“Si se requiere terapia habrá de realizarse antes de que se decida el eventual ingreso” El Vaticano pone ‘filtro’ a los seminarios españoles: exige valoración psicológica a los candidatos

Seminaristas
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El Vaticano exige que “sea obligatoria una valoración psicológica de la personalidad, que contenga la opinión autorizada del competente especialista designado por el o los Obispos interesados en un determinado Seminario mayor, sobre el estado de salud psíquica de quien desea ingresar en la formación inicial”

Si esa valoración psíquica del candidato “revela sintomatologías importantes que requieren terapia psicológica o psiquiátrica, ella debe ser realizada antes de que se decida el eventual ingreso”, subraya el plan vaticano para España

Advierte también el Dicasterio de algo que ha llamado la atención de los visitadores apostólicos uruguayos durante su inspección al conjunto de los seminarios españoles: “Los informes presentados por los visitadores dan cuenta de situaciones muy variadas de dirección espiritual y, en algunos casos, que un mismo candidato tiene más de un director espiritual al mismo tiempo”

Se acabó el seminario como refugio de algunas personas inmaduras afectiva y humanamente, jóvenes que -consciente o inconscientemente- camuflan problemáticas que acaban finalmente aflorando de manera dramática, como se ha visto en el peor de los casos en la lacra de los abusos sexuales. También se pone coto a la 'barra libre' que ha hecho que algunos candidatos que no fueron recibidos en un seminario acaben en otro con controles de idoneidad menos estrictos.

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Por eso, el Vaticano ha exigido estrictos controles psicológicos a los candidatos al Seminario -en todos los países- y así se lo ha exigido también al Episcopado español en el protocolo de obligado cumplimiento que se trajeron bajo el brazo después de la insólita cumbre con el Papa y el Dicasterio para el Clero el pasado mes de noviembre.

A los criterios ya existentes y contemplados en la Ratio nationalis, aprobada en plenaria de la CEE en 2019, el Vaticano insta ahora, dada “la creciente agudización de la inestabilidad familiar y social en España” a que, “además, sea obligatoria una valoración psicológica de la personalidad, que contenga la opinión autorizada del competente especialista designado por el o los Obispos interesados en un determinado Seminario mayor, sobre el estado de salud psíquica de quien desea ingresar en la formación inicial”.

Recibir terapia antes de ingresar

Y si esa valoración psíquica del candidato “revela sintomatologías importantes que requieren terapia psicológica o psiquiátrica, ella debe ser realizada antes de que se decida el eventual ingreso”, subraya el plan vaticano para España, fruto de la visita apostólica realizada en los meses de enero y febrero de 2023 por dos obispos uruguayos y titulado “Algunos criterios para la actualización de la formación sacerdotal inicial en los seminarios mayores de las Iglesias particulares que conforman la Conferencia Episcopal Española”.

Francisco, con los seminaristas de Burgos
Francisco, con los seminaristas de Burgos Vatican Media

El plan recuerda a los obispos la importancia en estos tiempos de “prestar la debida atención a las ciencias humanas inspiradas en una antropología cristiana de la vocación, como la sociología, la pedagogía y la psicología, en los aspectos que se consideren más adecuados para el itinerario formativo en vistas al ministerio sacerdotal”.

En este sentido subrayan “que en el ámbito psico-afectivo se hace cada vez más necesario el recuso a la psicología. Cabe subrayar la relevancia de la valoración y el informe psicológico realizado antes de iniciar el proceso formativo y revisado periódicamente después -junto con el acompañamiento psicológico si fuera preciso-”.

Ojo al número de directores espirituales

En opinión del Dicasterio para el Clero, “se trata de un instrumento muy útil para la maduración humana integral. No tiene sólo la función de descartar posibles patologías, sino principalmente está orientado a ayudar a conocer la propia psicodinámica con sus fortalezas y debilidades, para trabajarlas durante el tiempo formativo con el apoyo de instrumentos pedagógicos oportunos en las cuatro dimensiones”.

El Papa y los seminaristas de Sevilla
El Papa y los seminaristas de Sevilla

Pero junto con esto, advierte también el Dicasterio de algo que ha llamado la atención de los visitadores apostólicos uruguayos durante su inspección al conjunto de los seminarios españoles: “Los informes presentados por los visitadores dan cuenta de situaciones muy variadas de dirección espiritual y, en algunos casos, que un mismo candidato tiene más de un director espiritual al mismo tiempo”.

Más mujeres en los seminarios

La experiencia confirma que una buena dirección espiritual en la vida del Seminario es determinante para la eficacia del proceso formativo, sentando las bases para su cultivo en la formación permanente. Por eso, parece necesario recalcar que tal como lo afirma el n° 206 de la RN: ‘La dirección espiritual se vuelve aquí 'un instrumento privilegiado para el crecimiento integral de la persona’”, destaca el protocolo, que insta a que, “con conocimiento del Rector, cada seminarista elegirá libremente un director espiritual entre los sacerdotes designados por el Obispo” y su encuentro con el director espiritual “no debe ser ocasional, sino sistemático y regular”.

Además, en ese proceso de maduración humana y afectiva, y para que los seminaristas no vivan encerrados en burbujas, “se debe procurar que personas consagradas, hombres y mujeres, tomen parte en la comunidad educativa”, así como, en este mismo sentido, “procurar la presencia de fieles laicos, feligreses de las parroquias u otras realidades eclesiales de base, tanto de los lugares de origen de los seminaristas como de donde ellos desarrollan experiencias pastorales, [que] asuman responsabilidades en la comunidad educativa: profesores; especialistas en ciencias humanas, en particular psicólogos y médicos, etc.”.

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