Liturgia del 16º DOMINGO ORDINARIO 2024 (B)

Comentario inicial:


Hermanos, la REALIDAD es que vivimos hacia FUERA. Incluso la Religión la hemos convertido en ritos, normas, posturas, ropajes y palabras, muchas veces absurdas e incoherentes, incluidos muchos pasajes del Antiguo Testamento, que es humano y no divino, aunque contenga retazos de sabiduría. Por ese camino seguiremos errando y trasmitiendo errores, aún con buena voluntad. Y todos sabemos que el resultado del ERROR es la desgracia. "Se recoge lo que se siembra"…


El Abba de Jesús, por contra, reside en el INTERIOR de cada persona, creyente o no creyente. Si no somos capaces de SUMERGIRNOS en nuestro INTERIOR, no podremos encontrarnos con ese Dios que buscamos, aunque solo sea inconscientemente.


Cuando en el Evangelio se habla del "Reino" no se refiere a un "Reino Social", de fuera, como muchísimos interpretan, sino al "Reino de la Interioridad", el ámbito donde Dios reside y reina. Cuando nos empapamos de esa VIVENCIA INTERIOR y rebosa hacia fuera, entonces nuestros ACTOS reflejan lo que Dios ha puesto en ese sagrado INTERIOR.


Los tiempos de descanso y ocio son propicios para relajarnos, salir de las prisas materiales y sumergirnos en ese "dinamismo de crecimiento" que Dios impulsa desde dentro y nos guía a descubrir el BIEN en nuestra vida. Y eso, justamente eso, es lo que desembarca en la FELICIDAD humana.


Intentemos trascender la RELIGIÓN EXTERNA, muchísimas veces aderezada de idolatrías, para vivir la RELIGIÓN INTERNA, lugar del Dios que buscamos y único ámbito en el que lo encontraremos. Lo demás suele ser "folklore festivo y pagano".

MONICIÓN DE ENTRADA


El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.


En el evangelio de hoy Jesús nos dice:- “Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”. Pero al acercarse a Él la multitud le dio lástima porque “andaban como ovejas sin pastor”.


También a nosotros nos dice Jesús esto mismo, porque vivimos agobiados y aplastados por la tarea de cada día.


Muchas veces vivimos como robots. Hacemos las cosas sin pensar. No nos queda un rato para dedicarlo al descanso y a reflexionar.


Se acerca el tiempo propicio de las vacaciones que nos invitan a descansar y a reflexionar un poco sobre nuestras vidas, sobre nuestras familias, sobre el sentido de nuestro trabajo y sobre el agobio en el que vivimos.


En esta celebración, en la tranquilidad de este Templo vamos a pensar un poco en nuestras vidas y descansar un rato junto a Dios.


ACTO DE RECONOCIMIENTO


El tiempo de descanso es propicio para que revisemos nuestra vida y nos demos cuenta de todo lo que Dios Padre nos da. Podemos reflexionar sobre los dones y cualidades que nos ha dado para tratar de potenciarlos y vivirlos cada día.


Nos has dado Padre el don de la INTELIGENCIA para que a través de ella te conozcamos a Ti, nos sepamos conducir por la vida ordenadamente y construyamos juntos un mundo fraterno. Nos comprometemos a cultivarla para que sea nuestra guía y la podamos poner al servicio del bien común.


NOS COMPROMETEMOS SEÑOR.


Nos has dado Padre el don de la SENSIBILIDAD para descubrir tu presencia en todas las cosas bellas que has creado, para estar atentos a los demás y poder ayudarles. Nos comprometemos a dejarnos sentir toda la bondad que has derramado en este mundo.


NOS COMPROMETEMOS SEÑOR.


Nos has dado Padre el don del AMOR. Nos comprometemos a cultivarlo siendo amables, cariñosos y serviciales con todos, en especial con nuestras familias.


NOS COMPROMETEMOS SEÑOR


Dios Padre Amoroso TIENE misericordia de nosotros, comprende nuestros fallos y nos guía de su mano a la vida eterna. Amén.


GLORIA


Gloria a Dios en el cielo….

Tú que quitas el pecado del mundo,   TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS...

Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ ATIENDES NUESTRAS SÚPLICAS

Tú que estás sentado a la derecha del Padre,  TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS


ORACIÓN COLECTA


Señor, queremos rezar y hablar contigo, pero muchas veces nos sentimos cansados y agobiados.

Tú nos entiendes, Señor, porque también Tú te cansaste cuando acogías y ayudabas a todos, y por eso te retirabas a descansar y orar en la soledad.

Venimos hoy, a buscar descanso y alivio junto a Ti. Queremos estar un rato contigo, para encontrarnos con nosotros mismos, y encontrar así, el descanso y la alegría de la vida. Amén


Lectura del libro de Jeremías (23,1-6):


¡Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño –oráculo del Señor–!

Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel: «A los pastores que pastorean mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré cuentas, por la maldad de vuestras acciones –oráculo del Señor–. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países adonde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen; ya no temerán ni se espantarán, y ninguna se perderá –oráculo del Señor–. Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: El-Señor-nuestra-justicia.»


Salmo 22


R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas. R/.


Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.


Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R/.


Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R/.


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,13-18):


Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en él, un solo hombre nuevo.


Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, al odio. Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.


Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,30-34):


En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.


Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco».

Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

HOMILÍA


La escena del evangelio de hoy está llena de ternura: los discípulos llegan cansados del trabajo realizado, y Jesús, que comparte con ellos la alegría y la satisfacción por todo lo realizado, los invita a descansar: “venid vosotros solos a un lugar tranquilo a descansar”.


Vivimos en una sociedad estresante, donde todo son prisas. Incluso el tiempo de vacaciones se ha vuelto estresante: yendo de un lado para otro, salimos del ruido de la ciudad, de las fábricas, de las escuelas o del lugar de trabajo, para caer en el barullo y el agobio de las playas abarrotadas, o de los centros comerciales, o el ruido de las fiestas.


En medio de todo esto los cristianos olvidamos,  con demasiada frecuencia, que un grupo de seguidores de Jesús no es solo una comunidad de oración, reflexión y trabajo, sino también una comunidad de descanso y disfrute. Es bueno que recordemos hoy un texto redactado allá por el siglo IV por S. Agustín de Hipona, un obispo nada sospechoso de frivolidades:


«Un grupo de cristianos es un grupo de personas que rezan juntas, pero también conversan juntas. Ríen en común y se intercambian favores. Están bromeando juntas, y juntas están en serio. Están a veces en desacuerdo, pero sin animosidad, como se está a veces con uno mismo, utilizando ese desacuerdo para reforzar siempre el acuerdo habitual. Aprenden algo unos de otros o lo enseñan unos a otros. Echan de menos, con pena, a los ausentes. Acogen con alegría a los que llegan. Hacen manifestaciones de este u otro tipo: chispas del corazón de los que se aman, expresadas en el rostro, en la lengua, en los ojos, en mil gestos de ternura».


Quizás lo que más sorprende de este texto hoy es esa faceta de unos cristianos que no solo saben rezar sino también reír.


Me viene a la memoria una escena de la película “El nombre de la Rosa”, en la que el protagonista, el fraile franciscano Guillermo de Baskervile discute con el monje benedictino Jorge de Burgos sobre un tratado de Aristóteles donde éste alaba el poder terapéutico de la risa, y el monje Jorge, que es un fanático religioso, reniega de ella como fruto del diablo.


La Iglesia a lo largo de la historia y hoy también parece demasiado grave y solemne. Quizás por ello sorprenden tanto los gestos de humor continuo que el Papa Francisco protagoniza a menudo. Y recordemos que en muchas ocasiones ha dicho “un cristiano sin humor no es un auténtico cristiano”.


Por todo ello recordemos a la luz del evangelio de hoy que el sentido de nuestra vida no se agota con llenarla de trabajos, de preocupaciones. No se agota amontonando dinero, éxitos o placeres.


La vida se nos presenta más agradable y llevadera, si sabemos llenarla, también, del cariño de una pareja, un marido, una esposa, unos hijos, de la amistad de unos buenos amigos, del compañerismo, de la alegría compartida. También en la iglesia: No se trata de estar serios como los bancos o responder para la camisa… sino de cantar, orar, rezar juntos y, por qué no, reírse cuando toque. En una palabra, VIVIR todas esas cosas que nos ayudan a disfrutar, descansar y ser felices en la vida.


