El hermano Papa Francisco  ha decidido que en el próximo proceso sinodal los laicos tengan voz y voto, y en particular las mujeres, que sois más de la mitad de la Iglesia. Es un gran paso, pero hay que dar muchos más, para que de una vez por todas se acabe vuestra discriminación y marginación absoluta en la Iglesia, que fue totalmente injusta con vosotras, lo que no hizo Jesucristo, que reservó para vosotras, y en particular para  Ma. Magdalena sus primeras apariciones de Resucitado y con el encargo de anunciarlo a los discípulos.

Tenéis que ir mucho más allá, sin pérdida de tiempo, en busca del diaconado, el sacerdocio, el episcopado y el papado, (suponiendo que al menos por un tiempo, siga este modelo de Iglesia, pero sea el modelo que sea, vosotras tenéis que estar siempre en paridad con los varones)  además de devolver la Iglesia al pueblo, porque la jerarquía se la había secuestrado, a fin de que la democracia entre de lleno en la Iglesia y la designación de las personas  para las distintas funciones esté en manos de las  Comunidades de Creyentes adultas y maduras en la fe en el seguimiento de Jesucristo para hacer en este mundo lo que El hizo para el bien de la Humanidad y la Creación.

Mil gracias hermano Francisco porque nos estás dando ánimos, esperanza e ilusión para trabajar por una Iglesia fiel y coherente con Jesús de Nazaret y su mensaje para luchar como El lo hizo y tu lo estás haciendo, Francisco, para un mundo mejor, pues es el mejor mensaje que ha conocido la historia de la humanidad.

Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino