Liturgia del 22º DOMINGO ORDINARIO 2024 (B)

28.08.2024

Comentario Inicial:

¡Ojalá Jesús no nos llame hipócritas, hoy también, por aferrarnos a "tradiciones de barro" que han prostituido nuestra Iglesia y muchas de sus doctrinas!

Nos está pasando lo mismo que a "los monos de la homilía". Escuchadla con atención. Pero nosotros no somos monos, tenemos inteligencia y la coherencia es su distintivo esencial.

Pensar, discernir y evolucionar son exigencias de todo ser humano y de todo Cristiano especialmente. ¿O no has descubierto todavía que Jesús nos puso en camino de una "religión humanizadora, positiva, luminosa y alegre"?

En esta Liturgia damos la vuelta a muchas aberraciones de la Liturgia Tradicional y Oficial. Sabemos que Dios es Inmutable y no puede cambiar. Todo lo tiene hecho y muy bien hecho. No es ninguna "marioneta sagrada" a la que mover con las cuerdas de nuestras órdenes y peticiones. Somos nosotros los que debemos movernos, cambiar, madurar y humanizarnos. Las CONSECUENCIAS son maravillosas, todas las que Jesús nos anunció.

En esta Liturgia actualizada hacemos lo que podemos, aunque sea una gota en el mar contaminado de una tradición errática. Abrir los ojos y la mente es nuestra y vuestra obligación.

¿O Jesús nos enseñó el camino de la ceguera y el sometimiento a los fariseos?

MONICIÓN DE ENTRADA

El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.

Esta semana vemos cómo Jesús discute con los fariseos acerca de un tema capital de su mensaje: la religión al servicio de la persona y no al revés. No puede soportar ver cómo se utiliza el nombre de Dios para defender infraestructuras que dan el poder a unos pocos oprimiendo a los desfavorecidos. Celebremos la Eucaristía renovando de verdad nuestra adhesión a Jesús y fortaleciendo nuestra fraternidad.

ACTO DE RECONOCIMIENTO

Las cualidades y dones que Dios Padre nos ha dado a cada uno no son para nuestro beneficio personal o para presumir. Son para ponerlas a dar fruto en nuestra maduración personal y contribuyendo así a la maduración de toda la humanidad. Por eso le damos gracias por ellas, comprometiéndonos una vez más a ponerlas a producir.

Nos has dado Padre el don de la INTELIGENCIA para que a través de ella te conozcamos a Ti, nos sepamos conducir por la vida ordenadamente y construyamos juntos un mundo fraterno. Nos comprometemos a cultivarla para que sea nuestra guía y la podamos poner al servicio del bien común.

NOS COMPROMETEMOS SEÑOR.

Nos has dado Padre el don de la SENSIBILIDAD para descubrir tu presencia en todas las cosas bellas que has creado, para estar atentos a los demás y poder ayudarles. Nos comprometemos a dejarnos sentir toda la bondad que has derramado en este mundo.

NOS COMPROMETEMOS SEÑOR.

Nos has dado Padre el don del AMOR. Nos comprometemos a cultivarlo siendo amables, cariñosos y serviciales con todos, en especial con nuestras familias.

NOS COMPROMETEMOS SEÑOR

Dios Padre Amoroso TIENE misericordia de nosotros, comprende nuestros fallos y nos guía de su mano a la vida eterna. Amén.

GLORIA

Gloria a Dios en el cielo….

Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS...

Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ ATIENDES NUESTRAS SÚPLICAS

Tú que estás sentado a la derecha del Padre, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS

ORACIÓN COLECTA

TÚ ERES MI LEY, SEÑOR

Mi esperanza, en los momentos de fracaso. Mi alegría en las heridas que producen la tristeza. Mi fortaleza, cuando la debilidad asoma y se cuela por la ventana de mi existencia.

Eres mi ley, Señor; contigo aprendo a distinguir entre el bien y el mal. A separar la verdad de la mentira. A diferenciar la humildad de la soberbia.

Porque, Tú eres mi ley, Señor no quiero olvidarme nunca de Ti. Que nada ni nadie distraiga mi atención y pueda, en la medida de mis posibilidades, ser instrumento de tu amor y de tu gracia. Amén

Lectura del libro del Deuteronomio (4,1-2.6-8):

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: «Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.» Y, en efecto, ¿Hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿Cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?»

Salmo 14

R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que procede honradamente

y practica la justicia,

el que tiene intenciones leales

y no calumnia con su lengua. R/.

El que no hace mal a su prójimo

ni difama al vecino,

el que considera despreciable al impío

y honra a los que temen al Señor. R/.

El que no presta dinero a usura

ni acepta soborno contra el inocente.

El que así obra nunca fallará. R/.

Lectura de la carta del apóstol Santiago (1,17-18.21b-22.27):

Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.

EVANGELIO y HOMILÍA DIALOGADOS

NARRADOR: En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)

Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús:

FARISEOS: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»

NARRADOR: Él les contestó:

JESÚS: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.» Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»

NARRADOR: Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo:

JESÚS: «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»

PREGUNTA 1: ¿Por qué Jesús está en contra de lavarse las manos?

Si interpretamos literalmente el evangelio, sí parece que Jesús no esté de acuerdo con lavarse las manos antes de comer. Pero no es ese el problema.

Los fariseos acostumbraban a lavarse las manos antes y durante las comidas. Pero no era sólo una medida higiénica.

Ellos querían hacer como los sacerdotes, que estaban obligados a estos lavatorios cuando se acercaban al altar. Era una manera de demostrar su devoción a Dios – y de tener como un marcador que los diferenciara de sus vecinos paganos, considerándose los predilectos de Dios y «los santos».