Y recordemos también que hay un humor y un saber reír que es signo más bien de madurez y sabiduría. Es la risa del creyente que sabe relativizar lo que es relativo, sin dramatizar los problemas.


Es una risa que nace de la confianza última en ese Dios que nos mira a todos con piedad y ternura. Una risa que distiende, libera y da fuerzas para seguir caminando. Esta risa une. Los que ríen juntos no se atacan ni se hacen daño, porque la risa verdaderamente humana nace de un corazón que sabe comprender y amar.


CREDO


SACERDOTE.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?

TODOS.- SÍ, CREEMOS.


SACERDOTE.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios Padre?

TODOS.- SÍ, CREEMOS.


SACERDOTE.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia y a todos para hacer un mundo mejor?

TODOS. SÍ, CREEMOS.


SACERDOTE: ¿Creéis en la resurrección y en la Vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí y disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por esta vida?

TODOS. SÍ, CREEMOS.


ORACIÓN UNIVERSAL

Hermanos, una iglesia que no es del pueblo y para el pueblo no es la verdadera Iglesia de Jesús. No nos olvidemos: Jesús está en medio de TODOS y, en especial, de los más pequeños. Oremos.

Nuestra vida será acoger y compartir

• Queremos que surjan líderes en nuestra Iglesia: Hombres y mujeres que sean LUZ que arrastre e invite al seguimiento y adhesión con la persona y misión de Jesús de Nazaret.

Nuestra vida será acoger y compartir

• Los creyentes somos conscientes de la urgencia de un pueblo marginado, que vive sufriendo hambre, soledad, violencia, injusticia, falta de paz.

Nuestra vida será acoger y compartir

• Deseamos en nuestras comunidades parroquiales ser referentes de otra forma de vida, faros que apunten a una vida desde otros valores, más al estilo de Jesús. 

Nuestra vida será acoger y compartir

• Todos nosotros nos comprometemos a cuidar nuestra vida de fe, tomando tiempos para el encuentro con nosotros mismos, para tomar conciencia y redescubrir las raíces que dan sentido a nuestra vida.

Nuestra vida será acoger y compartir

Padre Madre buena, trabajo y descanso, acción y oración, vida hacia afuera con tiempos hacia adentro, son dos polos que alimentan y dan contenido a nuestro ser misión. Te damos las gracias por tu Hijo Jesús, nuestro Hermano y Maestro. 

En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso

El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA… 

ORACIÓN OFRENDAS

Te presentamos, Señor, el vino y el pan para la Eucaristía. Nos recuerdan el trabajo de cada día, y la alegría y la convivencia feliz. Junto a ellos, queremos presentar nuestras vidas: Vidas cansadas y agobiadas, vidas llenas de trabajos y preocupaciones, pero vidas, también, alegres y felices, vidas que buscan el descanso, y la convivencia feliz con la familia y amigos. Tú lo convertirás todo en pan de Vida y Bebida de Salvación. PJNS


PREFACIO

El Señor ESTÁ con vosotros…

Levantemos el corazón…

DAMOS gracias al Señor nuestro Dios…


Te damos gracias y te bendecimos,

Padre santo, Dios y Señor nuestro,

porque te manifiestas

a través de multitud de signos y señales

y nos haces percibir las vibraciones

de tu constante presencia cálida y cercana.

Sabemos que eres la abundancia de amor,

la plenitud del bien,

que no quieres ser ningún juez que imparta justicia,

que nos premie y castigue

sino el Dios bueno que perdona por anticipado

y se hace llamar Padre y Madre.

Eres un Dios familiar y amigo,

comprometido con tu creación entera.

Te agradecemos que nos quieras 

incondicionalmente,

tal como somos, que no te 

importen nuestros defectos,

ni nuestra debilidad,

sino la madurez humana que nos lleva a la felicidad.


Significas nuestra liberación,

ahuyentas nuestra tristeza y desasosiego,

estar junto a Ti nos mueve a vivir alegres, 

en esperanza y seguridad,

conviertes en fiesta nuestro trabajo de cada día.

