Nueva novela del autor de "El niño con el pijama de rayas" Boyne: "Asistí a una escuela católica y presencié muchos actos de violencia y abusos sexuales durante varios años"
"Las huellas del silencio" trata sobre los abusos sexuales a menores en la Iglesia irlandesa
Frente a los pocos que le acusan de atacar a la Iglesia, Boyne señala que quiso escribir "un libro que no fuera ni un ataque ni una defensa, sino un estudio"
Considera que la "creciente secularización" de su país deja sin sentido que la Iglesia tenga "un dominio tan grande sobre el pueblo y el gobierno"
Considera que la "creciente secularización" de su país deja sin sentido que la Iglesia tenga "un dominio tan grande sobre el pueblo y el gobierno"
| RD/EFE
El escritor John Boyne, autor de "El niño con el pijama de rayas", se adentra por primera vez en su Irlanda natal en "Las huellas del silencio", novela sobre los abusos sexuales a menores con la que quiso hacer "un estudio de cómo la Iglesia ha tratado a la sociedad y a los que trabajan dentro".
Sobre su primera incursión literaria en Irlanda, Boyne asegura en una entrevista con Efe: "Da la impresión de que mi imaginación siempre me ha llevado fuera de Irlanda y yo sentía que no debía escribir sobre mi propio país hasta que tuviera una historia que realmente me apeteciera contar".
Y añade: "Me alegro de haber esperado, porque la razón por la que escribí este libro es que la cuestión del abuso de niños por parte del clero en Irlanda era muy importante para mí y al mismo tiempo no había sido explorada por muchos otros escritores".
Frente a los pocos que le acusan de atacar a la Iglesia, Boyne señala que quiso escribir "un libro que no fuera ni un ataque ni una defensa, sino más bien un estudio de cómo la Iglesia ha tratado a la sociedad en su totalidad y a los que trabajan dentro de su sistema".
Considera que la "creciente secularización" de su país deja sin sentido que la Iglesia tenga "un dominio tan grande sobre el pueblo y el gobierno como el ejercido durante tantos años, especialmente considerando el enorme daño que han causado en ese período".
El dublinés, de 49 años, vierte sus propias experiencias mientras crecía y la relación de su familia con la Iglesia
En "Las huellas del silencio" (Salamandra), Boyne, dublinés de 49 años, vierte sus propias experiencias mientras crecía y la relación de su familia con la Iglesia y, "aunque la mayoría de las familias de Irlanda sostenían que eran religiosas, era simplemente porque iban a misa todos los domingos" y no está seguro "de que la gente observara estrictamente las reglas católicas".
Sin embargo, Boyne describe gráficamente esa sensación opresora: "¡El vecino de la puerta de al lado era el párroco y del otro lado vivían ocho monjas! Asistí a una escuela católica y presencié muchos actos de violencia y abusos sexuales durante varios años".
Uno de los personajes principales, el padre Yates, da clases en el Terenure College, que era la antigua escuela de Boyne, de modo que tuvo abundantes experiencias en las que inspirarse: "Sufrí malos tratos y abusos en esa escuela y las acciones de muchos de los profesores de la novela se basan en las que yo mismo presencié en la vida real", confiesa.
"Sería fácil escribir una novela sobre un monstruo, un pedófilo impenitente que se aprovecha de los vulnerables sin el más mínimo arrepentimiento, pero para mí el reto consistía en escribir una novela sobre el otro sacerdote, el genuino que ha dedicado su vida a la caridad y que termina siendo traicionado por la institución en la que creía y los colegas en los que confiaba", añade.
Esa introspección más personal, hasta ahora inédita en su trayectoria literaria, continuó en su siguiente novela, "The heart's invisible furies" (2017), inédita en España.
De los abusos de la Iglesia, atribuye Boyne a las familias "mucha responsabilidad" y su objetivo era que "aquellos que defienden constantemente a la Iglesia reconocieran los crímenes cometidos durante todos estos años, que aquellos que condenan constantemente a la Iglesia reconocieran que hay buenas personas que han dedicado la vida a esa institución y que aquellos que son cómplices de sus crímenes lo admitieran".
Asegura el autor que "muchas familias sabían lo que estaba pasando pero no hicieron nada al respecto", por miedo o por impotencia, y siente "un poco de compasión por esas familias sumidas en el desconcierto que querían proteger a sus hijos pero no sabían cómo hacerlo". Por ello, cree que "no se puede juzgar a todos y a todas las cosas según los estándares de 2020".
Siente menos compasión por los profesores laicos, particularmente los de su escuela, porque "estaban en posición de impedir los abusos físicos y sexuales y no lo hicieron por conservar su trabajo".
La novela aparece en España seis años después de su publicación original en Irlanda, pero Boyne cree que en este tiempo "se están empezando a producir cambios considerables en la Iglesia, con Francisco, el papa más progresista y decente probablemente de los últimos siglos, que cree realmente en el concepto de la cristiandad, de ayudar al prójimo, en lugar de limitarse a dirigir una organización financiera mundial".