Esta Navidad del 2024, llena de fiesta, de júbilo, de acción de gracias, corona de alegría y enciende nuevas esperanzas en la FRATERNIDAD, en el PROYECTO Y FUNDACIÓN HOMBRES NUEVOS. 

En Navidad celebramos el nacimiento pobre del Niño Jesús en el pesebre de Belén, pero que vuelve a naceren todos los campos emprendidos y excluidos de la educación de la mujer preterida, de la inmigración, de la marginación, de las personas disminuidas físicas o psíquicas a las que viene ayudando y acompañando durante estos 25 años, la Fundación. 

Jesús nace cada día en Hombres Nuevos y levanta esperanzas en el pueblo, como dice nuestra gente, "Diosito" vuelve a nacer en vida, ternura, en alegría, en esperanza, en los espacios solidarios de Hombres Nuevos. 

Con "Diosito" otra Bolivia sería posible, habitable para todos, collas y cambas. Sería la Bolivia que todos soñamos, una Bolivia moderna, libre, democrática, justa, con pan y trabajo para todos... 

Ese es el mensaje de la Navidad para todos y todas las bolivianas: Una Bolivia que no se rompa, unida, fraterna, que busca el bien común y todos seríamos felices si trabajásemos por la felicidad de los demás. 

Este es el mensaje de Jesús: Libertad, fraternidad, igualdad, solidaridad, participación, comunión, amor, ternura, compasión... 

Por otra parte, el Evangelio no tolera ni protagonismo, ni proselitismo. La pauta nos la da Juan el Bautista en el Adviento: "Jesús debe crecer y yo menguar" y así es. Jesús nace humilde en Belén y es reconocido como mesías, salvador, libertador. Jesús convence y seduce por su forma y estilo de vida. A Jesús se le conoce viviendo como él vivió y poniendo en práctica sus dichos y hechos. 

Jesús nace pobre y olvidado y siempre se pone a lado del marginado, del excluido, se dedica a liberar a la gente oprimida por la enfermedad, por las fuerzas del mal, por el yugo de la religión que les causa sufrimiento y aguante. Es el profeta que no imponía cargas pesadas al pueblo, sino que liberaba a la gente. Lo importante para su seguidor es ir quitando cargas, sufrimiento a la gente. Nunca legitimar y justificar las fuerzas que causan dolor y sufrimiento. 

Por ser creyentes, por estar bautizados, por ser discípulos, tenemos que ser felices, dichosos, bienaventurados, así lo proclama Jesús en las bienaventuranzas. Todo discípulo de Jesús tiene que ser feliz y dichoso. Entonces Navidad se traduce en felicidad todo el año. Tenemos razones para ello. Ningún Dios ha hecho más por a mujer y el hombre. Se abajó para hacerse uno de nosotros y, en consecuencia, tenemos que ser como Él. 

Y esa es la ruta que sigue con pasión y alegría "tercamente perseverantes" y alegres en la esperanza el Proyecto Hombres Nuevos durante 32 años y la Fundación durante 25 años. Feliz y solidaria Navidad.