2022, el “año de partida” para la reforma de la Curia de Francisco El año de Praedicate Evangelium... y de la rodilla del Papa
En marzo salió a la luz la nueva Constitución Apostólica, con la que el pontífice buscará darle un carácter de “irreversibilidad” a las líneas programáticas de su pontificado
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La guerra, omnipresente en las intervenciones del Papa
Sigue en RD los mejores balances de 2022 y las perspectivas para 2023
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Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
El año 2022 acaba abrupta y sorprendentemente con la incertidumbre sobre la salud del Papa emérito, Joseph Ratzinger, aunque fue finalmente el año de la esperadísima Constitución Apostólica en la que el papa Francisco y sus colaboradores más cercanos venían trabajando desde 2013 y que, según muchos de ellos la definieron, busca ser “el punto de partida” de la nueva hermenéutica eclesial y no un mero “punto de llegada” de meses y meses de reuniones y elaboraciones doctrinarias.
"Prediquen el Evangelio" es el título de la Carta Magna que el pontífice promulgó el 19 de marzo pasado y entró en vigencia a inicios de junio, con 250 artículos que redefinen el organigrama de los principales organismos de la Curia romana y plantea la fusión y supresión de algunas estructuras del Gobierno de la Iglesia.
Según la nueva Constitución, todos los organismos vaticanos pasaron a igualarse canónicamente como Dicasterios, en reemplazo de las antiguas denominaciones de Congregación o Pontificio Consejo. Las únicas dos instituciones que permanecen denominadas como Secretarías, directamente dependientes del Papa, es la de Estado, a cargo actualmente del cardenal italiano Pietro Parolin, y la de Economía, comandada por el laico español Maximino Caballero Ledo.
El dicasterio de la Evangelización, presidido por el Papa
En el plano de los Dicasterios, la mayor novedad es la creación de uno dedicado a la Evangelización, presidido directamente por el Papa. Otro cambio de peso es la elevación de la oficina de Limosnería a Dicasterio para el Servicio de la Caridad, el brazo ejecutor de las obras directas del Papa con pobres y refugiados, con el cardenal polaco Konrad Krajewski a la cabeza, que este año se ha mostrado como un gran brazo ejecutor de las obras de caridad del Papa.
En el área social, Francisco dispuso además que haya un nuevo Dicasterio para la Cultura y la Educación, que absorbió a la Congregación para la Educación Católica y al Pontificio Consejo para la Educación.
La nueva Constitución dispuso además que la Comisión para la Tutela de los Menores, creada por el Papa en 2014 para luchar contra los abusos, se incorpore formalmente al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, la exCongregación, el ente encargado de la disciplina y los procesos canónicos por pederastía.
"Alguien podría pensar que esto podría poner en riesgo su libertad de pensamiento y acción o incluso quitarle importancia al tema que se está tratando. Esa no es mi intención ni es mi expectativa. Y los invito a estar atentos para que esto no suceda", tranquilizó el Papa a los miembros de la Comisión en un encuentro a inicios de mayo, al plantearles que podrán continuar con el trabajo independiente.
En total la nueva organización de la Curia fijó en 16 los Dicasterios, incluyendo además otros también creados por el Papa como el del Servicio para el Desarrollo Humano Integral.
Ya con el “organigrama” vigente hace más de seis meses, solo se espera que de ahora en más el Papa siga poniéndole nombres y apellidos a esos cargos con los que imagina el equipo de Gobierno no solo para el resto de su pontificado, sino para tratar de darle aún más aceleración al cambio que imagina para la Iglesia.
La 'misteriosa' lesión en la rodilla del Papa
La velocidad de los cambios sufrió sin embargo este año un leve contratiempo con la aparición de una, por meses, misteriosa lesión en la rodilla del Papa por la que no solo tuvo que saltearse varias celebraciones, sino que además lo obligó a mitad de año a posponer el viaje que pensaba hacer a República Democrática del Congo y a Sudán del Sur, que será a fines de enero.
Tras varios meses de un férreo silencio de parte del Vaticano, fue el propio pontífice en reconocer en una de las tantas entrevistas que brindó este año que se trataba de una microfractura que le redujo el desplazamiento, cuando ya sus apariciones en silla de ruedas se habían hecho frecuentes. Ahora, según confirmaron fuentes vaticanas a RD, la lesión está prácticamente curada y los esfuerzos de concentran en recuperar masa muscular, un tratamiento lógico tras un semestre de movimientos recortados.
Pero más allá de la rodilla, el pontífice cierra 2023 con una salud mucho mejor que la que añoran sus enemigos internos. Que tras haber cumplido 86 años a mediados de diciembre siga decidido a ir seis días a África a fines de enero es una muestra clara en esa dirección.
Cuatro peregrinaciones apostólicas
Los viajes son justamente otro de los elementos que marcaron 2022, tras lo que había sido una agenda internacional moderada en 2021 y nula en 2020 a causa de la pandemia. En año de sus años con más kilómetros como Papa, Francisco cumplió visitas a Malta, Canadá, Bahréin y Kazajistán.
