Francisco, dos horas en San Giorgio in Acilia El Papa 'adelanta' la Navidad con fieles y sacerdotes de una parroquia de las periferias de Roma
Francisco con su coche utilitario, tras un viaje de unos cincuenta minutos desde Casa Santa Marta, llegó a la parroquia hacia las 16.30 horas y fue recibido por la comunidad de los Hijos de la Caridad - Canossianos, a quienes se confía tanto la parroquia como el Centro Pastoral, luego por los sacerdotes de la XXVII prefectura y los prefectos parroquiales del sector sur de la diócesis de Roma. En total una treintena de sacerdotes
"Nos sentimos como niños que están cerca de su padre y son animados por él. Hubo espacio para preguntas y salimos contentos"
| Salvatore Cernuzio
(Vatican News).- El Obispo vuelve con sus sacerdotes. Después de los de Santa Maria della Salute y Santa Maria Madre dell'Ospitalità, el Papa Francisco ha vuelto esta tarde, 21 de diciembre, a visitar una parroquia de la periferia de Roma.
Se trata de San Giorgio in Acilia, una parroquia que lleva el nombre del mártir de Capadocia, con una estructura moderna que se alza en el lado sur de la Via Ostiense, entre Casal Bernocchi y Casalpalocco. Un caserío formado por casas consistoriales y con la atmósfera de un antiguo suburbio que aún recuerda la visita en 1971 del Papa Pablo VI, que había querido ir a conocer a los habitantes de "este nuevo barrio", porque -como dijo- "están en barrios bajos, en la incomodidad, en el sufrimiento y, por tanto, presentes a mi corazón, en virtud de mi misión, que es la de Cristo".
La llegada a la parroquia
Después de más de cincuenta años, un Papa regresa a estos lugares. Francisco con su coche utilitario, tras un viaje de unos cincuenta minutos desde Casa Santa Marta, llegó a la parroquia hacia las 16.30 horas y fue recibido por la comunidad de los Hijos de la Caridad - Canossianos, a quienes se confía tanto la parroquia como el Centro Pastoral, luego por los sacerdotes de la XXVII prefectura y los prefectos parroquiales del sector sur de la diócesis de Roma. En total una treintena de sacerdotes, acompañados por el obispo del sector, monseñor Dario Gervasi, por el párroco padre Antonio Romeo Vettorato y por el prefecto don Angelo Compagnoni, párroco de San Timoteo.
Dos horas de diálogo con sacerdotes sobre temas pastorales
Con ellos, el Pontífice, sentados en una pequeña mesa con un mantel rojo encima y una pared al lado con la invitación a "Re-conectar con la gente", pasaron cerca de dos horas en un ir y venir en el Centro Pastoral Santa Gianna Beretta Molla. "Un encuentro hermoso e incluso conmovedor", lo describió monseñor Gervasi, hablando de "un ambiente muy cordial, humano y afectuoso" y de una conversación "cordial y afectuosa" con los sacerdotes: "Nos sentimos como niños que están cerca de su padre y son animados por él. Hubo espacio para preguntas y salimos contentos". Entre los temas que se tocaron estuvieron la experiencia de los sacerdotes, la hospitalidad, la cercanía a la gente, la sinodalidad y el proceso sinodal, que es la forma en que la Iglesia avanza hacia el futuro.
Entre los temas que se tocaron estuvieron la experiencia de los sacerdotes, la hospitalidad, la cercanía a la gente, la sinodalidad y el proceso sinodal, que es la forma en que la Iglesia avanza hacia el futuro
Caridad y solidaridad
Tras hablar con los sacerdotes, el Papa Francisco saludó a los voluntarios del centro. El Centro donde tuvo lugar el encuentro, dedicado a Santa Gianna Beretta Molla y construido por la hermana de ésta, Sor Virginia, que trabajó en Acilia, está repleto de actividades de caridad y solidaridad. "Todas las mañanas empezamos con la distribución del 'Pan de cada día'", explica el padre Vettorato, "por la tarde, un grupo de voluntarios hace la ronda por las panaderías de la zona, nos dan el pan y la pizza que no se han vendido, y a la mañana siguiente distribuimos lo que hemos recogido entre los necesitados". A esto se añade el "Proyecto Madres", que asiste a madres e hijos desde la concepción hasta los tres años: en estos momentos se atiende y acoge a un centenar de mujeres con dificultades económicas, casi todas solteras y casi todas extranjeras.
"Dos veces por semana pueden recoger comida, ropa, productos de primera necesidad, pero también vemos si necesitan que les echemos una mano para visitas especializadas o de otro tipo", explica el párroco. Como apoyo al "Proyecto Madres", este año también se ha creado el "Espacio Madres", donde algunas voluntarias ayudan a las distintas mujeres que acuden al Centro a relacionarse y conocerse. Además, el centro de Cáritas parroquial, con su centro de escucha, acogida y distribución de paquetes de alimentos, que atiende a unas 300 familias, y la "boutique de ropa", a través de la cual se recoge ropa: "La lavamos, la ordenamos y la ponemos a disposición de las personas necesitadas, gracias a un grupo de voluntarios", cuenta el padre Romeo.
El párroco, antes de que el Papa se despidiera poco después de las 18.30 para regresar a Santa Marta, mostró al Papa el altar donde Francisco se detuvo en oración ante el Santísimo Sacramento y también el belén instalado con motivo de la Navidad.
Las precedentes visitas a las parroquias romanas
Con este ciclo de visitas, el Papa continúa de otra forma las citas en las distintas parroquias de Roma y alrededores que habían caracterizado los primeros años de su pontificado, interrumpidos entonces por la pandemia de Covid y la fragilidad física del Pontífice. Francisco, sin embargo, ha querido restablecer estos momentos de presencia y cercanía y hacerlo a través de los párrocos de las distintas prefecturas, a los que deja amplios espacios para escuchar y dialogar sobre los problemas, necesidades y esperanzas que encuentran en el desempeño de su ministerio.
La primera de estas visitas, como se ha dicho, fue el pasado 28 de septiembre en la parroquia de Santa Maria della Salute, en el barrio de Primavalle, conocido por las crónicas por el asesinato de dos mujeres: la joven Michelle Caruso y la enfermera Rossella Nappini. Esa tarde, el Papa mantuvo un diálogo con 35 sacerdotes sobre los retos y problemas pastorales de la zona, caracterizada por el malestar juvenil y la exclusión social.
Problemas similares a los que se viven en el barrio de Due Torri-Villa Verde, donde se encuentra la parroquia de Santa Maria Madre dell'Ospitalità, a la que Francisco acudió el 16 de noviembre para reunirse con unos 40 sacerdotes de la XVII prefectura que abarca las zonas de Tor Bella Monaca, Torre Angela, Torre Gaia y otros barrios vecinos. Se trata de zonas de viviendas sociales y de gran pobreza, zonas que también acogen a extranjeros, como atestigua la parroquia que alberga un complejo de doce pisos donde viven familias en situación de emergencia habitacional, tanto italianas como extranjeras. Francisco pudo conocerlas y saludarlas al final de su visita.
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