Califican a los obispos de "funcionarios" y a los curas de "penuria espiritual" Polonia:  Duro rapapolvo de los fieles a la jerarquía eclesial en la síntesis sinodal

La católica Polonia, la cuna de Juan Pablo II, el baluarte del cristianismo en la Europa del Este, ya no es lo que era. Lo certifican no solo los estudios sociológicos que dibujan la creciente secularización de la sociedad, si no ahora también la síntesi de la fase de escucha sinodal hecha pública el pasado 25 de agosto.

En una treintena de páginas, la Conferencia Episcopal polaca resume los testimonios de unos 50.000 fieles que participaron a través de las diócesis o por medios electrónicos en esta fase previa al Sínodo sobre la Sinodalidad que se celebrará en Roma en octubre de 2023.

Y lo que radiografían buena parte de esas páginas es una ruptura en la confianza de los fieles para con sus sacerdotes y obispos, algo muy alejado de aquella época en la que ambos marcharon al unísono, junto con el conjunto de la sociedad, y de la mano del sindicato Solidarność,de Lech Walessa, y con las bendiciones desde la Santa Sede del papa Wojtyla, para convertir al país en un ariete de fe contra el monolitismo comunista.

"Obispos funcionarios"

Así, aunque sin cuestionar "el papel que desempeñan el Papa, los obispos y el clero dentro de la Iglesia", la jerarquía eclesiástica ocupa el centro de las críticas de los fieles, describiendo a los obispos como "funcionarios con poco interés en los asuntos parroquiales", cuando esperarían de ellos  "una voz concreta” y "una posición episcopal coherente".

Pero si los pastores no salen bien parados en los testimonios recabados, la imagen que resulta de los sacerdotes es deprimente. El informe critica el "papel dominante" de los sacerdotes, de quien "ahora se acepta que la parroquia pertenece al párroco y que él lo decide todo", según informa la Croix.

Los fieles reprochan a los curas "la falta de fe y de auténtica piedad, el materialismo, la violación de los principios morales, la falta de sensibilidad hacia las necesidades de la gente". En definitiva, una "penuria espiritual" que acaba provocando una "penuria física" de sacerdotes, frente a un deseo de “sacerdotes carismáticos" capaces de seguir atrayendo a los fieles.

"Un clericalismo profundamente arraigado"

Con estos mimbres, los fieles relatan también “un clericalismo profundamente arraigado y extendido" en la Iglesia polaca, con un lenguaje "hermético, egocéntrico y alejado de la realidad" e incluso de la propia comunidad, pues se lamenta también que existen dificultades en el propio diálogo entre sacerdotes y laicos.

Pero si estos apuntes son, además de muy preocupantes, sorprendentes en una Iglesia de cuyo conservadurismo hay pocas dudas, los fieles, sin embargo, comparten la desconfianza de sus pastores hacia otras cuestiones que han salido en otras síntesis sinodales nacionales, como el tema del celibato o la ordenación de mujeres.

Desconfianza hacia el Camino Sinodal alemán

En este sentido, los fieles ven también con desconfianza el llamado Camino Sinodal alemán (los obispos polacos mandaron una carta a Roma protestando por algunas de las medidas anunciadas) y en la síntesis ni siquiera se menciona el lugar de la mujeres en las Iglesia.

Eso sí, los jóvenes reconocen que “la Iglesia es triste” y denuncian la doble moral de los curas: "¿Por qué debo confiar en alguien que también peca?", se pregunta alguno.

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