El arzobispo de Tarragona, ante la Diada: "Oramos por Catalunya, sus gentes y para que sepamos trabajar acertadamente su futuro" Joan Planellas: "La Iglesia debe ser capaz de intervenir en posibles mediaciones en Catalunya"
"Nos faltan buenos políticos que entiendan que es con las actuaciones políticas y no con la vías judiciales o unilaterales como se solucionan los problemas de convivencia"
"Es preciso hacer un esfuerzo para impulsar la presencia de protagonistas cristianos en todos los diálogos y caminos de reconstrucción que apunten a más justicia y pacificación, a más cohesión y equidad social"
11 de septiembre, Diada en Catalunya. Una festividad extraña, como todo en estos últimos meses, que sin embargo no ha eliminado ni disminuido la tensión independentista. Hablamos con el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, de la situación en el país, la actuación de la Iglesia y el papel de los cristianos para "promover la cultura del diálogo".
"Ciertamente que convendría que fuera así. Nos faltan buenos políticos que entiendan que es con las actuaciones políticas y no con la vías judiciales o unilaterales como se solucionan los problemas de convivencia", sostiene Planellas.
Una Diada especial, marcada por el coronavirus y por la imposibilidad de grandes concentraciones, a la espera de unas elecciones…
Este año la celebración será muy especial y reducida al máximo. En este sentido toda la sociedad debe realizar una llamada a la prudencia ante determinadas concentraciones, respetando siempre el derecho a la expresión y a la opinión.
¿Cómo celebra la Iglesia este día tan importante para Catalunya?
Como un día de fiesta. Tradicionalmente, se ha participado en algunos actos de tipo institucional, que este año han quedado reducidos al máximo. Por otra parte, para la Iglesia es un día de oración profunda por Catalunya, por todas sus gentes y para que sepamos trabajar acertadamente su futuro.
¿Sería posible un mejor entendimiento entre Catalunya y España?
Ciertamente que convendría que fuera así. Nos faltan buenos políticos que entiendan que es con las actuaciones políticas y no con la vías judiciales o unilaterales como se solucionan los problemas de convivencia.
¿Qué puede o qué está haciendo la Iglesia en este sentido?
Procurando ser factor de paz y de reconciliación y promoviendo la cultura del diálogo. Si fuera el caso, ser capaz de intervenir en posibles mediaciones, sin abandonar la profecía de la inclusión, de la paz y de la justicia. Es preciso hacer un esfuerzo para impulsar la presencia de protagonistas cristianos en todos los diálogos y caminos de reconstrucción que apunten a más justicia y pacificación, a más cohesión y equidad social. Pienso en personas de todos los ámbitos, de profunda raíz cristiana, preparadas y convencidas de esa reconciliación y diálogo que podrían ponerse al servicio de la mediación.
El papa dice con frecuencia que de esta pandemia saldremos mejores o peores, pero no iguales. ¿Cómo cree que vamos a salir de ésta? ¿Cree que la encíclica papal nos dará claves para salir mejores?
Ciertamente que será sí. La situación actual es una llamada a una mayor austeridad que permita una adecuada solidaridad hacia los colectivos y personas más vulnerables. Y no hablo solamente de austeridad en el proyecto de vida de las personas, hablo de austeridad en los proyectos públicos y privados que empresas y administraciones deberían afrontar en el futuro evitando sobrecostes, lujos, embellecimientos innecesarios o sobredimensionamiento de les espacios.
Será preciso una inculturación de la doctrina social de la Iglesia, con tantos aspectos estimulantes, para iluminar los desafíos y afrontar adecuadamente las actuaciones más correctas. En estos momentos, es de una gran importancia afrontar adecuadamente el tema ecológico íntimamente unido al de la justicia social. Por ello, seguro que nos ayudará la nueva encíclica del papa Francisco.
Etiquetas