"Conviértete y cree en el Evangelio"
Primer domingo de Cuaresma,2024
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Primer domingo de cuaresma
“Conviértete y cree en Evangelio”
Evangelio: MC 1,12-15:
En aquel tiempo el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles lo servían. Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”
Para meditar:
“Conviértete al Evangelio” es lo que nos dijo el sacerdote haciendo en nuestra frente signo de cruz con ceniza. Es la invitación que hoy nos hace Jesús: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio". No dice convertíos a una divinidad que está en el cielo, celosa de su honor, y dispuesta a cargar contra nosotros pecadores. Pide la conversión al Evangelio, buena noticia: Dios está actuando en el mundo como amor y creando fraternidad entre todos; convertíos a este reinado de Dios. No por miedo a que la divinidad os castigue, sino seducidos por la buena noticia, como el que descubre una perla preciosa y para conseguirla, “con gran alegría, vende todo lo que tiene.
Los humanos necesitamos que nos valoren y reconozcan; por eso tratamos de justificarnos ante los demás; llegamos tarde a una reunión y tenemos que sacar una disculpa. Pero ¿cómo justificarnos o ser aceptables de verdad en este tiempo de Cuaresma?
Hay dos posturas.
Unos esperan la justificación como paga de sus obras y de sus méritos; siguen el ejemplo ejemplo del fariseo que ora en el templo, esgrimiendo todas las obras buenas que hace. Piensan que la conversión cuaresmal se reduce a multiplicar las mortificaciones y sacrificios.
Otros en cambio entienden la conversión cuaresmal desde una experiencia mística y profundización en la misma. Como el publicano que arrodillado en el templo, confía en la misericordia divina. Experimentan que son gratuitamente amados y acompañados por Dios, presencia de amor que los origina y suscita el deseo de amar a los otros. Se sienten justificados no por las obras sino por la fe o confianza. También hacen las obras buenas; pero no para justificarse ante Dios, sino como expresión de saberse ya justificadas.
Cuando Jesús pide la conversión al reino de Dios que seduce, está diciendo que la clave y la raíz de la ascesis tiene que ser la fe o experiencia mística. No digo que actualmente los cristianos no estemos cayendo en aburguesamiento. Pero creo que hoy en la Iglesia la crisis fontal es de fe, confianza o experiencia mística. Para intensificar esa fe o experiencia, la Cuaresma puede ser tiempo oportuno.