Dedicado a quienes creen fervorosamente en Dios - 2
| Pablo HERAS ALONSO
Creyente, duda una vez por lo menos: ¿no te parece que quizá no fue Dios quien creó al hombre, sino “el hombre quien creó a dios a su imagen y semejanza”?
Podríamos añadir otras contradicciones de tinte más siniestro que chocan descaradamente con el gobierno providencialista que Dios tiene sobre el mundo que, fuera de toda lógica y sin cabida en los términos de la contradicción filosófica, lo son de la vida.
Fijémonos en sólo nuestro siglo, el que nos ha correspondido, el XX: el genocidio armenio, el Holocausto judío, los “gulags” estalinistas, el exterminio de kurdos, las matanzas de Ruanda, las degollinas de Argelia, las hambrunas y revoluciones en Sudán, Etiopía, el Congo; los atentados N.Y., Madrid, la escuela rusa, la guerra de Siria...
¿Dónde estaba y está el Dios providente y omnipotente que cuida de sus criaturas? ¿Llorando de pánico en los verdes campos del Edén, asistiendo impotente al desmadre del mundo que, repitámoslo, dicen que él, sí, él, ha creado y mantiene? ¿No era éste su mundo?
Dios, en fin, es la gran contradicción, tan grande que no se resiste a sí mismo y, cuando el hombre piensa, Dios se evapora... ¡porque el pensamiento supone el destierro de los mitos! Hora est iam nos de somno surgere.
¿Y dicen que todo esto son palabras? Pues no. Uno debe ser consecuente con lo que su razón le dicta.
Por concluir y respecto a la sociedad que mantiene a Dios, es también algo fuera de razón
--que Dios necesariamente necesite administradores;
--que Dios sea tan pobre que tenga su sustento protector en estómagos agradecidos;
--que Dios se tenga que alojar en algún sitio, a ser posible catedral;
--que al que no comulga con dioses, antaño lo achicharraban y hogaño lo dejan sin sueldo;
--que, si Dios necesita secuaces, su formación se tiene que llevar a cabo precisamente en “ese” edificio sospechosa e “inmobiliariamente” productivo cuando se trueca por un hotel;
--que Dios es más efectivo si se tratan sus asuntos en cenas políticas entre magnates de la credulidad y políticos de la cuerda.
--Y, por último, que si Dios-persona-ente-rector de conciencias se esfuma del horizonte vital de uno, ¡¡no pasa absolutamente nada!! Todo lo contrario, se abrirán esos horizontes y aparecerá un cielo más radiante y azul.