Los gritos de los pueblos indígenas amazónicos se han convertido en el grito de la Iglesia católica, a la que el Sínodo para la Amazonía comprometió decisivamente en una lucha común en favor de la Amazonía y de los pueblos que la habitan.

La pandemia del Covid-19 es una más de las muchas pandemias que han afectado a lo largo de la historia, y que todavía afectan, a los pueblos originarios y a la región amazónica. Ante los efectos de la pandemia, que en estas últimas semanas ha tenido graves consecuencias en la región, con un alto número de contagios y de muertos.

En la Región Panamazónica, ya son 2.114.223 contagiados y 52.448 muertos, hasta el 22 de febrero, según datos recogidos semanalmente por la Red Eclesial Panamazónica. En las últimas 6 semanas los contagios ascienden a 398.813 y los muertos han sido 12.128, unos números que demuestran la gravedad de la situación, algo que se agrava todavía más con la falta de una estructura sanitaria adecuada, fruto de un abandono secular de los diferentes gobiernos hacia la región.

La Coordinadora de los Pueblos Indígenas de la Cuenca Amazónica – COICA, ha organizado para este viernes y sábado, 26 y 27 de febrero un evento denominado “El Grito de la Selva: voces de la Amazonía”, a las 13 horas de Bogotá, 19 horas – CET hora central de Europa. A este momento se ha sumado la REPAM, que, en palabras de su vicepresidente, Mons. Rafael Cob, afirma que como REPAM “nos unimos a los pobladores de este bioma amazónico, especialmente a la COICA que sigue luchando por los pueblos de la Amazonía”, algo que tiene lugar “en estos momentos en que la selva eleva su grito en defensa de su derecho y su atención”.

El obispo del Vicariato del Puyo, en la Amazonía ecuatoriana, destaca que “la REPAM sigue unida a todos aquellos que se esfuerzan en defensa de nuestros hermanos que, por motivo de la pandemia, especialmente en algunas zonas de nuestra Amazonía, sufren las consecuencias del olvido y la marginación de muchos gobiernos para poder frenar esta pandemia”.

Ante esa situación que está siendo vivida en la Panamazonía y las graves consecuencias que está acarreando, Mons. Cob insiste en pedir “a todos los gobiernos que sepamos defender la naturaleza e igualmente los derechos en defensa de los pueblos que la habitan”. El prelado finaliza sus palabras, gravadas en un vídeo difundido por la REPAM, diciendo que “de nuestra parte pedimos a Dios, Creador de esta tierra, que nos siga dando la sabiduría y la fortaleza para seguir juntos, unidos, luchando por la paz, por la justicia y el progreso de nuestros pueblos”.

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