"Vivimos en una cárcel sin muro", denuncian los obispos canarios, que exigen atención y acogida para los jóvenes migrantes "Canarias no es una cárcel de jóvenes, Canarias es España"
"No podemos afrontar solos esta realidad", resaltó Mazuelos, quien pidió al resto de obispos españoles que acogan a los menores que dejan de serlo y, por tanto, dejan de estar tutelados y, así, "despertar la conciencia de la sociedad y las administraciones"
"Canarias no es una cárcel de jóvenes. Canarias es España, y quien está en territorio español tiene derecho a moverse por todo él", incidió Mazuelo, denunciando la existencia de "campos de refugiados" en las islas, "porque los migrantes siguen llegando", y "quieren salir de esta 'Lampedusa'"
Los obispos canarios acuerdan "instar a los gobiernos y administraciones públicas concernidas, a poner ya los medios para retomar las derivaciones de menores o jóvenes migrantes ex tutelados o en situación de emergencia, a programas de inserción en otras Comunidades Autónomas"
Apelan a "la solidaridad del conjunto de la Iglesia" para que, como ocurrió en el caso de los refugiados ucranianos, se impulsen "corredores de hospitalidad" para integrar a jóvenes ex tutelados, y así "responder a los vacíos del sistema de protección e integración"
"No se puede señalar con el dedo a los menores inmigrantes"
Los obispos canarios acuerdan "instar a los gobiernos y administraciones públicas concernidas, a poner ya los medios para retomar las derivaciones de menores o jóvenes migrantes ex tutelados o en situación de emergencia, a programas de inserción en otras Comunidades Autónomas"
Apelan a "la solidaridad del conjunto de la Iglesia" para que, como ocurrió en el caso de los refugiados ucranianos, se impulsen "corredores de hospitalidad" para integrar a jóvenes ex tutelados, y así "responder a los vacíos del sistema de protección e integración"
"No se puede señalar con el dedo a los menores inmigrantes"
"No se puede señalar con el dedo a los menores inmigrantes"
"Parece que las islas Canarias no es España (...). Tenemos una cárcel sin muro, donde tenemos que atender a menores en la calle sin trabajo, sin papeles, sin comida, sin nada. Después pondremos el grito en el cielo. Esos menores son fantásticos". El clamor de los obispos canarios, José Mazuelos y Bernardo Álvarez, ha resonado esta mañana en la sede de la Conferencia Episcopal.
En la actualidad, hay 2.235 menores tutelados, de los que 1.300 son atendidos por instituciones de la Iglesia, y que no pueden llegar a la Península, por esa 'cárcel sin muro' en que se ha convertido el archipiélago. "No podemos afrontar solos esta realidad", resaltó Mazuelos, quien pidió al resto de obispos españoles que acogan a los menores que dejan de serlo y, por tanto, dejan de estar tutelados y, así, "despertar la conciencia de la sociedad y las administraciones".
"La Iglesia en las islas Canarias constata con preocupaciòn este gran desafío, agravado por el factor insular y de frontera europea del archipiélago, que puede ser utilizado como cárcel sin muros donde contener a jóvenes migrantes a los que no se les facilita el tránsito a la Península o a otros paises de Europa", denuncia una nota, firmada por los obispos de Canarias y Tenerife.
"Salir de esta Lampedusa"
"Canarias no es una cárcel de jóvenes. Canarias es España, y quien está en territorio español tiene derecho a moverse por todo él", incidió Mazuelo, denunciando la existencia de "campos de refugiados" en las islas, "porque los migrantes siguen llegando", y "quieren salir de esta 'Lampedusa'".
En el escrito, los obispos canarios acuerdan "instar a los gobiernos y administraciones públicas concernidas, a poner ya los medios para retomar las derivaciones de menores o jóvenes migrantes ex tutelados o en situación de emergencia, a programas de inserción en otras Comunidades Autónomas".
"Bombas de relojería social"
Al tiempo, apelan a "la solidaridad del conjunto de la Iglesia" para que, como ocurrió en el caso de los refugiados ucranianos, se impulsen "corredores de hospitalidad" para integrar a jóvenes ex tutelados, y así "responder a los vacíos del sistema de protección e integración". Unas medidas que tienen que autorizar las administraciones, especialmente en el caso de Canarias, donde "no podemos coger un coche e ir de un lado a otro". Hace falta, en este sentido, comunidades autónomas (y diócesis) dispuestas a acoger a estos jóvenes, y los permisos correspondientes, que no siempre llegan.
Todos los obispos, apuntó Xabi Gómez, del departamento de Migraciones, recibirán la semana que viene una carta del presisdente de la Comisión, José Cobo, para impulsar las mesas de hospitalidad, la acogida concreta. Al tiempo, como Iglesia española, se trasladará esta petición al ministro de Migraciones, José Luis Escrivá.
"Queremos promover transversalmente en la Iglesia la cultura de la hospitalidad", reclaman los prelados, qiuenes expresan a las administraciones "nuestra disposición al diálogo, junto con otros actore sociles, con el fin de contribuir a todo lo que favorezca procesos integrales de inclusión de menores y jóvenes migrantes que se encuentran ya en territorio español".
"Son bombas de relojería social", denunció Mazuelos. "Son jóvenes sin comida, sin trabajo y sin techo, y con una hstoria fuerte de guerra y violencia detrás", apuntó, advirtiendo de crecimiento del lenguaje del odio contra el emigrante en España. "No se puede señalar con el dedo a los menores inmigrantes", recalcó el obispo de Canarias. "Hay que prevenir antes que curar. Hoy tiene solución, no fomentemos eso, fomentemos la humanidad, la acogida, tratar a las personas con dignidad, formarlas y ayudarlas".
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