Tú pones, Señor, un cántico nuevo en nuestra boca,

que entonamos en tu honor, agradecidos y alegres.

SANTO, SANTO, SANTO


CONSAGRACIÓN Y PLEGARIA

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

Jesús, el rey humilde, la palabra sencilla de Dios.

En un mundo tan complicado y orgulloso,

¡qué agradables nos parecen las cosas normales:

la palabra cariñosa de un amigo,

el trozo de pan y la comida sencilla en la mesa!


Recibimos tu Espíritu con alegría

para que santifique este pan y este vino y

se conviertan para nosotros

en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.


Jesús, antes de pasar de este mundo al Padre,

quiso dar a sus amigos la prueba suprema 

de su amor.

Sentado a la Mesa con sus amigos,

tomó pan en sus manos, lo bendijo,

y se lo repartió , diciendo…


TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,

PORQUE ESTO ES MI CUERPO,

QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo: 


TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,

PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,

SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,

QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS

Y POR TODOS LOS HOMBRES

PARA ILUMINAR VUESTRAS VIDAS.

HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.


ÉSTE ES EL SACRAMENTO DE NUESTRA FE.


Por eso, Padre bueno, recordamos ahora

la resurrección de Jesús, el Salvador del

mundo, y renovamos nuestra fraternidad.

Él se ha puesto en nuestras manos

para que te lo ofrezcamos como ofrenda nuestra

y junto con él nos ofrezcamos a Ti.


Tú nos escuchas, Señor Dios nuestro;

y nos das tu Espíritu de amor

a los que participamos en esta comida,

para que vivamos cada día

más unidos en la Iglesia,

con el santo Padre, el Papa Francisco,

con nuestro Obispo N…,

los demás obispos,

y todos los que trabajan por tu pueblo.

No nos olvidamos de las personas que amamos

ni de aquellas a las que debiéramos querer más.

Te damos gracias porque nuestros

hermanos difuntos… familiares

amigos y miembros de nuestra Comunidad

están ya contigo en Tu casa del Cielo. 

Y un día, nos  reuniremos contigo

con María, la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, su esposo San José, los santos

y todas las personas de bien,

para celebrar la gran fiesta del cielo.

Entonces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, podremos cantarte sin fin.

Por Cristo, con él y en él, 


PADRENUESTRO

Padre y Madre nuestra

en quien somos y vivimos.

Santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad

en la tierra como en el cielo

TÚ NOS DAS HOY

nuestro pan  de cada día.

TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS

y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR

a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación.

Y líbranos del mal. Amen


CORDERO DE DIOS

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ NOS DAS LA PAZ


Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.


ORACIÓN FINAL


Antes que naciéramos y despertáramos,

antes que la conciencia social existiera,

la Biblia recogió tu invitación al descanso

para que gozáramos la vida y la fiesta.


Es el descanso esa reivindicación bíblica

que evoca la esencia de la vida buena:

fraternidad, armonía, felicidad,

liberación de ansiedades y agobios, paz.


A esas aguas de descanso nos conduces Tú,

día y noche, a pesar de nuestras preocupaciones,

como llevan los pastores a sus rebaños,

porque no quieres que estemos cavilando.


Y nosotros, siguiendo los anuncios

de los nuevos tiempos y nuevas costumbres,

confundimos tus aguas de descanso

con terrenales spas, playas y balnearios,

que ojalá nos sirviesen para interiorizar

y encontrarnos contigo.


Señor, enséñanos a descansar sanamente

sin añorar paraísos y rincones vírgenes

que sólo están al alcance de los pudientes.

Enséñanos a descansar silbando tus canciones.


Enséñanos a descansar en compañía,

con la familia, los amigos y la buena gente,

compartiendo tiempo, risas e ilusiones

y, también, dinero y bienes, aunque no se estile.


¡Déjanos disfrutar en tus aguas y espacios

de fraternidad y descanso!

BENDICIÓN

El Señor os bendice, os guarda

y en sus palmas os lleva tatuados.

Os acompaña en todos los caminos.

Y hace prósperas las obras de vuestras manos.

Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,

Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.

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