| RD/EFE
Según informan los medios locales, los hechos ocurrieron durante una reunión del tribunal sinodal para tratar el caso de un sacerdote de la diócesis de Veria, al que se le iba a destituir por su supuesta implicación en un delito de drogas.
En plena sesión el sacerdote se acercó hasta los jerarcas ortodoxos, sacó del bolsillo una botella con un ácido y les roció caras y manos.
Tras escuchar los gritos de los metropolitanos, el guarda del monasterio alertó a la Policía que logró detener al agresor.
Los siete arzobispos metropolitanos fueron trasladados a un hospital, tres de ellos con quemaduras graves, si bien todos están fuera de peligro.
El monasterio de Petraki sirve como sede para las asambleas del Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa de Grecia.
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