El teólogo jesuita presenta este jueves "Cuidar la vida", primer libro de la colección RD-Herder Juan Masiá, sj: "Es necesaria una ética dialogante, responsable y plural"

Religión Digital, en coedición con Herder, va a publicar el nuevo libro de Juan Masiá, sj sobre bioética, "Cuidar la vida. Debates bioéticos", que se presenta este jueves, a las siete de la tarde, en el Colegio Mayor Chaminade (Paseo Juan XXIII 9 de Madrid. Metro Metropolitano). Dice el autor que su libro nace de tertulias sobre vida y ética. Nos metemos en su tertulia para hacerle preguntas que sirvan para la presentación del libro.

Juan, lo primero de todo, a bocajarro, ¿cuál es la novedad, lo más original de tu libro?
No quiero presumir de originalidad. La mayoría de los enfoques son tan tradicionales como el de nuestros moralistas clásicos: El razonamiento de Francisco de Vitoria para respetar la dignidad en el morir y renunciar a la prolongación sin sentido de la vida; la flexibilidad de Tomás de Aquino para admitir excepciones hasta en los principios más sagrados, con tal de respetar las circunstancias de las personas; o la lucidez de Suárez para no confundir el delito con el pecado y no usar la ley penal para controlar la moralidad.

Estás citando a teólogos. ¿Escribes para un público creyente?
No, al contrario, escribo para un público semejante al que participaba en las tertulias que dieron lugar a estos ensayos. Un público plural, unas personas más tradicionales y otras más revisionistas, unas creyentes y otras no creyentes, algunas que ocupaban asientos muy opuestos en los dos extremos del arco parlamentario, ... pero con un punto en común: creer en el diálogo sin crispación, tomando en serio la ciencia y la búsqueda del consenso ético, sin presiones de afiliación política o dogmatismos religiosos. Y converger en unos criterios y valores básicos, aunque se discrepe en sus aplicaciones.

¿Una ética del consenso, la conciliación o el compromiso?
Más exactamente, daría tres claves: una ética dialogante, responsable y plural. Dialogante y no dogmática (ni política, ni ideológica, ni religiosamente). Responsable, es decir, que responde a la llamada de la propia conciencia para respetar la dignidad de las personas y la justicia de sus relaciones. Y plural: capaz de admitir diferentes respuestas, igualmente correctas, a problemas semejantes; capaz de sacar de los mismos principios diferentes conclusiones según las circunstancias.

¿Un ejemplo?
Imagínate que ese público ideal está debatiendo sobre la legalización del matrimonio homosexual. Puede haber diversidad de pareceres acerca de la conveniencia de su legalización; o acerca de si debe llamarse matrimonio o no; o acerca de su base antropológica o de su valoración desde perspectivas religiosas. No es de extrañar esa diversidad, pues son cuestiones controvertidas que no están cien por cien resueltas definitivamente, son discutibles y debatibles. Sin embargo, ese público plural, capaz de expresar con claridad sus pareceres y contrastarlos con los opuestos sin renunciar a ellos, puede converger responsablemente en una doble conclusión; que hay que respetar incondicionalmente la dignidad de las personas y sus relaciones, sin la más mínima discriminación por razón de su orientación sexual y que no es razonable manifestarse con agresividad contra lo que legisle sobre el tema el consenso democrático en una sociedad plural.

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