Adenis Roberto de Oliveira, de la Congregación de los Misioneros Siervos de los Pobres Papa Francisco nombra nuevo obispo auxiliar para Curitiba (Brasil)
Nacido el 8 de julio de 1974 en Vargem Bonita, en el estado de Santa Catarina, ingresó en el Seminario de los Misioneros Siervos de los Pobres en Joaçaba en 1988. Tras estudiar Filosofía y Teología en Curitiba, fue ordenado presbítero el 11 de marzo de 2001
La presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil le ha enviado un texto en el que le saluda y muestra su alegría por el nombramiento
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
El Papa Francisco, como informa la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil a través de su página web, ha nombrado este miércoles 28 de febrero un nuevo obispo auxiliar para la arquidiócesis de Curitiba (Brasil). Se trata de Adenis Roberto de Oliveira, de la Congregación de los Misioneros Siervos de los Pobres, que actualmente era párroco de la Parroquia Santo Antônio, en Igarapé, estado de Minas Gerais, y rector del Seminario Mayor Mater Misericordiae de los Misioneros Siervos de los Pobres, también en Igarapé.
Biografía
Nacido el 8 de julio de 1974 en Vargem Bonita, en el estado de Santa Catarina, ingresó en el Seminario de los Misioneros Siervos de los Pobres en Joaçaba en 1988. Tras estudiar Filosofía y Teología en Curitiba, fue ordenado presbítero el 11 de marzo de 2001. De 2007 a 2010 realizó un máster en Teología Moral en la Academia Alfonsiana de Roma.
En su congregación ha sido párroco en diversas parroquias, consejero y secretario general en la Casa Generalicia de Roma, y rector del Seminario Mayor de la Congregación.
Saludo de la presidencia del episcopado
La presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil le ha enviado un texto en el que le saluda y muestra su alegría por el nombramiento. El mensaje, en el que de le dan la bienvenida al episcopado brasileño, recuerda las palabras que pronunció el Papa Francisco en el Ángelus de la Plaza de San Pedro, el domingo 25 de febrero: "Hermanos y hermanas, ¡abrámonos a la luz de Jesús! Él es amor, es vida sin fin (...) Busquemos su rostro, lleno de misericordia, fidelidad y esperanza. La oración, la escucha de la Palabra y los Sacramentos nos ayudan a mantener la mirada fija en Jesús. Y éste es un buen objetivo para la Cuaresma: cultivar los ojos abiertos, convertirnos en "buscadores de la luz", buscadores de la luz de Jesús en la oración y en las personas".
Finalmente, la presidencia de la CNBB pide “que María, resplandeciente con la luz del Espíritu, te ayude en tu episcopado a mantener la mirada fija en Jesús, con confianza y amor. Y que seas reflejo de la sabiduría de lo alto en medio del pueblo”.
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