Asamblea de la CEMA en Manaos, de 23 a 26 de agosto Asamblea de la CEAMA: Conocer las conectividades en la Amazonía para mitigar los atentados contra el bioma y los pueblos
El punto de partida fue una lectura de la Amazonía desde las diversas formas de conectividad, algo presente en la región desde hace milenios
La CEAMA tiene el desafío de asumir un rol articulador en clave de Sínodo Amazónico con gobiernos, autoridades políticas, empresas, organismos multilaterales, pueblos indígenas, para proteger, ayudar a restaurar y mitigar acciones que atenten contra el bioma y la vida de sus habitantes
La CEAMA, el fruto más concreto de la Sinodalidad, es desafiada a superar las distancias con las iglesias locales
La CEAMA, el fruto más concreto de la Sinodalidad, es desafiada a superar las distancias con las iglesias locales
Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica
La Asamblea de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, que se realiza en Manaos, con la presencia de unas 70 personas, ha iniciado sus trabajos con un análisis de la coyuntura en la región. Un conocimiento que sirve de ayuda para que la conversación en el Espíritu posibilite el discernimiento de los pasos que deben ser dados como CEAMA de cara al futuro.
Diversas formas de conectividad
El punto de partida fue una lectura de la Amazonía desde las diversas formas de conectividad, algo presente en la región desde hace milenios. Conectividades naturales, como es el agua, pero también conectividades humanas, establecidas por los habitantes de la región amazónica a lo largo de los siglos, creando estrategias para adaptarse al ecosistema, según Fernando Roca, que fue mostrando la influencia de unas regiones de la Amazonía en otras.
Según el jesuita peruano, muchas de las formas de conectividad desarrolladas por los seres humanos representan una amenaza, citando como ejemplo la minería ilegal, los madereros ilegales, el narcotráfico, la trata de personas, los grandes proyectos de infraestructura, el crecimiento acelerado de las ciudades, la ganadería, el petróleo o el extractivismo salvaje. Junto con ello, fue destacado, como un elemento positivo, la existencia de proyectos de restauración ambiental.
Ante esta realidad, hacía ver que “la CEAMA tiene el desafío de asumir un rol articulador en clave de Sínodo Amazónico con gobiernos, autoridades políticas, empresas, organismos multilaterales, pueblos indígenas, para proteger, ayudar a restaurar y mitigar acciones que atenten contra el bioma y la vida de sus habitantes”.
Las voces del territorio
Desde el territorio, diversos actores han testificado la situación vivida por los pueblos amazónicos. La región del Vicariato del Pando, Amazonía boliviana, en palabras de José Antonio Achipa Samanaca, ha estado marcada por la extracción del caucho, de la castaña, y hoy por la invasión de madereros, ganaderos y mineros ilegales, que han provocado un grave desastre ambiental. Los pueblos indígenas han ido perdiendo su cultura, su lengua, como consecuencia del mestizaje con quienes han llegado de otras regiones del país. La Iglesia acompaña la vida de las comunidades indígenas, teniendo protagonismo el laicado, dada la escasez de sacerdotes.
Marva es una indígena de Guyana, que relató la dificultad para llegar a las comunidades, la invasión de mineros, madereros, con el apoyo del gobierno, y la falta de educación, “que nos deja sin voz”, una educación que no tiene en cuenta el mundo indígena, lo que ha llevado a perder la lengua y la identidad. Para contrarrestar esa situación se ha impulsado la educación bilingüe, en inglés y wapichana, lo que está dando resultados positivos.
La Amazonía brasileña está marcada por la incapacidad del Estado brasileño de dar respuestas a lo que dice la Constitución de 1988, sobre todo en lo referente al territorio, que es el llamado Marco Temporal. Una situación que provoca gran inseguridad a los pueblos indígenas, dada la ley aprobada por el congreso que impide la demarcación de tierras indígenas. Junto con eso, la propuesta de una mesa de negociación, algo que no es aceptado por los pueblos indígenas, pues “no se pueden negociar los derechos originarios”, según la Hna. Laura Vicuña Pereira Manso. Eso provoca ataques orquestados contra los pueblos indígenas en todas las regiones de Brasil, con un alto número de muertos y heridos, así como pérdidas materiales y grave inseguridad alimentaria y jurídica. En esa situación, hay señales de resistencia, como es la retomada de tierras y las permanentes movilizaciones en ámbito nacional e internacional, haciendo eco de las amenazas.
Educación desde la escucha y los territorios
Hablando sobre la educación en el territorio amazónico, Patricia Correa abogó por la necesidad de tener como Iglesia panamazónica un diagnóstico que permita tener una incidencia y un liderazgo desde las comunidades indígenas. Según la exministra de Educación en Perú, la Iglesia les puede decir a los gobiernos que hay una propuesta educativa enraizada en la cultura. Ante la diversidad de expresiones de educación intercultural bilingüe y la dinámica sinodal, afirma que eso abre una mirada para construir propuestas desde la escucha y desde los territorios, desde el concepto y la experiencia.
Un camino compartido, que parte de algunos supuestos, como es la larga presencia de la Iglesia en el territorio, su organización, una construcción de la propuesta educativa desde lo local y la idea de que todo proyecto educativo es cultural. De ahí surge una pregunta: “¿Cómo construir una propuesta educativa sinodal que acoge a 377 pueblos indígenas que hablan más de 250 lenguas originarias?” Algo a lo que han renunciado los sistemas educativos gubernamentales y para la que la Iglesia sinodal puede dar una respuesta, que ya aparece en Querida Amazonía cuando habla de la necesidad de tener en cuenta las experiencias locales que aportan las cosmovisiones. Para ello se propone una ruta compartida y articulada, con una ruta compartida que construya escenarios de estrategias de educación intercultural bilingüe.
Entre los diversos proyectos presentes en la Amazonía, Martín Fariña dio a conocer el proyecto de reforestación en Madre de Dios, (Perú), una respuesta a Laudato Si´ desde las capacidades y posibilidades locales, buscando hacer las cosas de forma distinta, aprendiendo de los errores, en vista de restaurar la Amazonía.
Avanzar a partir de la conversación en el Espíritu
Siguiendo el método de la conversación en el Espíritu, los participantes de la asamblea hicieron memoria agradecida a partir de las memorias de la primera asamblea, que pedía diálogo entre los núcleos temáticos con la experiencia de las iglesias locales, mayor interactuación entre los núcleos y la creación del núcleo de la Casa Común y de la Ecología Integral desde diversos fundamentos. Se pedía conocer la realidad de cada pueblo, escuchar, dialogar y acompañar los procesos, en vista de crear para la CEAMA una identidad amazónica e impulsando una Pastoral de Conjunto en un camino compartido.
La CEAMA, el fruto más concreto de la Sinodalidad, es desafiada a superar las distancias con las iglesias locales, a preguntarse cómo llega la CEAMA a las iglesias locales y viceversa. Para avanzar en la conversación espiritual, los participantes fueron llamados a responder a una pregunta: Desde la Asamblea del año anterior (agosto 2023) y hasta hoy, ¿Cuáles han sido los principales frutos y desafíos que han resultado de nuestro caminar como CEAMA en este tiempo? De las respuestas dependen los caminos de futuro, una construcción que debe ser uno de los principales propósitos de esta asamblea.
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