Sonadas intervenciones del Espíritu Santo

Citábamos días ha renombrados próceres del misticismo que, evidentemente, se sintieron insuflados por el viento del Espíritu Santo; también estamos ciertos de que muchos fieles viven su fe según sus dictados, que, por otra parte, se sienten incómodos con la esclerosis burocrática eclesial.  

Pero hay otras áreas de influencia del Espíritu que, no es que él se sienta obligado a actuar, eso no, pero que sí le conciernen por prescripción de la misma Iglesia. Más bien que ésta ha deducido su intervención “a posteriori” porque, por otra parte, han recurrido a él con rezos, cánticos y plegarias: Sínodos, Concilios, elecciones, dilucidación de cuestiones agudas… 

Siempre hemos entendido que la más sublime intervención del Espíritu Santo se daba en los Concilios. Han sido éstos reuniones al más alto nivel de donde emanaba toda la doctrina que luego los fieles debían creer y acatar. Es lógico pensar que sin la intervención del Espíritu, el sesgo doctrinal podría haber sido otro o hubiera sido errático.

No es nada edificante saber que las ideas --luego dogmas-- de los primeros concilios, los más decisivos respecto a la doctrina a creer, son fruto de presiones, amenazas, palizas, destierros, persecuciones e incluso guerras. Y origen de herejías a la contra. Casi todos.  

Todo ello está documentado y basta con escarbar en "su" historia, en mi caso la "historia criminal del cristianismo" según escritos con el mismo título del fallecido K.H. Deschner.

  • En Nicea (325) fue decisiva la presencia amenazadora del Emperador, a la vista de tanta discordia, no siempre verbal, para imponer una determinada redacción del Credo;
  • - en Constantinopla (381) Teodosio I, con su autoridad "teológica" –pensemos más bien en la otra-- sancionó las decisiones del Concilio como válidas;
  • - en Efeso (431) Cirilo llevó a un grupo de monjes "convincentes" para ayudar a la aprobación de las propuestas "ortodoxas";
  • - de nuevo en Efeso (449) Dióscoro llevó a otro grupo de presión para que los obispos firmaran en blanco y además pateó y propinó una paliza al opositor Flaviano;
  • - en Calcedonia (451) también actuaron de forma convincente la presión, el chantaje y la compra de votos...

¡Qué reuniones más emotivas e “inspiradas” por el E.S. aquellas primeras!  Los “patres conscripti” de sucesivos concilios podrían decir mucho sobre los intríngulis que afectaron sus reuniones para dar a luz tantos y tantos decretos provechosos para la Iglesia, con súplica previa al Espíritu.

En fin, que el "credo" y demás verdades fundamentales que han constituido condicionado en un grado muy alto la vida de occidente, no son iluminación del Espíritu Santo o profesión de fe sino más bien un prodigio... ¡un prodigio de malas artes, corrupción y podredumbre cultural, todo con el sano propósito de controlar la Iglesia recién nacida, de imponer Roma sobre Constantinopla y Alejandría, de lograr la mayor tajada en el banquete del Imperio!

¿Dónde estaba el Espíritu Santo? Quizá reservado para los fieles de a pie que sí creían en su carismático cauterio.

29 abril de 2023

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