Cada uno con características propias, las cuatro peregrinaciones apostólicas de este año sirvieron para ratificar la globalidad de un magisterio poliédrico, en el que la atención de los problemas particulares de cada población e Iglesia convive con las grandes problemáticas y los trazos generales del pontificado. Así, el peregrinaje de penitencia a Canadá para pedir perdón por los abusos cometidos en algunos institutos manejados por organizaciones cristianas tuvo también referencias a la geopolítica de la paz y pedidos para evitar "la tentación de dividir el mundo en buenos y malos".
En los últimos dos viajes del año, Bahréin y Kazajistán, el diálogo interreligioso fue el hilo conductor que volvió a poner en el centro de la mesa no solo la preocupación constante del Papa en esa dirección, sino el reconocimiento del que goza Jorge Bergoglio casi como un “primus inter pares” entre los líderes del resto de los credos. Se vio, por ejemplo, en su participación en el Foro por la Paz en Kazajistán.
Conocedor y gran respetuoso de las costumbres locales en cada una de las naciones a las que viajó, aprovechó de todos modos su estancia en Bahréin para convocar a líderes musulmanes a aliarse contra el comercio de armas, al tiempo que hizo varios pedidos para la ampliación de derechos de las mujeres y trabajadores en toda el área del Golfo.
Renovación del acuerdo con Pekín
En el plano de sus lazos con Oriente, también entra dentro de los grandes eventos de 2022 la segunda renovación del acuerdo con China para la designación conjunta de obispos, que se mantiene como una “política de Estado” del pontificado pese a las primeras tensiones bilaterales manifiestas que aparecieron entre Roma y Beijing.
Luego de la renovación del acuerdo en octubre, Francisco dio a inicios de diciembre otra señal del acercamiento a China que mantiene desde el inicio de su pontificado al declarar "venerable", primer paso hacia la beatificación, al jesuita misionero en el gigante asiático Matteo Ricci, uno de los occidentales más valorados por Beijing. Antes, durante la beatificación de Juan Pablo I, había autorizado que el retrato oficial del Papa Lucianifuera hecho por un artista chino, en un gesto bien recibido en Beijing.
El pontífice autorizó a inicios de mes al cardenal italiano Marcello Semeraro a hacer oficial el decreto vaticano que reconoce las "virtudes heroicas" del misionero nacido en la ciudad italiana de Macerata en 1552 y muerto en Beijing en 1610.
Ricci, quien se convirtió al morir en el primer extranjero en tener autorización para ser enterrado en China, marcó una época en el siglo XVI y se convirtió en el gran exponente del catolicismo en Oriente.
Más allá de los acercamientos, en las últimas semanas la Santa Sede mostró de todos modos su disconformidad a las autoridades chinas por la ceremonia de instalación de un obispo por fuera del acuerdo de 2018.
"Sorpresa y pesar" expresó el Vaticano a fines de noviembre al conocer la noticia de la "ceremonia de investidura", en Nanchang, de monseñor John PengWeizhao, obispo de Yujiang (provincia de Jiangxi), como "obispo auxiliar de Jiangxi", diócesis no reconocida por la Santa Sede. Unas rispideces que, sin embargo, no parecen alterar por ahora el cuadro general de las buenas relaciones bilaterales.
La sempiterna guerra de Ucrania
En 2022 hubo otro evento externo al pontificado que, de todos modos, se terminó convirtiendo central en cada una de las noticias y entrevistas: la explosión de la guerra en Ucrania.
La invasión rusa al país europeo a fines de febrero fue un verdadero cimbronazo para el mundo en su conjunto, que hacía semanas se veía venir el desenlace trágico, como atestiguan los llamados que el propio Papa había hecho por la paz antes del fatídico 24 de febrero. Desde entonces, el pontífice no ha abandonado nunca el norte de una verdadera paz y una resolución pronta del conflicto, lejos de muchas de las miradas armamentistas que se hicieron moneda corriente en casi todo el mundo OTAN.
Criticado por no mencionar directamente a Vladimir Putin (hecho que respondía a una estrategia negociadora), el Papa actuó y continúa actuando en silencio para salvar vidas, ofrecer salvoconductos y tratar de reducir el impacto del conflicto sobre los seres humanos, en especial niños y mujeres.
Con buena parte del establishment filo-estadounidense presionándolo durante semanas para que visite Kiev y se sumara a esa especie de pasarela de líderes en busca de una foto en la que se convirtió al inicio del conflicto la capital ucraniana, el Papa continuó estando cercano al pueblo del país europeo no solo con sus más de 130 intervenciones sobre el conflicto, sino enviando a varios de sus brazos ejecutores, como los cardenales Michael Czerny y Konrad Krajewski, a ofrecer signos concretos de solidaridad, cercanía y ayuda. El envío de camisetas térmicas y generadores eléctricos de Navidad, mientras algunas potencias anunciaban más y más armamento, es otra muestra del camino de paz que busca el Papa y que, a este ritmo, continuará siendo también uno de los ejes centrales de su pontificado en 2023.