La Presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) realizó la conferencia de prensa de clausura de la 61ª Asamblea General de la CNBB, celebrada en Aparecida (SP) del 10 al 19 de abril de 2024, con la participación de 442 obispos.

Mons. Jaime Spengler

El arzobispo de Porto Alegre y presidente de la CNBB, Mons. Jaime Spengler, que comenzó su intervención agradeciendo el trabajo de los periodistas, recordó la naturaleza de la CNBB, "una instancia de comunión entre los obispos de Brasil", comunión vivida durante los 10 días "de encuentro, oración, estudio, debate, construcción de indicaciones viables para la evangelización en nuestro Brasil", un compromiso de la Conferencia Episcopal y de la Asamblea General.

Mons. Spengler destacó la diversidad de Brasil, que hace que encontrar puntos de consenso sea un desafío, viendo cada Asamblea General como "un Pentecostés, es una experiencia única, personas, hombres, de realidades tan diferentes". El presidente de la CNBB hizo un recuento de los pasos dados durante la Asamblea, destacando el tema general la elaboración de las Orientaciones Generales para la Acción Evangelizadora.

Mons. Ricardo Hoepers

Recordando que "la Asamblea es el órgano supremo de la Conferencia", el obispo auxiliar de Brasilia y secretario general de la CNBB, Mons. Ricardo Hoepers, habló del esfuerzo realizado para preparar una Asamblea con una participación récord. Agradeció el trabajo en equipo de los colaboradores de la Secretaría General y la participación efectiva y afectiva de los obispos.

Mons. Justino de Medeiros Silva

Definiendo la Asamblea como "un aprendizaje de la escucha", donde los obispos comparten "mucho sobre nuestra vida, nuestra misión, nuestro trabajo pastoral, los desafíos que la Iglesia afronta en este momento", el arzobispo de Goiânia y vicepresidente primero de la CNBB, Mons. Justino de Medeiros Silva, dijo que "traemos preocupaciones y esperanzas", insistiendo en que "nos escuchamos", creando un tejido de tanta escucha que "fortalece a cada uno de nosotros en el sentido de la misión", viendo el regreso a las diócesis como algo "marcado por el estímulo, una vigorización de esta experiencia de servir a la Iglesia en Brasil".

Mons. Paulo Jackson Nóbrega de Souza

Según el arzobispo de Olinda-Recife y vicepresidente segundo de la CNBB, Mons. Paulo Jackson Nóbrega de Souza, "hay un movimiento de nuestras diócesis a la Asamblea General, aquí traemos nuestros anhelos, los grandes desafíos que vivimos, la fuerza poderosa de la Iglesia, nuestras comunidades eclesiales, la belleza de la Iglesia católica". De la Asamblea y de lo que en ella se hace y se vive, "salimos aquí como un gran río que fluye de la Asamblea a la vida concreta, a nuestras diócesis", a las que definió como "dos movimientos que caracterizan la fuerza y la vitalidad de la Asamblea General de la Conferencia Episcopal Brasileña".

Una Asamblea General que desafía a la Iglesia de Brasil a comprender que "a pesar de las diferencias tenemos que estar siempre unidos en la causa del Evangelio y de la vida, de la vida plena para todos", como subrayó el presidente de la CNBB al final de su discurso.