111º día de acoso: "El ocupante ruso no puede distinguir a un voluntario de un terrorista" Shevchuk: "El voluntario no es un terrorista ¡NO a la violencia contra civiles!"

El arzobispo grecocatólico, Sviatoslav Shevchuk, lamenta el trato que están recibiendo los voluntarios que arriesgaron su vida para para evacuar a civiles de Mariúpol.

“Nos conmovió la historia, que se conoció ayer en la sociedad ucraniana, que habla de 33 voluntarios de Mariupol: son conductores que sacaron a la gente de esta ciudad mártir con diversos medios de transporte, salvando vidas humanas. Bajo las bombas, bajo el bombardeo, arriesgaron sus vidas.

Hoy han sido capturados por los rusos, sometidos a torturas despiadadas, y enfrentarán, en el mejor de los casos, un largo período de probable confinamiento. El ocupante ruso no puede distinguir a un voluntario de un terrorista. Hoy Quiero decir en voz alta al mundo entero: "¡NO a la violencia contra los civiles!". Queremos decir que el voluntario no es un terrorista, sino un salvador de vidas humanas”

Guerra en Ucrania: los conductores voluntarios salvaron a los civiles de Mariupol, y ahora están en cautiveriohttps://t.co/xDNHWGk2BU

En el punto álgido de las hostilidades, a pesar de la falta de corredores humanitarios y la cantidad limitada de vehículos, muchos residentes...

— Athens News (@russianathens) June 15, 2022

En la celebración de la Santísima Trinidad, pide que el primer don del Espíritu Santo, que es la sabiduría, sea concedido "a los líderes de nuestro estado. A los líderes modernos de las naciones, para que vivan en Tu Sabiduría y la reflejen en sus vidas, y entonces no habrá guerras en la tierra"

Texto completo del mensaje

Gloria a Jesucristo!

¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo!

Hoy es martes 14 de junio de 2022 y el pueblo ucraniano ha estado resistiendo la agresión rusa a gran escala durante 111 días, el día 111 de la gran guerra iniciada por el invasor ruso contra la pacífica Ucrania.

Nuevamente, agradecemos al Señor Dios ya las Fuerzas Armadas por sobrevivir esta mañana y poder ver la luz del día. Se están librando intensos combates a lo largo de toda la línea del frente. Pero como nos aseguró anoche el presidente de Ucrania, el ejército ucraniano tiene una iniciativa estratégica a lo largo de toda la línea del frente. Y aunque el enemigo nos supera en número, tiene más potencia de fuego, pero tácticamente, los ucranianos defienden heroicamente su tierra y resisten esta invasión.

El enemigo bombardea sin piedad la región de Sumy, la región de Chernihiv, los bombardeos reaparecieron en la ciudad de Kharkiv. Esta mañana se lanzó un ataque con misiles en la región de Odessa.

¡Pero Ucrania lo aguanta! ¡Ucrania está luchando! Hoy, Ucrania está más unida que nunca. Unidos en un deseo común, el deseo de vencer, y esta victoria será la consecución de una paz justa para nuestro país.

Nos conmovió la historia que se dio a conocer ayer a la sociedad ucraniana sobre 33 voluntarios de Mariupol. Son choferes que sacaron personas de esta ciudad mártir en diversos medios de transporte y salvaron vidas. Bajo bombas, bajo bombardeos, arriesgando sus propias vidas. Y hoy han sido capturados por los rusos, sometidos a torturas despiadadas, y lo más probable es que se enfrenten a una larga pena de prisión. El ocupante ruso no sabe distinguir a un voluntario de un terrorista. Hoy queremos decir en voz alta al mundo entero: ¡No a la violencia contra los civiles! Queremos decir que un voluntario no es un terrorista, sino un salvador de la vida humana.

Ayer celebramos el Lunes del Espíritu Santo, la Fiesta de la Santísima Trinidad. Por eso quiero comenzar hoy con vosotros nuestra reflexión diaria sobre los dones que el Espíritu Santo ha traído al hombre. Sabemos que según nuestro Catecismo tradicional hay siete Dones del Espíritu Santo. Es decir, los signos por los que podemos decir que el Espíritu Santo reposa sobre una persona. Es sobre estos dones del Espíritu Santo que leemos por primera vez del profeta Isaías: "Porque es por estas señales", dijo el profeta, "que el Mesías, ungido con el Espíritu Santo de Cristo, puede ser reconocido". Él dice: "Reposará sobre él el Espíritu del Señor, el Espíritu de sabiduría, el Espíritu de razón, el Espíritu de consejo y fortaleza, el Espíritu de conocimiento y temor de Dios".

