Fe es un doble don
Hay varios tipos de “FE”, diferenciados según quién sea el que está delante. Hay FE divina y FE humana.
Suele decirse que FE es don de Dios. Claro que lo es. ¡Y también don mío!. FE es la relación entre Dios y yo, entre Dios que me abre los brazos y yo que me confío a ellos.
FE es un doble don: Sucede que los brazos de Dios siempre están abiertos. En cambio yo no siempre me confío a ellos.
FE es el ejercicio más completo y más importantes de mi libertad, el modo correcto de estar en el espacio vital del HOMBRE, de ponerme en mi sitio
La FE en Dios Padre es la mejor manera, de quedar contento de mí mismo.
La entidad de la FE (contenido - dinámica – consecuencias) es compleja. No confundir compleja con complicada, ni simple con sencillo.
Este “Contenido” es importante y decisivo para la Humanidad. La FE, tanto en su afirmación como en su rechazo, afecta sustancialmente al modo de ser humano real.
“De los verdaderos creyentes lo que más me llama la atención es la profunda alegría y libertad que los caracteriza”(Ignacio. Sotelo en N.O.)
Análisis de la FE
Vamos a tratar del proceso humano que hacemos ante la atracción que Dios ejerce sobre nosotros. Lo que haga Dios en sí mismo ¡está fuera del alcance de nuestras investigaciones o análisis!
Lamamos FE a una tensión interpersonal entre personas libres. Dios que atrae y el hombre que decide aceptarle o rechazarle. El proceso es el mismo en ambos casos.
Seguiré el método analítico. Puesto que, además de ser un don de Dios, es un fenómeno netamente humano, podemos analizarlo. No analizaremos su “esencia”. Es imposible. En cambio es posible analizar los fenómenos que surgen a su alrededor, los que la preparan, los que la generan y los que son generados por ella.
Me centraré en afirmaciones fruto de análisis, más que en conceptos. Los crecientes avances científicos, junto con las crisis e inseguridades en que se mueve la filosofía, obliga a replantear muchas cosas.
Abordar hoy la cuestión de la FE requiere revisar y superar no pocas posturas, conceptos y palabras en torno a ella. No se la puede encerrar en el plano de lo “sobrenatural”, ni se puede mantener aquella definición: “fe es creer lo que no vimos”.
Más expresiva y certera parece esta descripción:
FE es confiarnos a las manos de Dios
Los fenómenos se pueden describir y verificar: No son la realidad completa, pero atestiguan con fiabilidad su presencia y revelan valiosas características reales.
Sumergidos en la realidad, nuestros dispositivos de relación consciente nos posibilitan acceder a cuatro niveles diferentes de realidad:
Material ········· (orgánico o inorgánico) acceso = ciencia
ideológico ······ (inteligencia y razón) ··········· · = filosofía.
sentimientos y decisiones ······················ ·· = creencias
evidencia -intimidad-entrega (relación personal estricta) = FE
·
Diferentes entre sí, se influyen mutuamente, y cada uno tiene acceso distinto.
Durante la Historia de la Humanidad ha prevalecido cada vez un nivel y el acceso correspondiente. Ese tenía influencia decisiva para el enfoque y comportamiento en cualquiera de los otros niveles.
En la primera Antigüedad prevaleció el nivel de Creencia. Las dificultades de la vida, el asombro ante fenómenos inexplicables y la ignorancia en casi todos los campos, desencadenó una cosmovisión (más bien cosmogonía) con preeminencia de seres superiores sentidos como causantes de lo ignorado.
Creencias, por otra parte, mezcladas y condicionadas por ignorancias científicas y datos malamente interpretados. Limitaciones (ignorancias, interpretaciones y creencias), que sin embargo no anularon su correcta orientación y la experiencia real del encuentro en FE.