Álex Serra: "Estamos muy contentos con el resultado" 'Har Tabor Worship Music': el espacio juvenil que une música, oración y vida interior en Terrassa
"Los jóvenes que vivimos la fe en Terrassa, trabajamos unidos y no entendemos de polarizaciones", comenta el sacerdote Álex Serra, delegado de juventud del obispado egarense
"Si no nos ponemos las pilas y activamos a todos los jóvenes, tanto los que se sienten cercanos a la Iglesia como los que no, estamos llamados a morir", dice, y añade que al festival acudieron jóvenes creyentes y no creyentes
"El obispo", dice, "contento y feliz" con el resultado de nuestro esfuerzo
"El obispo", dice, "contento y feliz" con el resultado de nuestro esfuerzo
| Xavier Pete Vega
Según la tradición cristiana, en la cima del monte Tabor (en hebreo, Har Tabor), ubicado en Galilea, es donde hubo la transfiguración de Jesús. Este nombre, sin embargo, tiene otra acepción desde el pasado 5 de octubre, cuando la localidad de Montmeló acogió a un millar de jóvenes de todos los territorios de habla catalana (e, incluso, de Estados Unidos) con motivo de la primera edición del Har Tabor Worship Music, un festival de música y espiritualidad promovido por la Delegación de Juventud de Terrassa, formada por decenas de voluntarios.
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Aún con la necesidad de digerir un evento que “superó todas las expectativas iniciales”, el delegado de juventud del obispado egarense, el sacerdote Alex Serra, valora notablemente esta participativa celebración, considerada una puerta para todos los jóvenes de ésta y otras diócesis a la hora de "formar parte de la unidad que jóvenes y adolescentes hemos logrado crear bajo la mirada de la madre Iglesia", sostiene.
-¿La unión hace la fuerza?
-Sí, y ahí se ha demostrado. Después de un año y medio trabajando para que este evento saliera de la mejor manera posible y para que los jóvenes sintieran atracción por seguir al Señor, estamos muy contentos con el resultado obtenido. Y, ciertamente, creo que la unión de todos los jóvenes fue determinante para conseguirlo; fue, en cualquier caso, un regalo de Dios. Todo el equipo organizador le damos gracias por habernos permitido hacerlo.
-Consiguieron que viniera desde Estados Unidos el cantante de música cristiana Evan Craft, que tiene más de dos millones de seguidores en Youtube.
-Vino expresamente y aprovechó que estaba en Catalunya para hacer alguna otra actuación más para que su música de alabanza a Jesucristo pudiera llegar a mucha más gente en recesos y templos parroquiales. Para verlo en carne y hueso vino, incluso, una familia de la Iglesia evangélica, de la que uno de sus hijos es un auténtico seguidor de este cantante.
-Y, dígame, ¿cómo se les ocurrió la idea de hacer este macroencuentro?
-Pues vino una chica y me lo propuso. "Montamos un festival de música cristiana en Terrassa", me dijo. Y dicho y hecho: el obispo Salvador Cristau lo vio con buenos ojos después de exponerle la cuestión con algo más de forma y nos pusimos a trabajar con ella. También nace de la voluntad que tiene cualquier joven cercano a la Iglesia, que no es otra que tener en ella voz y sentir que el Señor también tiene un espacio para él.
-Al obispo, que también participó, se le vio contento.
-Contento y feliz. Es consciente de que todas las personas que formamos parte de esta delegación juvenil, del primero al último, dedicamos mucho tiempo y muchos esfuerzos por conseguir y hacer realidad grandes propósitos, como éste. Sentimos los colores, realmente, como cualquier aficionado al fútbol que también los siente por su equipo preferido; esto es lo que está pasando aquí, ya que todo el mundo nota como ésta y otras actividades les tocan el corazón.
-¿Qué podían encontrarse los jóvenes que participaron?
-Todos ellos participaron en una catequesis conjunta y, posteriormente, disfrutaron de las canciones de los grupos musicales cristianos Tuyo, de Barcelona; Ruah, de Madrid, y, como decíamos, de Evan Craft. Tres conciertos al aire libre que se combinaron —encima del escenario, convertido en un presbiterio—, con una adoración al Santísimo, con una celebración de la misa, que yo y otros sacerdotes jóvenes concelebramos, y con la posibilidad hablar con un cura para confesarse. De hecho, había ocho curas confesando en el interior de tres tiendas de campaña ubicadas por todo el recinto.
-¿Había jóvenes que nunca van a misa?
-Sí. ¡Muchos! Y esto es lo que queremos transmitir, también; si no nos ponemos las pilas y activamos a todos los jóvenes, tanto los que se sienten cercanos a la Iglesia como los que no, estamos llamados a morir. Nosotros sólo somos el lápiz en manos de Dios, que obra a través nuestro, y, cuanto más seamos, mayor será el resultado. Encuentros como éste son momentos de gracia, en los que encuentras a la comunidad reunida celebrando la eucaristía y un momento en que el Señor regala clarividencia en el alma de los jóvenes. Por eso, se esperan próximas ediciones de Har Tabor, y no descartamos que sea más allá de Catalunya, ya que se ha llegado a oídos de mucha gente.
-¿Ustedes notan un giro a la derecha entre los adolescentes y jóvenes actuales dentro y fuera del ámbito de la Iglesia, del que habló el párroco del Seminario de Barcelona, Salvador Bacardit, en una entrevista?
-Aquí se vive todo muy diferente y lo indiscutible que predomina en Terrassa es, sobre todo, la unidad entre los jóvenes. Existe una unidad que es un regalo, fruto de un trabajo de muchas generaciones. La polémica siempre saldrá, pero lo que conviene es dejar los ideales a un lado para trabajar por el Señor. Los jóvenes de Terrassa no entienden de polarizaciones, y éste es uno de los motivos que nos permiten vivir un momento importante; un momento en el que, a pesar de los problemas de la vida humana actual, podemos seguir el rumbo del Evangelio.
Har Tabor: més de 500 joves de la diòcesi pregant, gaudint de la música cristiana, celebrant l’Eucaristia presidida pel #BisbeSalvador, a #Montmeló. Gràcies a la #DeleJove per fer-ho possible! pic.twitter.com/Nc6Yf9zDw6
— Bisbat de Terrassa (@BisbatTerrassa) October 6, 2024