De este modo, los Dones del Espíritu Santo son una sensibilidad especial que el Espíritu Santo da al hombre ante la presencia de Dios. Los Santos Padres y maestros de la Iglesia Oriental hablaron de los llamados "órganos espirituales de los sentidos" que el Espíritu Santo revela en el hombre. Así como para conocer el mundo visible creado tenemos la vista, el oído, el gusto, el olfato, el tacto. De la misma manera, el Señor Dios le dio al hombre una serie de órganos sensoriales espirituales, a través de los cuales podemos contemplar la presencia de Dios entre nosotros.

Hoy quisiera reflexionar con vosotros sobre el primer Don del Espíritu Santo, que es la sabiduría. De hecho, la sabiduría es una cierta capacidad de una persona para contemplar la verdad, para conocer la verdad. Pero ver esta verdad, que el hombre es capaz de descubrir a la luz de la Sabiduría de Dios. Esta sabiduría, como don del Espíritu Santo, no es fruto de ningún entrenamiento de la capacidad intelectual del hombre.

Nuestra gente dice: "Hay muchos sabios, pero pocos son sabios". Sólo la sabiduría, como Don del Espíritu Santo, permite a una persona ver todo lo que sabe, conoce todos los acontecimientos de su vida en cierta perspectiva. Pero lo más importante en la perspectiva del plan de Dios es sobre el hombre y el universo.

Que el Señor Dios nos conceda toda Su Sabiduría Celestial, esa Sabiduría de Dios, a la cual el Príncipe Yaroslav el Sabio dedicó nuestro principal sobor, o iglesia, la Catedral de Santa Sofía en Kyiv. Esa Sabiduría de Dios, que durante milenios ha sido medida de la rectitud de nuestros príncipes y guerreros que construyen la vida nacional, social, los líderes de la iglesia, todos los que se dedican a la lucha de la vida monástica.

¡Oh Dios, danos Tu Sabiduría! Da sabiduría a los líderes de nuestro estado. Da sabiduría a los líderes modernos de las naciones, para que vivan en Tu Sabiduría y la reflejen en sus vidas, y entonces no habrá guerras en la tierra. ¡Que el Don de la Sabiduría de Dios traiga la paz a Ucrania y al mundo!

Que la bendición del Señor sea con vosotros por su gracia y amor a la humanidad, siempre, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

¡Gloria a Jesucristo!

¡Alabado sea Jesucristo!
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy es miércoles 15 de junio de 2022 y Ucrania ya está viviendo 112 días de esta sangrienta guerra a gran escala emprendida por Rusia contra el pueblo ucraniano.

Una vez más, damos las gracias a Dios y a las Fuerzas Armadas de Ucrania por haber podido ver la luz del día esta mañana, por habernos permitido sobrellevar este día y esta última noche. Porque, por desgracia, muchas personas murieron en Ucrania. De nuevo, según los informes que recibimos de diversas autoridades gubernamentales, cada día mueren unos 100 soldados. Y cuántos civiles son asesinados cada día todavía nadie lo sabe, pero el número es probablemente mayor.

La ya legendaria ciudad de Severodonetsk, en la región de la provincia Luhansk, que se está convirtiendo en una ciudad de héroes, una ciudad de mártires. Severodonetsk resiste heroicamente, y por el hecho de ser el centro administrativo de la provincia de Luhansk, de 100.000 habitantes, es ahora el epicentro de un gran enfrentamiento. Las tropas rusas superan por diez el número de los militares ucranianos pero nuestros soldados están defendiendo valientemente esta ciudad, defendiendo ese porción de la provincia ucraniana de Luhansk.

La lucha y los combates activos tienen lugar a lo largo de todo el perímetro de la línea del frente. Desde la provincia de Kharkiv hasta la provincia de Khersón en el sur.
Pero Ucrania está en pie. Ucrania está luchando.

El enemigo intenta intimidarnos. Ayer los ataques con misiles alcanzaron incluso regiones occidentales de Ucrania: Lviv, Ternópil, la provincia de Khmelnytskyy. Pero Ucrania se defiende con éxito y con esto sorprende al mundo.

Esta semana en particular, según nuestra tradición, estamos viviendo una semana especial, la semana de Pentecostés. Todos los días cantamos una y otra vez al Espíritu Santo presente entre nosotros, que en su momento descendió sobre los apóstoles en forma de lenguas de fuego, pero que hoy está presente y vivo en el cuerpo de nuestra Iglesia.

Ayer comenzamos a reflexionar sobre los dones del Espíritu Santo, esos regalos especiales que el Espíritu Santo trae consigo y regala al hombre. Y hoy vamos a meditar sobre otro de estos dones, que se llama Entendimiento. Obviamente, en ucraniano la palabra “Entendimiento” tiene muchos significados diferentes. Pero el Entendimiento, como don del Espíritu Santo, es una capacidad especial del hombre para penetrar en las profundidades de la realidad. Es la capacidad de la persona para distinguir las diferentes causas y las consecuencias de los distintos acontecimientos y fenómenos; y entender todas las cosas en según sus causas verdaderas; y a través de ellas contemplar la Causa Primera de todo lo que existe, vive y se mueve: nuestro Dios y Salvador.

El don del Entendimiento que nos regala el Espíritu Santo es indispensable para que las intrigas del diablo del mundo actual no engañen al hombre. Vivimos en un mundo de engaños, donde los deseos se hacen pasar por realidad y donde las mentiras se hacen pasar como verdades y es tan importante que hoy, con la ayuda de este don especial del Espíritu Santo no nos dejemos vencer por esta aparente niebla que el tentador quiere sembrar entre nosotros. Por eso deberíamos ser capaces de profundizar en la realidad y para poder llegar a conocerla y entenderla correctamente. Este don del Espíritu Santo es muy necesario sobre todo para quienes tienen responsabilidades especiales, ya sea por el tipo de servicio que prestan o por el ministerio que desempeñan en la Iglesia, en la sociedad y en el Estado.

Estimo que el don del Entendimiento del Espíritu Santo es indispensable hoy en día para aquellos que están tratando de entender las causas y consecuencias de esta agresión rusa a gran escala. Porque vemos que hoy el mundo entero trata de engañar, de hacer pasar aquello que se desea por la una realidad ya existente. Vemos y sabemos, y lo experimentamos aquí en Ucrania en propia piel, que la agresión rusa no ha sido provocada por Ucrania. Los que piensan que alguna razón externa provocó la agresión militar de Rusia han caído presas de la propaganda rusa o simplemente están engañando deliberadamente al mundo.

Por desgracia, esta parte del espacio postsoviético, que ahora se encuentra en el territorio de la federación rusa, tiene sus propios defectos y enfermedades profundas que provienen todavía de los tiempos soviéticos. Este revanchismo postsoviético, que ha resurgido hoy con un nuevo rostro, como un nacionalismo ruso tan extremo en forma de “ideología del mundo ruso” ha adquirido rasgos claramente genocidas. Y Ucrania es su primera víctima.

Por eso es tan importante comprender hoy las causas y las consecuencias de esta guerra. Por desgracia, las causas de esta guerra se encuentran en Rusia y en sus propias entrañas. El agresor ruso intenta resolver sus problemas internos con una agresión externa. Proyecta sus enfermedades en los demás y culpa a todo el mundo.

Por eso es que hoy pedimos el don del Espíritu Santo para los políticos, los diplomáticos, para los líderes eclesiales y religiosos. Que el Señor Dios les dé este don del Entendimiento; la capacidad de discernir la causa y el efecto; la capacidad de ver la profundidad de la realidad. Y la capacidad de distinguir la verdad de las mentiras y falsedades.

¡Oh Dios, concédenos el Don del Entendimiento!¡Oh Dios, bendice a Ucrania con el don de tu Espíritu Santo! ¡Bendito sea el pueblo ucraniano! ¡Haznos portadores de tu Espíritu de Verdad que es liberador! ¡Bendice nuestra Patria con la Paz!

La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén.
¡Alabado sea Jesucristo!

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME