Buscando siempre los puntos de encuentro, también mediante el poder de la lectura Ecumenismo: la semana de oración, a través de los libros de Paulinas

El lema de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, en este año 2022, es: «Hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo» (Mt 2,2). Los Magos que han seguido a la estrella son el símbolo de la diversidad de los pueblos que anhelan un mundo mejor, más fraterno, en paz y justicia, y que ofrece un Niño recién nacido, desde su pequeñez y vulnerabilidad, cuando se deja guiar por la luz de un Dios y Padre que ama a toda la humanidad.

En este sentido el ecumenismo desea que compartamos y nos dejemos iluminar mutuamente por las estrellas que han guiado a las diferentes Iglesias cristianas, y que están llamadas a mostrar en comunión y diálogo el auténtico rostro de Cristo, desde su seguimiento, la práctica de las Bienaventuranzas y el compromiso por construir el Reino de Dios en la realidad del mundo de hoy.

Para empezar a conocer este tema, Manuel González Muñana, en su libro Iniciación al Ecumenismo y al Diálogo Interreligioso ofrece a las distintas comunidades cristianas, de manera sencilla y asequible, unos rudimentos necesarios para una iniciación ecuménica básica, que les motive a un compromiso ecuménico posterior de formación y testimonio.

También de este autor es el libro Ecumenismo: de la unidad perdida a la plena unidad posible, en el que analiza de forma resumida las rupturas que se fueron sucediendo entre los siglos V y XVI en las distintas Iglesias cristianas, y el arduo proceso de encuentros y diálogo que se ha dado a lo largo de la historia para superar esta división y volver a la unidad inicial. 

Para acabar con esta historia de desencuentros y para que la estrella de la unidad se hiciera visible y cambiara la relación entre las Iglesias separadas, en 1964 se produjo el histórico abrazo entre Pablo VI y Athenágoras I en Jerusalén, sellando así un nuevo amanecer para las relaciones entre la Iglesia Católica y la Ortodoxia, que supuso el levantamiento de las mutuas excomuniones que las separaban. Este hecho es el trasfondo que presenta el libro El abrazo de Jerusalén, en el que se analizan las complejas negociaciones que llevaron a este histórico encuentro.

Y una experiencia ecuménica concreta, en la línea de la práctica del ecumenismo de la comunidad de Taizé, es la de Minke de Vries, desde el monasterio ecuménico de Granchamp, que se relata en el libro Hacia una gratuidad fecunda, y que nos ofrece un magnífico testimonio de acercamiento, comprensión y oración en común entre las diferentes Iglesias cristianas, junto a una búsqueda permanente de la estrella que nos ofrece Jesús y que produce como fruto la paz, el diálogo y el respeto profundo hacia las distintas religiones.

Por todo esto es tan necesario seguir trabajando y creyendo en la estrella de un verdadero ecumenismo, buscando siempre los puntos de encuentro más que los que nos separan. Practicándolo en nuestra vida concreta. Y haciendo del diálogo y la paz entre las Iglesias cristianas y las religiones una forma de vida, para construir un mundo reconciliado, más fraterno y armonioso.