"Hay un clima que no es sano. Es posible que el tema salga en la Plenaria de la próxima semana" Obispos indignados: “Los curas que rezan por la muerte del Papa no deberían ejercer el ministerio”
“Estas personas que actúan así, por coherencia no deberían ejercer el ministerio sacerdotal. No sé si su comportamiento es sancionable o no, pero por coherencia no pueden ejercer el ministerio de la comunión si la estás rompiendo con tus hechos”
“Espero que esta nota no sea la única comunicación que han recibido esos curas de su arzobispo. Yo habría llamado a cada uno de ellos personalmente y habría tenido una conversación personal, con una exigencia pública de petición de perdón. Y de enmienda, claro”
Entre la condescendencia del padre que mira la travesura de su hijo y le resta importancia y la indignación de quien considera increíble, primero; sumamente preocupante después; y finalmente intolerable, los obispos españoles asisten perplejos a la polvareda levantada por las peticiones de un grupo de sacerdotes integristas para que el Papa “pueda ir al cielo cuanto antes”.
“Es posible que el tema de estos sacerdotes que rezan por la muerte de Francisco salga en la reunión de la Plenaria de la próxima semana. Entre los obispos hay preocupación por la cuestión del clero en España [en alusión al encuentro que tuvieron con Francisco en Roma todos los obispos en noviembre pasado], por lo tanto, es muy posible que este asunto sí que lo abordemos esos días”, señala a Religión Digital otro de los pastores a los que este portal ha pedido su valoración tras el escándalo protagonizado por los presbíteros-contertulios de La Sacristía de la Vendée, un programa ultra -tanto eclesial como políticamente- que se difunde a través de YouTube.
“Es muy grave, lamentable, triste, que ocurran estas cosas. En otro momento, no creo que a nadie se le ocurriese rezar para que alguien se muriese pronto, y mucho menos que esto lo hiciese algún sacerdote. No sé cómo se puede llegar a manipular la fe de tal modo. Para un creyente, quien hace esto, queda desacreditado”, lamenta.
“Estas personas que actúan así, por coherencia no deberían ejercer el ministerio sacerdotal. No sé si su comportamiento es sancionable o no, pero por coherencia no pueden ejercer el ministerio de la comunión si la estás rompiendo con tus hechos”, añade este obispo, que, aunque reconoce que “afortunadamente no son muchos los curas que tienen esta actitud, con que haya uno que lo haya hecho, ya es suficientemente grave, y tiene un efecto muy nocivo porque, desde su posición, está induciendo a otras personas a pensar del mismo modo”.
"Perdón...y arrepentimiento"
En todo caso, reconoce esta fuente que es un asunto del que el resto de obispos es muy celoso, porque “la cuestión de los seminarios y los sacerdotes depende de cada diócesis y allí cada obispo es soberano”. Pero en este punto, señala un facto ya a tener en cuenta: “Ha habido una nota del arzobispado de Toledo en donde se le dice a sus curas que pidan perdón”, señala. Pero esta fuente añade un elemento más: “Tienen que arrepentirse y no me ha dado esa sensación”.
En este sentido, y consciente de que es la segunda nota en menos de dos meses que se ve obligado a emitir el arzobispado primado para llamar la atención a sus curas por su oposición al Papa, estima que este tipo de comunicados “a veces se hacen para quedar bien. Y no se trata de eso, sino de hacer lo que hay que hacer cuando se produce un escándalo de esta magnitud”.
"Espero que esta nota no sea la única comunicación que han recibido esos curas de su arzobispo"
“Espero que esta nota no sea la única comunicación que han recibido esos curas de su arzobispo. Yo habría llamado a cada uno de ellos personalmente y habría tenido una conversación personal, con una exigencia pública de petición de perdón. Y de enmienda, claro”.
Porque, aunque reconoce este obispo que sí ha habido una petición de perdón, “no es un error cometido en un momento dado, sino que muestran la intención de sus oraciones [para que muera el Papa] de manera constante”. Por eso, insiste en que, además del perdón, “es necesaria una confirmación pública y un propósito de enmienda, como se exige a todo el mundo. Y en la petición de perdón que han hecho, no muestran el dolor por sus pecados, y es una actitud persistente. Y eso es más grave todavía”.
“Hay un clima [en nuestra Iglesia] que no es sano”, señala este pastor con preocupación. “En la época de Juan Pablo II también había oposición al papa, pero no una contestación tan pública por parte de sacerdotes como se da ahora".
Aunque tampoco le extraña esto que está viendo entre los sacerdotes “si hay obispos como Sanz o Munilla que hablan lo que hablan”, en alusión a las críticas directas a la nota Fiducia supplicans y a su autor, el cardenal Víctor Manuel Fernández, que es una crítica más velada a Francisco, que fue quien nombró a su compatriota en julio pasado para suceder en el Dicasterio de Doctrina de la Fe al jesuita español Luis F. Ladaria, al que, sin duda, esos pastores, y otros que lo dicen veladamente, echan mucho de menos.
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