto tiene", destacó el Pontífice.

"Han surgido muchos movimientos, especialmente los animados por los jóvenes. Este es el camino que hay que transitar. Hoy son los jóvenes los que entienden con el corazón que la supervivencia del planeta es un tema fundamental", destacó, deseando que Laudato Si "sea compartida a nivel mundial". "La encíclica está escrita para ser compartida ampliamente. Lo que afirma hoy ya es asumido por muchos. ¡Y sin pagar derechos de autor! Esto es muy bueno. Es un mensaje que pertenece a todos".

+++ #PapaFrancisco con los #Jesuitas de #Tailandia y #Japón. En LA CIVILTÀ CATTOLICA la conversación en #Bangkok y de la maravillosa homilía en #Tokio. La diplomacia, el compromiso con la "casa común", el sueño de una Iglesia joven, muy cercana, fresca https://t.co/n3i7WG2frOpic.twitter.com/3j2LDguKcD

— Antonio Spadaro (@antoniospadaro) December 5, 2019

Finalmente, y reflexionando sobre el turismo sexual, el Papa pidió a los jesuitas "hacer todo lo posible para elevar el nivel social de la gente. ¡Trabajen por el bien de su país y por la dignidad de la gente!".

El texto íntegro puede encontrarse en La Civiltá Cattolica, firmado por Antonio Spadaro, sj.