Católicos, una pequeña minoría
En una conversación con el periódico del Vaticano, Mons. Ivan Pereira, obispo de Jammu-Srinagar desde 2015, donde viven unos setenta mil fieles, acompañados de unos setenta sacerdotes, entre diocesanos y religiosos; lanza un llamamiento de paz y expresa su preocupación por la alta tensión que se vive hoy en toda la región de Cachemira, donde la comunidad católica es una minoría.
Las masivas protestas callejeras, seguidas de la medida de revocación aprobada por Nueva Delhi, la imposición del toque de queda, la detención de al menos 500 manifestantes, los soldados que vigilan las calles y especialmente las aldeas a lo largo de la "Línea de Control", una especie de frontera no oficial que divide la parte Cachemira de la India de la Cachemira de Pakistán; han causado la huida de la población de esas zonas.
En este momento, Monseñor Pereira no considera el recurso a las Naciones Unidas, ya que sugiere que "desde el principio, la disputa sobre Cachemira ha sido una cuestión bilateral entre India y Pakistán". Por lo tanto, según el prelado, la mejor manera es "asegurar que los dos estados vecinos, gracias a un esfuerzo mutuo de buena voluntad, reabran las conversaciones bilaterales".
Restablecimiento de la confianza mutua
Pero antes que nada, "necesitamos restablecer una atmósfera de confianza mutua, de lo contrario todo intento será en vano", comenta el mitrado, invitando a los líderes a relajarse y a no inflamar más los espíritus. Por ejemplo, decir que el gobierno indio ha decidido revocar el estatuto de autonomía del que disfruta la región de Cachemira porque "Pakistán lo ha utilizado como herramienta para propagar el terrorismo", como hizo el primer ministro indio Narendra Modi; significa echar leña al fuego y es contraproducente. Es prudente, en cambio, señalar, como hizo el Primer Ministro pakistaní Imran Khan, que "la opción militar no está sobre la mesa", dando así una importancia absoluta a los instrumentos de la diplomacia y la política, los correctos para tratar de afrontar y resolver cualquier disputa.
Ser agentes y constructores de paz
A continuación, el obispo de Cachemira señala que la cuestión se ha planteado, a nivel cultural y también espiritual: "Debemos, por ambas partes, redescubrir la conciencia de ser agentes y constructores de la paz, que es el mayor bien para los pueblos y para toda la humanidad". Es urgente encontrar medios y métodos para cultivar y promover la paz en nuestras sociedades, en India y Pakistán, que tienen raíces culturales comunes, junto con creyentes de todas las religiones".
La paz, un tesoro incalculable
La reflexión de Monseñor Pereira va incluso más allá: "Todos los seres humanos, en su corazón, desean la paz. Es el anhelo más profundo de cada uno de nosotros. Todos deseamos experimentar los frutos de la paz en nuestra vida personal, familiar, comunitaria y nacional. La paz es la fuente del bienestar y la prosperidad, por lo tanto, es el objetivo de toda acción política.
Por eso -continúa el prelado- "hago un sincero llamamiento a los dirigentes de las dos naciones vecinas y a todos los hombres de buena voluntad, para que cada uno contribuya, a su manera y con sus propios medios, a la promoción de la paz auténtica. La paz, es conveniente para todos y es un tesoro incalculable".