La histórica abstención en las elecciones al Parlamento italiano es "un síntoma de un malestar que no puede ser desestimado superficialmente y que debe ser escuchado", según el presidente de la CEI, Matteo Zuppi. En unas declaraciones que recoge Sir, el purpurado reflexionó sobre el resultado electoral, pidiendo a los cargos electos "que cumplan su mandato con alta responsabilidad, al servicio de todos, empezando por los más débiles y con menos garantías".
El arzobispo de Bolonia recordó los principios irrenunciables que debe abordar el nuevo Gobierno, como "el aumento constante y preocupante de la pobreza, el invierno demográfico, la protección de las personas mayores, las brechas entre territorios, la transición ecológica y la crisis energética, la defensa del empleo, especialmente de los jóvenes, la acogida, protección, promoción e integración de los migrantes, la superación de los trámites burocráticos, las reformas de la expresión democrática del Estado y de la ley electoral".
"Sin olvidar que la guerra actual y sus graves consecuencias requieren un compromiso de todos y en plena sintonía con Europa", recordó Zuppi, quien insistió en que la Iglesia "no dejará de aportar su propia contribución a la promoción de una sociedad más justa e inclusiva".
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