"Un hombre de bondad infinita, que iba 'siempre buscando a Dios entre la niebla’" Palabras de un hombre bueno y sincero
"Antonio Machado, el poeta más querido y más leído en España, tenía razón"
"Ahora, 'tambien la verdad se inventa'. Ya no sirve la mentira como virtud. No es democrático relacionarse con la ciudadanía mediante la manipulación y la propaganda"
"'Algo no ha cambiado: la capacidad de destrozarnos, la terca embestida humana, el jolgorio del odio de bando a bando'" (Antonio Lucas).
"Reina 'la polarización, el apocalipsis ideológico, la pasión que hace negar el pan y la sal al adversario' (Savater)"
"¿Cómo se puede calificar tales comportamientos de progresistas?"
"Si entendiésemos estas palabras de Machado, es posible que rebajásemos la tensión del eterno conflicto español"
"Está en juego (¡qué nadie lo ignore!) la posibilidad de retornar al sistema democrático"
"'Algo no ha cambiado: la capacidad de destrozarnos, la terca embestida humana, el jolgorio del odio de bando a bando'" (Antonio Lucas).
"Reina 'la polarización, el apocalipsis ideológico, la pasión que hace negar el pan y la sal al adversario' (Savater)"
"¿Cómo se puede calificar tales comportamientos de progresistas?"
"Si entendiésemos estas palabras de Machado, es posible que rebajásemos la tensión del eterno conflicto español"
"Está en juego (¡qué nadie lo ignore!) la posibilidad de retornar al sistema democrático"
"¿Cómo se puede calificar tales comportamientos de progresistas?"
"Si entendiésemos estas palabras de Machado, es posible que rebajásemos la tensión del eterno conflicto español"
"Está en juego (¡qué nadie lo ignore!) la posibilidad de retornar al sistema democrático"
"Está en juego (¡qué nadie lo ignore!) la posibilidad de retornar al sistema democrático"
Este año, recién estrenado, hace 150 años que nació, en Sevilla, Antonio Machado (el 26 de julio de 1875). Fue de hecho el poeta más querido en España, el más leído y el más joven representante de la generación del 98. Hombre de bondad infinita, que iba ‘siempre buscando a Dios entre la niebla’.
Entre 1907 y 1912 descubrió Soria, mi tierra en torno al Duero, y nos la devolvió en palabras plenamente verdaderas, sinceras, auténticas, esenciales. Palabras, todavía válidas para interpretar la realidad de España (su ‘preocupación patriota’), ‘lo esencial humano’, que las generaciones actuales tienden a olvidar. Y, sin embargo, como él mismo dijo en 1917, ‘nuestros ojos están cargados de razón’. ¡Qué pena!
"Se miente más de la cuenta / por falta de fantasía: / también la verdad se inventa". Y añadía: "¿Dijiste media verdad? / Dirán que mientes dos veces / si dices la otra mitad".
Los tiempos aquellos de Machado eran muy diferentes a los actuales. Es cierto. Pero, no lo es menos que algo esencial de entonces permanece. Diría que sigue vigente en plenitud. Ahora, ‘también la verdad se inventa’. La mentira como virtud ya se ha demostrado que no sirve. Nunca he entendido cómo se puede intentar construir una sociedad democrática sobre la base de la mentira, aunque sea pequeña. ‘La democracia depende del desacuerdo, la democracia es discusión, siempre lo ha sido’ (Salman Rushdie). En la cultura de lo woke (Foucault, uno de los culpables de su florecimiento), que impera por doquier, el gobierno actual, presuntamente, se relaciona con los ciudadanos mediante la manipulación y la propaganda (cf. Arendt, La mentira en política). ¡Vaya panorama! ¡Vaya complicidad! ¡Cambiamos democracia por autocracia!
“Los ojos siempre turbios de envidia o de tristeza,/ guarda su presa y llora la que el vecino alcanza;/ ni para su infortunio ni goza su riqueza;/ le hieren y acongojan fortuna y malandanza”.
Decía el otro día Antonio Lucas que “algo no ha cambiado: la capacidad de destrozarnos, la terca embestida humana, el jolgorio del odio de bando a bando”. Sin duda. Siempre ha sido así. Ahora lo vemos a diario. Reina “la polarización, el apocalipsis ideológico, la pasión que hace negar el pan y la sal al adversario” (Savater). El año que nos espera es de aúpa. Todo está dispuesto. Sánchez lo necesita más que nunca. Se ha iniciado el año jubilar en homenaje al dictador Francisco Franco, con más de 100 eventos. Sabe a qué juega: a tapar la situación ante los tribunales, a acobardar a la derecha, a sembrar la confusión más extrema y, sobre todo, a “mantener alineado y en estado de guerra permanente al 30% de los españoles que aún sigue confiando en ellos” (Calderón). ¡A esto se le llama ‘progresista’!
Uno intenta sacar lo mejor de sí y suscitar en los demás las dosis necesarias de esperanza en el futuro. Pero, Machado, a la vista de nuestra propia historia, llevaba razón. No caben ilusiones. La realidad, la verdad, se impone:
“Abunda el hombre malo del campo y de la aldea,/capaz de insanos vicios y crímenes bestiales,/que bajo el pardo sayo esconde un alma fea,/esclava de los siete pecados capitales.
Cuesta, y mucho, entender estas palabras, aunque sean tan esenciales. Como, asimismo, son muy duras estas otras del mismo Machado: ‘-no fue por estos campos el bíblico jardín-/ (…) un trozo de planeta/ por donde cruza errante la sombra de Caín’./ Si, a pesar de todo, lo lográsemos, comprenderíamos mejor, como ha dicho Antonio Lucas, ‘el eterno conflicto español’. ¡Ojalá!
Por desgracia, VOX saldrá en su ayuda, como siempre. No aporta otra cosa. El PP deberá huir de las ‘trampas y provocaciones’ a que se verá sometido por la izquierda y la derecha radicales. Deberá, como le sugiere César Calderón,“hablar de forma incansable, cada día, cada hora, cada minuto y desde todas sus terminales de los problemas reales de los españoles reales, esos a los que cada trimestre se les va a hacer más complicado tragarse esta infame sopa de bilis que les propone el Gobierno”.
Está en juego (¡qué nadie lo ignore!) la posibilidad de retornar al sistema democrático. Es tarea de todos y cada uno. La solución no vendrá de fuera.
Etiquetas