Para comprenderlo mejor algunos ejemplos de lo que hacían: Usaban agua de lluvia que no fuera transportada; preferían recipientes de metal, piedra y vidrio, porque no son materiales absorbentes, y así no necesitan de la limpieza ritual después de ser usados; y aparte de lavarse las manos tenían otras muchas normas rituales a las que daban muchísima importancia.

Por eso preguntan a Jesús por qué sus discípulos hacían algo que no estaba permitido hacer en sábado (que es su día sagrado, como para nosotros el domingo).

PREGUNTA 2: ¿Por qué Jesús los llama “hipócritas”?

La palabra “hipócrita”, procede del griego y hace referencia a los que actuaban en el teatro, es decir que hacían un papel que no tenía nada que ver con su persona.

Jesús les dice a los fariseos: “Enseñan como doctrinas de Dios lo que son mandamientos de hombres”

Es decir, los fariseos habían inventado cosas que no venían de Dios.

Y Jesús, para desenredar los errores de los fariseos, hace dos aclaraciones:

1ª - Recomienda no actuar por rutina y costumbre, sino pensar por qué se hacen las cosas. Hay una experiencia muy conocida hecha con unos monos.

“Colocaron cinco monos en una jaula: en el centro pusieron una escalera y arriba sobre ella un montón de bananos. Cuando un mono subía la escalera para agarrar los bananos, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a palos. Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de los bananos.

Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo el nuevo mono fue comenzar a subir la escalera para comer los bananos, pero fue bajado rápidamente por los otros, quienes además le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera.

Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido.

Entonces se vio que los monos, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a quien intentase llegar a los bananos. Si les preguntaran por qué pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: "No sé, las cosas siempre se han hecho así aquí..."

A veces somos como esos monos. Hacemos muchas cosas simplemente porque así se han hecho siempre, sin preguntarnos por qué lo hacemos así.

Decía Einstein: “Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”

Jesús añade: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos". Vosotros dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición de los hombres.”

Los fariseos le daban más importancia a las tradiciones de los hombres que a los mandatos de Dios. (Lo mismo sigue pasando en nuestra religión como recordamos el domingo pasado a propósito de la celebración de la misa.)

Lo que realmente importa es hacer la voluntad de Dios, aumentar nuestra fe, esperanza y caridad.

PREGUNTA 3: Entonces según esto ¿Jesús está en contra de las tradiciones como inventos humanos?

Jesús no condena toda tradición. Condena el ponerlas al mismo nivel o por encima de lo mandado por Dios. Como recordaba el domingo pasado a lo largo de la historia hemos hecho un cristianismo formal, de normas, de fervores, un cristianismo de bonita estética.

Hemos heredado procesiones, novenas, celebraciones, fiestas. Todas son hermosas y buenas, pero no hay que confundirlas con lo esencial.

Pongo un ejemplo: Hay personas que si en su iglesia cambias un santo de sitio arman la de san quintín, es decir, le dan más importancia a la imagen que a la vivencia del mensaje evangélico. Recordemos también aquella anécdota de cuando el Papa Francisco comenzó su pontificado, aquella señora mayor madrileña que decía que no era un verdadero Papa porque no llevaba los zapatos rojos.

Todas las tradiciones son medios para un fin. Y el fin es formar la Iglesia de Jesús, es vivir juntos el amor y compartirlo con los hermanos. Somos una sola familia, unida en lo esencial que es buscar nuestra plenitud para todos. El fin siempre será caminar juntos hacia Dios.

Jesús nos aclara qué es lo importante y qué lo secundario.

PREGUNTA 4º: ¿Cuál es la segunda aclaración que hace Jesús?

Jesús dice: “Lo que hace al hombre malo es lo que viene del corazón”.

Lo que viene de fuera, no afecta al hombre, no lo hace malo, no lo mancha.

Lo malo es lo que viene de su corazón y consiente en ello. Es decir, los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, el narco, la droga, los asesinatos, la avaricia, la corrupción, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo, la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de dentro y hacen impuro al hombre.

Lo demás es pura hipocresía: De nada sirve vestirse elegantemente e ir así a la Iglesia, si la conducta es mala, perversa e impura. “Aunque el mono se vista de seda, mono se queda”. Lo que importa es purificar el interior. De nada sirve rezar muchas oraciones, asistir a muchas procesiones, si mis obras no siguen los mandatos de Dios, y no sintonizo con Él en mi interior.

Jesús viene a recordarnos que lo importante no es lo que dicen los labios, sino lo que dice el corazón.

CREO EN DIOS NUESTRO PADRE

- Que es todo ternura y misericordia.

- Que nos ama gratuitamente.

- Que respeta totalmente la libertad de nosotros sus hijos.

CREO EN JESÚS VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE:

- Que es el camino, la verdad y la vida.

- Que por defender la Paz y la Bondad se dejó crucificar para darnos ejemplo.

- Que con su palabra nos enseña e ilumina nuestras vidas.

- Que vive y desea que nosotros vivamos.

- Que nos pide amar a los enemigos.

CREO EN EL ESPÍRITU SANTO:

- Que vive en nosotros dándose y dándonos sus dones.

- Que nos fortalece para que vivamos al estilo de Jesús.

- Que es el tesoro escondido dentro de nosotros que debemos descubrir.

Y CREO EN LA VIDA QUE ES ETERNA, QUE ES UN REGALO DEL PADRE. AMEN.

ORACIÓN UNIVERSAL

Hermanos la Palabra de hoy es una llamada a simplificar, a liberarnos de tantos ritos y tradiciones, para encontrar a Dios en nuestro interior y en los hermanos. Oremos.