Supondrá una potencia instalada de 4350 kw y una inversión de 4,8 millones de euros San Juan de Dios proyecta 8.000 placas fotovoltaicas en España en su plan de sostenibilidad energética
La Orden está impulsando en los centros protocolos de buenas prácticas ambientales y sociales que contribuyen a la reducción de las emisiones de CO2 y al desarrollo sostenible global
Actualmente está ejecutada la instalación del 50% del total de placas fotovoltaicas planificadas
San Juan de Dios acelerando la transición a fuentes de energía renovable con la negociación centralizada para todos los centros de la Orden en la contratación de electricidad verde procedente de energías limpias, la implantación de sistemas de monitorización de calidad del aire y planes de disminución de la huella de carbono
San Juan de Dios acelerando la transición a fuentes de energía renovable con la negociación centralizada para todos los centros de la Orden en la contratación de electricidad verde procedente de energías limpias, la implantación de sistemas de monitorización de calidad del aire y planes de disminución de la huella de carbono
| RD
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios planea alcanzar en 2025 una potencia instalada de 4.350 kw de generación de energía gracias a la instalación de 8.000 placas fotovoltaicas en sus centros de toda España. Así lo recoge en su estrategia de sostenibilidad energética, en la que además de acciones de reducción, también se prevén acciones de generación.
“Existe un consenso científico generalizado en torno a la idea de que la salud humana y el bienestar están vinculados a la calidad ambiental”, explica el director general de la Orden en España, Juan José Afonso, para quien “la apuesta de San Juan de Dios por la sostenibilidad, es la apuesta por la salud, por lo que la integración de la sostenibilidad en la estrategia corporativa se hace de una forma natural persiguiendo la protección del entorno para proteger la salud de las generaciones presentes y futuras”.
Por todo ello, San Juan de Dios está intensificando los esfuerzos y acelerando la transición a fuentes de energía renovable, con la negociación centralizada para todos los centros de la Orden en la contratación de electricidad verde procedente de energías limpias, la implantación de sistemas de monitorización de calidad del aire y planes de disminución de la huella de carbono. La digitalización progresiva de todos los procesos, como la historia clínica para llegar a ser hospitales ‘sin papel’, así como políticas de compras responsables potenciando la adquisición de productos de kilómetro cero, además de la instalación de bases de recarga para vehículos eléctricos son algunas de las medidas puestas en marcha por los centros.
Prácticas sostenibles
“Se están implementando prácticas sostenibles en todas nuestras instalaciones, desde la gestión eficiente de la energía o la gestión sostenible de residuos hasta la adopción de tecnologías de vanguardia con bajas emisiones de carbono”, cuenta el director corporativo de infraestructuras, Josep Collell, y añade que “se han iniciado una serie de programas de mejora de instalaciones y de ahorro de energía con un objetivo claro; el ahorro de energía comprada del 10% en 2025 en muchos de nuestros centros respecto al consumo anterior”.
Y es que el cambio climático no es sólo uno de los retos ambientales trascendentales a los que se enfrenta la humanidad a escala global, sino que también tiene profundas consecuencias económicas y sociales, y en especial sobre el área de la salud y de la pobreza. Las olas de calor y frío, los eventos meteorológicos extremos, inundaciones y sequías, entre otros, son efectos directos del cambio climático. También impactan el aumento de la contaminación atmosférica, mayor presencia de alérgenos, o la menor disponibilidad de agua. Factores con una gran repercusión en la salud contribuyendo de forma directa a las defunciones por enfermedades cardiovasculares, respiratorias, enfermedades neurodegenerativas o el aumento de las enfermedades transmitidas por el agua contaminada o los alimentos en mal estado.
Estos riesgos para la salud causados por el clima afectan de forma desproporcionada a las personas más vulnerables y desfavorecidas, como las mujeres, personas mayores, la infancia, las personas enfermas crónicas con enfermedades cardíacas o respiratorias previas, y personas con inmunodeficiencias. También incide de forma específica en las minorías étnicas, las comunidades pobres, las personas migrantes o desplazadas.
Cambio climático y pobreza
El cambio climático está exacerbando la brecha de la pobreza energética, un fenómeno impulsado por la falta de acceso a fuentes de energía sostenible y el deterioro del medio ambiente que impacta en las comunidades más vulnerables de todo el mundo como minorías étnicas o comunidades pobres, y que ocasiona en muchos casos desplazamientos forzados y la pérdida de sus medios de vida.
Las comunidades con recursos limitados ven aumentar su vulnerabilidad económica y energética por el aumento de los costes de producción y distribución de energía y otras sufren el agotamiento de recursos naturales, como el agua o la biomasa, de los que dependen para cubrir sus necesidades.
Algo que parece lejano, pero que afecta a millones de personas que luchan por satisfacer sus necesidades básicas de energía. También aquí, en nuestro país, donde el término “pobreza energética” se acuñó ya hace algunos años y que parece que ha llegado para quedarse.
Reducir el riesgo y la vulnerabilidad frente a esta brecha es clave para garantizar la salud y el bienestar. Por eso, San Juan de Dios refuerza su lucha contra la pobreza con alianzas destinadas a poner en marcha acciones en materia social y de formación que la reduzcan como el acuerdo de colaboración firmado recientemente con la Fundación Naturgy.
Una alianza que busca ayudar a personas con bajos recursos que han visto empeorada su situación debido a los altos costes de la energía y que también proporcionará asistencia directa para reducir los gastos energéticos, rehabilitar viviendas y ofrecer formación para un uso más eficiente de los recursos a las personas que atiende la Orden.