Juan José Tamayo: "La visita del Papa es un pecado de lesa laicidad" Juan Masiá aboga por cambiar el lenguaje "estrecho" de la jerarquía eclesiástica

El teólogo Juan Masiá, profesor de Ética en la Universidad de Sophia, en Tokio, ha opinado hoy que la jerarquía eclesiástica en España emplea a veces un lenguaje "muy estrecho" que hay que cambiar. Así, este sacerdote jesuita, expedientado por la Iglesia por sus opiniones sobre el preservativo, la reproducción asistida o la investigación con embriones, ha abogado por "reinterpretar" la religión y adaptarla a los tiempos.

"Hay un lenguaje que hablamos y no le dice nada a los jóvenes. Y no solo a los jóvenes. Estamos utilizando un lenguaje que no es que sea malo, es que se nos ha quedado insuficiente", ha comentado a Efe.

El profesor, que dirige un encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre la transformación de la teología ante el pluralismo religioso y la laicidad, ha explicado que al vivir en otra cultura, como le ocurre a él, se ve más la "necesidad" de ir "reformulando" la religión.

Masiá no comparte la "mentalidad de lo literal, de que no hay cambiar nada y todo tiene que ser al pie de la letra", porque, según dice, las interpretaciones de la fe realizadas en una cultura o época concreta no tienen por qué ser "válidas" para el momento actual.

Este jesuita señala que "algunos se han molestado" cuando ha dicho que al venir a España encuentra una situación "muy anómala", pero insiste en que el lenguaje de la jerarquía eclesiástica es, en ocasiones, "muy cerrado".

A modo de ejemplo, ha remitido a una de las conferencias impartidas en el curso, en la que se ha puesto de manifiesto que "ninguna religión tiene el monopolio de la verdad", ni puede decir que es la "única y verdadera".

Sin embargo, ha lamentado que si dices esto, "se asusta toda la jerarquía" de la Iglesia Católica y replica que el Cristianismo es la "única y verdadera" fe.

"Esto está dicho desde una manera de hablar, que es la que hay que cambiar", ha añadido el profesor.

Y para conseguirlo, cree que habría que "cambiar las mentalidades o sensibilidades y maneras de pensar, de algunas jerarquías, y otros que no son jerarquías".

Por su parte, El teólogo Juan José Tamayo ha opinado hoy que la visita del papa Benedicto XVI a España con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) "se va a quedar en humo y fuegos de artificio", por la "falta de sintonía" entre la Iglesia católica y los jóvenes españoles.

Así lo ha asegurado en una rueda de prensa junto al jesuita y profesor de Ética de la Universidad de Sophia (Tokio), Juan Masiá, que dirige en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) un encuentro sobre la transformación de la teología en la situación actual.

En opinión de Tamayo, el catolicismo "no conecta para nada con las inquietudes" de los jóvenes españoles, que son "unos de los más descreídos de Europa" y lo que esperan es escuchar un mensaje de "optimismo" sobre las cuestiones que les preocupan, por ejemplo el paro.

Sin embargo, el profesor de Teología de la Universidad Carlos III de Madrid no cree que el Papa aborde en su mensaje a los jóvenes los "verdaderos problemas" que les afectan. Eso es al menos lo que deduce a juzgar por las intervenciones del Pontífice en otros encuentros de este tipo.

Además de esa falta de sintonía con los jóvenes, Tamayo cree que la jornada va a poner de manifiesto que la jerarquía eclesiástica y el Vaticano entienden el catolicismo "como un teatro, una representación pública".

Según dice, "se puede tratar de una visita pastoral, con un objetivo específicamente espiritual, pero esa intención se desvía cuando se organizan" unos actos que cuentan con una fundación que aporta 50 millones de euros y que van a movilizar a tres administraciones: la local, la autonómica y la central. "La visita del Papa es un error y un pecado de lesa laicidad"

Desde su punto de vista, esto muestra que el "catolicismo oficial está totalmente vacío de sentido espiritual" y no tiene "más que esa capa llamativa" y de "carácter espectacular", algo que "no es nuevo", ya que se ha sucedido en los dos últimos pontificados. (RD/Efe)

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