Misionero venezolano en Mozambique Padre Jesús Godoy: "Los sacerdotes estamos para servir en medio de las dificultades"
Permanecerá tres años en una zona alejada y empobrecida, formando parte del proyecto misionero "Virgen de Coromoto" que impulsan el episcopado venezolano y las Obras Misionales Pontificias
"Desde la actual pobreza de Venezuela, desde lo poco, se otorga y uno se desprende todavía más; por eso nos envían de misión"
El misionero asume su nuevo compromiso con entusiasmo
El misionero asume su nuevo compromiso con entusiasmo
| Ramón Antonio Pérez
El Cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas, y arzobispo de Mérida, presidió una misa este domingo 14 de julio, en la iglesia El Buen Pastor de Bello Campo, en Chacao, en la que hizo el envío misionero del padre Jesús Alexander Godoy a Mozambique (África), donde permanecerá tres años, recordando algunas de las actividades del presbítero como su trabajo en las cárceles, con los enfermos en los hospitales o rescatando a personas en situación de calle.
“El padre Godoy también ha desarrollado un interesante trabajo en los botaderos de basura llevándoles dignidad a la gente y tratando de rescatarlos de la miseria”, dijo Porras, acotando que al asumir la Arquidiócesis de Caracas, el presbítero le manifestó sus intenciones de trabajar como misionero “con el deseo de servir entre los más necesitados”.
Al terminar la ceremonia, fue notorio como Javier Terán, un hombre de mediana edad, lo saludó después de la ceremonia y le agradeció haberlo rescatado de la situación de calle en que se encontraba, según reveló al portal Aleteia. A continuación la entrevista con el Padre Jesús Alexander Godoy:
Padre Godoy, ¿Cómo es este proyecto que Ustedes van a cumplir en África, específicamente, en Mozambique? ¿De qué se trata?
Es una iniciativa de la Conferencia Episcopal Venezolana junto con las Obras Misionales Pontificias de Venezuela, en la que se acepta una misión en África para llevar a toda la gente la Buena Nueva de la noticia de Jesús; la satisfacción de conocer a Jesús, amarlo y hacerlo parte de nuestra vida en todos los rincones del mundo.
Vamos a participar en esta misión que ya tiene cinco años en la provincia de Tete en Mozambique, en la Diócesis de Tete, específicamente en parroquia Santa María de Manje. Es una zona alejada con gente muy necesitada y pobre. Es allí donde el Señor me envía para darlo a conocer y hemos respondido a este llamado con mucha alegría a pesar de la crisis y las dificultades que tenemos actualmente en Venezuela.
Godoy ha desarrollado un interesante trabajo en los botaderos de basura llevándoles dignidad a la gente y tratando de rescatarlos de la miseria, además de acompañar a presos, enfermos y personas en situación de calle
¿Cuánto tiempo estará allí y quiénes lo acompañarán en la misión?
Inicialmente estaré durante tres años, pero estos pudieran prorrogarse otros tres años más. Trabajaré con tres laicos que ya están allí junto al padre Emérito Peña, de la Diócesis de Barinas, a quien voy a relevar en el servicio. Los laicos son Génesis Machado y Yuruanni Guzmán, ambas de la Diócesis de Machiques, y Alonzo Velázquez de Ciudad Guayana.
¿Padre, qué iniciativas desarrollará de acuerdo lo que hasta ahora ha conocido?
Esto es un proyecto que ya se está desarrollando. Sin embargo, primero debo contemplar la realidad y observar qué es lo Dios quiere y nos pide desde el Evangelio para ayudar a la gente aportando todo lo que sea necesario en nombre de Dios y con mucha humildad. Por supuesto que llevo muchas ganas de trabajar en equipo, asumiendo el Plan de Pastoral del Obispo de la Diócesis de Tete, y sobre todo, sirviendo a los que más necesitan.
¿Cómo entender que la Iglesia venezolana envíe a uno de sus sacerdotes al extranjero si aquí hacen falta muchas personas consagradas como Usted?
Justamente, se da desde la pobreza; desde lo poco se otorga y donamos la vida porque los sacerdotes estamos para eso: servir en medio de las dificultades. Pero esto lo hacemos en comunión con la iglesia que nos envía. En mi caso, el cardenal Baltazar Porras ha tenido el gesto de enviar a la misión a un sacerdote de la Arquidiócesis de Caracas y hacerlo con cariño, con solidaridad y con un sentido de Iglesia Universal.
¿Lo considera un desprendimiento de la Iglesia en medio de la crisis para llevar el mensaje de Jesucristo?
Efectivamente, pero primero hay que escuchar la voz de Dios que nos llama y nos convoca. Creo que la Iglesia Venezolana en medio de las dificultades, es una iglesia que puede dar mucho; es una iglesia que puede desprenderse todavía más y dar desde la pobreza. Por eso nos hemos quedado sorprendidos con la solidaridad del pueblo venezolano que sigue dando y trabajando por los que más sufren.
Su presencia en algunos vertederos de basura del Área Metropolitana de Caracas ha servido para muchos hombres, mujeres y niños, no sólo reciban un poco de comida sino también el mensaje de Jesucristo. ¿Cómo quedan los proyectos sociales y espirituales que Usted venia desarrollando en Caracas con la Fundación Hogar de Cristo?
La Fundación Hogar de Cristo es una organización que busca ofrecer un espacio para la dignificación de las personas más vulnerables como los niños con riesgo de desnutrición; darles una mano de apoyo, consuelo y acompañamiento a las personas menos atendidas y que están en las cárceles; y a los que viven en situación de calle, sean niños jóvenes y adultos. A todos se les abre un espacio porque existe una comunidad católica comprometida. Hay laicos que seguirán llevando adelante esta misión. En ese sentido quiero decir que el Diácono Permanente Luis Grande estará al frente de este proyecto con la asesoría espiritual del padre José Luis Irazu. De manera que la Fundación Hogar de Cristo seguirá con las puertas abiertas, para recibir y atender a los que sufren.
Finalmente, Padre Jesús, ¿qué mensaje nos puede dejar, algún llamado especial?
Mi invitación para todos es a preguntarnos: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Dónde quiere Dios que yo actúe, trabaje y lleve la Buena Noticia? Eso es a lo que Dios nos invita. Vamos a hacerlo con entusiasmo.
El padre Ender Zapata lo consideró “gran ejemplo a seguir”, porque aun en medio de las crisis, “la iglesia venezolana es capaz de seguir sirviendo a los más necesitados”. El proyecto en Mozambique, “Misión Nuestra Señora de Coromoto”, surgió al culminar el IV Congreso Americano Misionero, que en el 2013 se cumplió en Maracaibo.