En el río de la maldad humana: justificación y remedios ineficaces.
| Pablo Heras Alonso.
Diciendo que son humanos como los demás parece que justifican las malas conductas de personas que, por profesión, han de ser buenos --obispos avariciosos o ladrones, curas pederastas, clérigos embaucadores, canónigos lascivos...—, y que se debe perdonar. ¿Cómo entender. justificar y luchar contra la maldad del hombre normal?
Contra esta maldad lucha más eficazmente la visión racional de la convivencia humana regida por leyes. Dichas leyes derivan de una primera, la del sentido común; con el corolario en que se concreta, las leyes del Código Penal.
Dicha racionalidad lleva a ver el bien y poner los medios para generarlo; y lucha contra el mal, con leyes que pretenden ser justas, aunque el mal esté presente y se regenere en sus múltiples formas, todas fruto de los “intereses” y “egoísmos” particulares o sociales.
Me reafirmo en la “simpleza” de “más de cinco mil años constatados de creencia frente a doscientos de racionalidad” como origen o no de sociedades más organizadas, justas, equilibradas, progresistas, pacíficas, etc.
Inútil es discutir sobre si Europa es lo que es, ahora, gracias o a pesar de la credulidad cristiana. Es cuestión de puntos de vista. ¡Claro que la Europa actual deriva de la Europa cristiana! ¡No había otra!, Pero ¿se dan cuenta de que aquélla estuvo durante siglos secuestrada por la religión? La moral y la conducta se regían por leyes emanadas de la religión.
JP-2 dijo que “España ha sido fecundamente cristiana” y yo le contesté en mi interior y en RD: “¿Pero dejaron que fuera otra cosa?”.
Quede esto bien claro: tanto credulidad como humanismo denuncian el mal, pero sólo la racionalidad pone el remedio REAL y EFECTIVO para superarlo.
Encomendarse a Dios, que no es sino expresar deseos, y pedir perdón, que es un brindis a la irresponsabilidad, no curan al mundo. En otras palabras, la organización social por leyes racionales y estados laicos, FUNCIONA; la organización social limosnera, caritativa y orante, NO FUNCIONA.
Exagerando mucho, es la diferencia entre un sistema de becas para formación de técnicos en un Estado bien organizado, frente a asilos, comedores y morideros de Teresa de Calcuta. Que, tal como está el mundo, esta atención se ve como necesaria: por supuesto, pero hablamos de principios....