(Vatican News).- Los días 15 y 16 de noviembre comienza en Bali (Indonesia) la 17ª reunión del G20, un foro de jefes de Estado y de Gobierno, ministros de Economía y gobernadores de bancos centrales creado en 1999 tras una serie de crisis financieras, para fomentar la internacionalidad económica y la acción concertada teniendo en cuenta las nuevas economías en desarrollo. En ella participan la Unión Europea y 19 de los países más industrializados del mundo, entre ellos Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, India, Indonesia, Francia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, Sudáfrica y Turquía.
Entre los temas de la cumbre figuran la crisis alimentaria, las tensiones energéticas, la guerra de Ucrania y su impacto global, el aumento de la inflación y el riesgo de una recesión mundial en detrimento de los países más pobres. En un marco en el que se intensifican las divisiones entre Oriente y Occidente del mundo, con China y Rusia por un lado y Estados Unidos y Europa por otro.
"En el G20 de Bali", dice el padre Marcin Schmidt, sacerdote misionero polaco y experto en zonas de crisis, "hay una gran expectación por el posible encuentro entre las delegaciones rusa y ucraniana, así como por el de las delegaciones rusa y estadounidense, y por supuesto", explica, "hay grandes preparativos también en materia de seguridad". Parte de la ciudad de Bali parece realmente una fortaleza".
Allí se reunirán "muchos representantes de otros muchos países y también de asociaciones y movimientos porque", subraya el padre Schmidt, "entre los temas no sólo está la expectación, sobre la presencia o ausencia del presidente ruso o ucraniano, sino que Indonesia, el presidente del G20 2022, ha dejado muy claro que en el centro del encuentro está la capacidad, después del Covid-19, de recuperar la posibilidad de trabajar juntos por el bien común a partir de las transformaciones que se están produciendo en el mundo contemporáneo".
Scholas Occurrentes en Bali
Entre los movimientos internacionales presentes en Bali se encuentra Scholas Occurrentes, que participará en reuniones sobre el tema de la educación. Los jóvenes son una de las prioridades del G20, tanto por el diálogo intergeneracional como por su presencia en el mundo digital. Por ejemplo, uno de los paneles en profundidad del G20 tratará sobre la protección de los derechos de los niños en el mundo digital, tanto desde el punto de vista legal como para que el acceso a la red sea justo y equitativo incluso para los jóvenes que viven en los países más pobres.
Diálogo interconfesional
"Creo que el diálogo interreligioso en el G20 de Indonesia puede desempeñar un papel crucial, también porque estamos en un país, Indonesia, que acoge la cumbre este año, y que tiene en su símbolo, en su lema principal, "Unidos en las diferencias". El diálogo interreligioso ocupará un lugar destacado en muchas de las reuniones de Bali, con el objetivo de mantener y reforzar el equilibrio y la cooperación entre los líderes religiosos del mundo, especialmente en favor de la paz", explicó además el padre Schmidt.
"Por primera vez, de hecho, la cumbre dedica un espacio a las religiones y a su contribución al desarrollo humano integral y a la cultura de la paz. Por eso se concibió el "GReligions 20", que prevé, entre otras cosas, un encuentro entre jóvenes de distintas religiones para hablar de la contribución que las nuevas generaciones y las propias confesiones religiosas pueden hacer al desarrollo humano integral. Y, en general, es muy importante reconocer la importancia de la colaboración inclusiva entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo, y aquí las religiones pueden hacer mucho con su diálogo para ayudar a crear una cultura de encuentro, una cultura de diálogo y colaboración", concluye.
La agenda del G20
En la agenda no sólo de los grandes de la tierra, estará la cuestión de la transición energética, tema principal, junto con la paz y la economía, de la Presidencia indonesia del G20. Una transición que debe ser justa e inclusiva. También están en la agenda, aunque de forma indirecta, muchos temas que forman parte del Magisterio del Papa. En particular, "la economía de Francisco". En uno de los actos paralelos a la cumbre del G20 se habla de la necesidad de crear una nueva economía inclusiva, según el modelo esbozado en Asís. Y es importante que el G20 profundice en una nueva visión económica a partir de la propuesta del Papa. En Bali, de hecho, se está intentando en las distintas mesas que caracterizan al G20 proponer una filosofía, propia de Indonesia, que habla de la armonía en la relación con las personas, con uno mismo, partiendo de la armonía con Dios y la naturaleza.