Presentación de ‘Mujeres sacerdotes, ¿cuándo?’ (Desclée), coordinado por Arana y Baracco María José Arana: "Reivindicamos el sacerdocio no por rebeldía ni por ansias de poder, sino por un acto de amor"
Presentación de ‘Mujeres sacerdotes, ¿cuándo?’ (Desclée), coordinado por Arana y Baracco en la sala O'Lumen de los dominicos de Madrid
“Damos gracias por todo lo que hemos aprendido de José María Castillo, amigo de todo el mundo y partidario del sacerdocio femenino”, explicó María José Arana
"¿Por qué una mujer puede ser Jefa de Estado y no puede ser sacerdotisa?", se pregunta, en el libro, el recientemente fallecido José María Castillo
Como explicaba Adelaide Baracco, “el libro nació del gozo y del dolor de una vocación discernida al ministerio presbiteral, desde el amor a la Iglesia y desde la denuncia”
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"¿Por qué una mujer puede ser Jefa de Estado y no puede ser sacerdotisa?", se pregunta, en el libro, el recientemente fallecido José María Castillo
Como explicaba Adelaide Baracco, “el libro nació del gozo y del dolor de una vocación discernida al ministerio presbiteral, desde el amor a la Iglesia y desde la denuncia”
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Ya no preguntan por el qué, ni por el cómo, ni por el dónde. Sólo preguntan por el cuándo va a poner fin la Iglesia católica a esta discriminación femenina que clama al cielo. Ya no buscan tanto las razones teológicas o eclesiológicas que les permitan acceder al altar, sino que reivindican simple y llanamente ese derecho, para adecuarse a los ‘signos de los tiempos’ y cerrar la enorme herida que supura sangre y dolor desde tiempos de Jesús y de la postergada María Magdalena, apóstola de los apóstoles.
Y lo han querido hacer con un libro bello, didáctico y coral, coordinado por María José Arana y Adelaide Baracco. Se titula 'Mujeres sacerdotes, ¿cuándo?' (Desclée) y está escrito con testimonios vitales. Es decir, desde la experiencia concreta de mujeres que sienten la vocación sacerdotal, 21 en total, y desde el acompañamiento en esa lucha justa y necesaria de 21 hombres, entre ellos el recién fallecido José María Castillo, al que los presentadores del libro dedicaron el acto. “Damos gracias por todo lo que hemos aprendido de José María Castillo, amigo de todo el mundo y partidario del sacerdocio femenino”, explicó María José Arana.
Precisamente, en su aportación al libro, el teólogo recientemente fallecido, califica el tema del sacerdocio femenino como "apremiante" y, entre otras cosas, se pregunta: "Por qué una mujer puede ser Jefa de Estado y no puede ser sacerdotisa?". Y responde, porque, en este tema, como en otros, la teología que todavía se estudia hoy quedó "estancada y atascada en la Edad Media". Y concluye: "El problema no es si las mujeres pueden recibir el sacramento del orden. El problema está en que la Iglesia debe, de manera urgente, comenzar a ordenar ya a tantas mujeres, que está preparadas y perfectamente capacitadas para atender pastoralmente a los fieles, que tiene derecho a ser atendidos en su fe y vida cristiana".
En la sala O'Lumen, unas 60 personas, la mayoría mujeres. En la mesa, junto a las dos coordinadoras de la obra y a la teóloga Pilar Yuste, una presencia masculina, Chema Pérez Soba, profesor de la Universidad Cisneros de Alcalá de Henares, prologuista del libro, al que definió con una sola palabra: parresía.
Una obra valiente y confeccionada con una metodología especial, tejida con los testimonios de hombres de todos los estados (casados, viudos, ordenados) y de mujeres que han sentido la vocación sacerdotal y que, precisamente por eso, pudiesen hablar desde su experiencia y tejer, unos y otros, una voz coral.
Porque, como explicaba Adelaide Baracco, “el libro nació del gozo y del dolor de una vocación discernida al ministerio presbiteral, desde el amor a la Iglesia y desde la denuncia”.
Y María José Arana completaba: “Las mujeres no estamos bien en esta Iglesia. Por eso, reivindicamos el sacerdocio no por rebeldía ni por ansias de poder, sino por un acto de amor”. Y es que, como decía Teilhard de Chardin, a la Iglesia le falta democracia, mujeres en el sacerdocio y profecía. “Creemos que, para llegar a la democracia y a la profecía hay que pasar por el sacerdocio de la mujer”, matizaba Arana.
Y la teóloga vasca añadía: “Reivindicamos el sacerdocio de la mujer como una vocación personal y de Iglesia, por la fidelidad que ésta le debe a su Señor”. Y Baracco completaba: “Estamos hablando de gracia de Dios, que la Iglesia niega con argumentos pseudoteológicos”.
Porque a lo largo de la historia hubo grandes mujeres con vocación sacerdotal. Y en el libro se cita a Santa Catalina de Siena, Sor Isabel de la Trinidad, Santa Teresita de Lisieux, Marie de la Trinité, Madre Ignacia Nazaria, Gertrud Heinzelmann, Edith Stein, Gertrude Detzel o la checa Ludmila Javorova, la “única mujer que se ordenó sacerdote de forma válida y lícita”, en la Checoslovaquia comunista.
Hoy sigue habiendo mujeres con vocación sacerdotal y el libro da buena cuenta de ellas. Un sueño que sigue sin hacerse realidad. “Ni María José ni yo lo vamos a ver -decía Adelaide Baracco-, pero la verdad es que el libro está alimentado por una terca esperanza”.
Y falta les hace a las mujeres la terquedad para poder superar “esta historia de dolor y de mentira, que tiene que ver con el poder y el miedo en la Iglesia, como dijo la teóloga Pilar Yuste, que acaba de lanzar, junto a otras compañeras la web presbíteras.com para reivindicar el derecho del presbiterado femenino.
Terquedad que viene de antiguo. Porque, en esta lucha, hay santas y mártires de todas las edades y épocas, como Mercedes Carrizosa, que lleva toda una vida luchando por ser cura y, por eso, se hizo famosa, en los años 70 y que, todavía hoy, confiesa: “Sentí la vocación desde niña”. Un sueño inalcanzado…por ahora.
Incluso en el pontificado sinodal del Papa Francisco que, como explicaron las teólogas, en este tema sigue diciendo que “la mujer no puede ser sacerdote por el triple principio: petrino, mariano y administrativo”. Una tesis que rechazan y, por eso, piden al Papa “que escuche a las mujeres y escuche al mundo, que, en el tema de la mujer, nos lleva la delantera”.
La presentación del libro terminó con una mirada estética y visual al tema de la mujer en la historia, con la proyección de una serie de diapositivas, que afirman teológicamente la ministerialidad de la mujer, como la última cena de Tintoretto o el cuadro de la Asunción de María Magdalena.
A punto de salir la edición del libro en inglés, alemán e italiano, las autoras piden ayuda para la difusión del mismo. Porque puede ayudar a las mujeres a perseguir con terquedad el sueño-derecho del sacerdocio femenino, asi como “la necesaria renovación de nuestra Iglesia, por el amor que le tenemos y con la convicción de que el Espíritu habla también a través de nuestras voces”. Amén.
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