El Papa ha conseguido "predicar el significado de lo humano" y comunicar "sin excluir a nadie" Hafid Ouardiri, ex portavoz de la mezquita de Ginebra: "Fratelli tutti habla a mi ser original"
El ex portavoz de la mezquita de Ginebra dice que "Fratelli tutti debería ser leída por todos los líderes del mundo, independientemente de su afiliación política o religiosa"
El intelectual ginebrino considera que la encíclica ha sido escrita "en defensa de la gente, no de las ideologías que encierran a la gente"
Valora el diálogo interreligioso del que hace gala Francisco y declara que "el único conflicto entre islam y cristianismo es entre los que hacen que los textos digan lo que no dicen"
Valora el diálogo interreligioso del que hace gala Francisco y declara que "el único conflicto entre islam y cristianismo es entre los que hacen que los textos digan lo que no dicen"
"Fratelli tutti debería ser leída por todos los líderes del mundo, independientemente de su afiliación política o religiosa". Lo ha dicho precisamente un musulmán, Hafid Ouardiri, el ex portavoz de la mezquita de Ginebra.
Publicando la encíclica del Papa de la Iglesia católica en la web de su fundación, Entre-connaissance (Entre-Conocimiento), el intelectual ginebrino ha manifestado la importancia que le otorga a la tercera encíclica de Francisco. "Destaca de manera muy pertinente los signos de la decadencia de la humanidad", opina Ouardiri, que se muestra de acuerdo con la advertencia de Bergoglio sobre "lo virtual, que destruye la relación real" y el indeseable concepto de "guerra justa".
"En defensa de la gente"
Como ha recogido catch.ch, Hafid Ouardiri observa que, en su nueva encíclica, el Papa ha conseguido "predicar el significado de lo humano". No se ha quedado en dirigirse a los católicos, sino que "se comunica sin excluir a nadie". Impresionado, Ouardiri considera que 'Todos hermanos' ha sido escrita "en defensa de la gente, no de las ideologías que encierran a la gente", y confiesa que su mensaje "habla a mi ser original".
En este sentido, el intelectual destaca los puntos de encuentro entre el islam y el catolicismo patentes en la encíclica y declara que "el único conflicto entre ambas religiones es entre los que hacen que los textos digan lo que no dicen".
Recordando que el islam respeta desde siempre la Biblia (apreciando especialmente parábolas como la del buen samaritano, uno de los ejes de la encíclica) Ouardiri concluye destacando el papel del diálogo intercultural: "Dios está necesariamente con aquellos que dan ese paso".