El arzobispo de Kinshasa espera que el viaje del Papa influya en los líderes políticos Cardenal Ambongo: "La comunidad internacional está poniendo en marcha una agenda contra el Congo. Es repugnante"
"Estamos seguros de que la presencia del Papa aquí, en el Congo, permitirá poner la situación del país en el centro de la atención de la comunidad internacional. Y Francisco encontrará, esperamos, las palabras adecuadas para dirigirse a los líderes, a aquellos que pueden influir en la evolución de la situación que vivimos, incluida la llamada comunidad internacional"
"No podemos entender que lo que está ocurriendo en el Este de nuestro país. Toda la comunidad internacional, las Naciones Unidas, se declaren impotentes ante un pequeño grupo de bandas armadas. Eso nos sorprende. Si nos fijamos en la situación de Ucrania, hay un país que la ha atacado, pero se están poniendo los medios para que pueda volver el orden. Mientras que en nuestro país, la comunidad internacional se declara impotente. Y eso, para nosotros, es repugnante"
"Estamos seguros de que la presencia del Papa aquí, en el Congo, permitirá poner la situación del país en el centro de la atención de la comunidad internacional. Y Francisco encontrará, esperamos, las palabras adecuadas para dirigirse a los líderes, a aquellos que pueden influir en la evolución de la situación que vivimos, incluida la llamada comunidad internacional".
Es el deseo del cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa, la capital del país con el mayor número de católicos de África y que se prepara para recibir al Papa desde este martes hasta el próximo viernes, según expresa en una entrevista concedida a RFI.
Sentimiento de abandono
"El país está en peligro -remarca el purpurado-. La Iglesia católica lo ha visto desde hace mucho tiempo y no deja de denunciarlo. El país está en peligro en primer lugar porque la gente, el pueblo congoleño -es un pueblo- sobrevive, no vive, pero sobrevive. Hay un sentimiento generalizado de que el país, el pueblo, han sido abandonado".
Treinta y ocho años después de la última visita de un Papa al país (Juan Pablo II lo hizo en dos ocasiones, en 1980 y 1985), las expectativas generadas por este viaje apostólico son altas, debido a la grave situación que atraviesa. "En primer lugar, se trata de un contexto de crisis y miseria para la población. El pueblo congoleño lleva sufriendo varias décadas. Además, está la crisis que vivimos en el Este del país: inseguridad, grupos armados", señala Ambongo.
Pero no sólo está la violencia en el Este del país. "También aquí, a las puertas de Kinshasa, la situación en Kwamouth y en nuestras principales ciudades, como en la capital, con todo el problema de los kulunas, los niños de la calle que han sido abandonados, que se han convertido en adultos y que realmente funcionan como un peligro público. Así que la gente se enfrenta a esta realidad y es en este contexto en el que el Papa viene a visitarnos. Para los congoleños, se trata de una visita realmente reconfortante".
Y todo ello, a pesar de que desde hace ya tres décadas, en el país se han desplegado tropas de la comunidad internacional, como la MONUSCO. "Pero, por desgracia, tenemos la impresión de que esta presencia no cambia mucho. Recientemente, nosotros, los obispos del Congo, publicamos un mensaje, y nuestro mensaje quería llamar la atención sobre lo que el pueblo congoleño percibe como la duplicidad de la comunidad internacional", señala el pastor congoleño.
Medios para ayudar a Ucrania, pero no al Congo
"Tenemos la impresión -prosigue el cardenal de Kinshasa- de que la comunidad internacional tiene una agenda. Aunque nadie lo diga abiertamente, tenemos la impresión de que se está poniendo en marcha una agenda, y es una agenda contra el Congo. Nosotros, en nuestro papel de pastores y profetas, no dejamos de denunciar esta forma de hipocresía. Porque no podemos entender que lo que está ocurriendo en el Este de nuestro país. Toda la comunidad internacional, las Naciones Unidas, se declaren impotentes ante un pequeño grupo de bandas armadas. Eso nos sorprende. Si nos fijamos en la situación de Ucrania, hay un país que la ha atacado, pero se están poniendo los medios para que pueda volver el orden. Mientras que en nuestro país, la comunidad internacional se declara impotente. Y eso, para nosotros, es repugnante".