"El mundo entero reza por Francisco" Chomali: "Es mucho lo que ilumina Francisco. Las velas encendidas en oración por él lo confirman"

"Las manifestaciones de afecto que recibe el Papa a diario reflejan lo que significa su presencia en el mundo. Creyentes y no creyentes y creyentes de distintas religiones le desean a Francisco a través de las redes sociales -y de miles de cartas que de seguro recibirá- que se mejore pronto"
"El Papa, con su enfermedad, nos enseña una vez más qué es lo importante, lo realmente importante. Y son los pobres, los sufrientes y desvalidos. No le ha faltado energía para llamar al párroco de Gaza día a día"
Las manifestaciones de afecto que recibe el Papa a diario reflejan lo que significa su presencia en el mundo. Creyentes y no creyentes y creyentes de distintas religiones le desean a Francisco a través de las redes sociales -y de miles de cartas que de seguro recibirá- que se mejore pronto. Las plataformas están repletas de mensajes con su foto, de cadenas de oraciones, de rosarios y misas. Hermoso y esperanzador ver a una figura que convoca, que une, que genera amistad entre las personas y los pueblos.
El Vicario de Cristo y sucesor de Pedro en todo su esplendor. Hoy, enfermo, con una neumonía según dicen los informes médicos, se suma a los sufrimientos de Cristo. Siempre con buen humor y buena disposición, no abandona la oración para pedir por los que más sufren, los que son víctimas de la guerra, de las deportaciones, y de tantas injusticias que hay en el mundo.
Él, con el olor a oveja que lo caracteriza, es uno más. Está viviendo en plenitud el ministerio petrino, viviendo su propio anonadamiento desde el lecho de enfermo y padeciendo lo que padecen millones de seres humanos en el mundo. Hoy, en medio de la debilidad que experimenta, aparece la grandeza de la redención de Cristo que dio la vida por cada uno de nosotros. El Papa Francisco la ha ido dando en cada momento de su vida como sacerdote, obispo y Papa. Su vida ha sido un servicio constante con salud o enfermedad.

El Papa no pudo asistir a un encuentro que tenía previsto en la cárcel de Roma. Se excusó. Los reclusos le dijeron que estaban rezando por Él. Personas privadas de libertad, muchos arrepentidos de sus delitos y el daño hecho, se unen en oración por quien encarna el perdón y la misericordia.
El Papa convierte un lugar inhóspito, donde la convivencia es compleja, en un lugar de oración. Eso es ser sal de la tierra y luz del mundo. En un mundo lleno de sí mismo y donde el éxito se mide en el hacer y en el tener, el Papa en su cama de enfermo humaniza el mundo del dolor, del sufrimiento, de la culpa, pero sobre todo de la redención que ofrece Jesús, el Señor.
El Papa con su enfermedad nos enseña una vez más qué es lo importante, lo realmente importante. Y son los pobres, los sufrientes y desvalidos. No le ha faltado energía para llamar al párroco de Gaza día a día
El Papa, con su enfermedad, nos enseña una vez más qué es lo importante, lo realmente importante. Y los son los pobres, los sufrientes y desvalidos. No le ha faltado energía para llamar al párroco de Gaza día a día. Esas conversaciones donde se experimenta en carne propia el misterio del mal manifestado en guerras, angustias, y hasta dudas, deben ser conmovedoras.
El Policlínico A. Gemelli con el Papa se ha ido convirtiendo en un santuario donde los mismos enfermos rezan por el Papa y donde muchas personas van a peregrinar. La figura de Francisco no deja indiferente. Y no puede ser de otra manera cuando ha dado pruebas de fortaleza y templanza para denunciar todo lo que ofusca la dignidad del ser humano, para terminar con los abusos que surgen del poder económico, y eclesiástico también.

Para Él, una Iglesia pobre para los pobres es la condición de posibilidad de una Iglesia fiel a Jesús, aunque ello implique persecución, difamación y desprestigio. Está claro que las palabras de Jesús de que hay que servir a Dios antes que a los hombres y que no se puede servir a dos amos, el dinero y a Dios, Francisco lo tiene grabado a fuego. Lo suyo es lo sencillo, lo humilde, lo comunitario, dicho en términos eclesiales, lo sinodal.
El Papa se va a recuperar y seguirá remando mar adentro. Y se va a recuperar porque he visto en Él una fortaleza sin igual que le viene del Espíritu Santo, tal vez con otro ritmo, no lo sabemos, pero con el mismo ardor que lo caracteriza, porque es un apasionado del Evangelio de Jesús, y por eso las personas de norte a sur rezan por su pronta recuperación.

Este tiempo en que los ojos del mundo están fijos en Él, el Dios de amor moverá muchos corazones al percibir que la vida es un don para convertirse en un don y que siempre, aún en medio de la enfermedad, se puede amar y se puede ser amado. El mundo se siente amado por el Papa, sin duda alguna, y el Papa también ama al mundo porque en todas partes está de alguna manera Jesús, que con su encarnación tocó todo lo humano y, cuando Él quiera y como quiera, se volverá divino.
En ese misterio insondable de la presencia de Dios en el mundo, el Papa lo ilumina. Las velas encendidas por doquier para entrar en un espíritu de oración lo confirman. Francisco, esperamos que te recuperes pronto. Nos recordamos con fuerza de tu constante “y no se olviden de rezar por mí”.
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