Ayudar a los agricultores de las zonas rurales, compromiso de la 'Cuaresma de la fraternidad' Cardenal Marengo: "Una Cuaresma de oración y reconciliación en Mongolia"
"Nuestra pequeña comunidad católica de Mongolia está viviendo esta Cuaresma con intensidad. Las nueve comunidades parroquiales han lanzado sus programas pastorales y espirituales. Hemos sintonizado con el tema de la oración, en este Año de la Oración, indicado por el Papa para la preparación del Jubileo", ha dicho a la Agencia Fides el Cardenal Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico de Ulán Bator
El 5 de marzo, la Iglesia celebrará en Mongolia una jornada de retiro cuaresmal para sacerdotes, consagrados y misioneros, con la presencia del padre Mauro Giuseppe Lepori, abad general de la Orden del Císter
(Agencia Fides).- "Nuestra pequeña comunidad católica de Mongolia está viviendo esta Cuaresma con intensidad. Las nueve comunidades parroquiales han lanzado sus programas pastorales y espirituales. Hemos sintonizado con el tema de la oración, en este Año de la Oración, indicado por el Papa para la preparación del Jubileo", ha dicho a la Agencia Fides el Cardenal Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico de Ulán Bator.
"Al mismo tiempo -continúa-, la Cuaresma siempre reviste un aspecto interesante porque comienza con el Año Nuevo Lunar. Este año, el calendario mongol coincidió con las fechas utilizadas en Corea y China. Tuvimos Año Nuevo el fin de semana y luego, en la semana siguiente, empezó el camino de la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza. Por un lado, el Año Nuevo es tiempo de abundancia y celebración, no de renuncia; por otro, trae consigo valores que sintonizan profundamente con el Evangelio, como la renovación, por ejemplo. Todo debe ser nuevo con vistas a una renovación real y profunda, no sólo externa".
"Debe haber reconciliación -subraya el Prefecto Apostólico- para que todo lo que se vivió en el año anterior, alguna desavenencia o alguna tensión, quede atrás y comencemos de nuevo con relaciones pacíficas. Un segundo aspecto es el tiempo en que todos cumplimos un año más, porque queda atrás el invierno y honramos a los ancianos como portadores de la sabiduría colectiva. En este sentido también para nosotros los cristianos existe una armonía, considerando a los padres como las madres espirituales a las que debemos dirigirnos más durante la Cuaresma".
Fuerte vínculo con la Santa Sede
La comunidad mongola siente un fuerte vínculo con la Santa Sede: "Hemos traducido el mensaje de Cuaresma del papa Francisco al mongol y lo hemos distribuido el Miércoles de Ceniza. También me gustaría mencionar que el mongol se ha convertido oficialmente en la 52ª lengua en la que se distribuye Vatican News. Ahora disponemos de esta plataforma en la que, por el momento, podemos traducir semanalmente la catequesis de los miércoles y el Ángelus dominical del Papa. Es el patrimonio del magisterio del Papa que la gente puede consultar: intentamos atesorar lo que el Papa Francisco nos recuerda en este tiempo de Cuaresma".
El Cardenal prosigue: "Quisiera insistir de nuevo en este discurso de las relaciones nuevas y reconciliadas, porque precisamente en él se basa la reflexión sobre la paz, que desgraciadamente parece estar en discusión en tantas partes del mundo. La llamada del Año Nuevo Lunar nos ayuda a dar este paso: para que llegue la paz, cada uno de nosotros debe partir de sus propias relaciones, de ser nosotros mismos operadores y sembradores de paz. Es, pues, una invitación a comprometernos por la paz a partir de nuestra propia conversión personal".
Cuaresma de fraternidad
El 5 de marzo, la Iglesia celebrará en Mongolia una jornada de retiro cuaresmal para sacerdotes, consagrados y misioneros, con la presencia del padre Mauro Giuseppe Lepori, abad general de la Orden del Císter.
Por último, en el plano de la caridad, la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación intenta actuar para acudir en ayuda de los agricultores de las zonas rurales que han quedado desamparados por nevadas especialmente intensas. "En pocos días, un agricultor puede perder casi todo su ganado porque los animales quedan literalmente atrapados por la nieve. Estamos tratando de comprender qué se puede hacer concretamente por ellos: éste podría ser uno de los compromisos que nos gustaría caracterizar nuestra Cuaresma de fraternidad", concluye el cardenal Marengo.
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