Benedictinos en Estíbaliz, 100 años, principio y fin. Álava pierde este año la única comunidad contemplativa masculina en la Diócesis de Vitoria
A lo largo del 2022 la comunidad quiere dejar todo “bien atado” antes de irse
La edad y salud de los miembros de la comunidad aconsejan su traslado a Lazkao
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Marcos y Lucas se hacen eco en sus evangelios de esta sentencia: “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz”. Y así ha resultado. Una indiscreción intra muros de una casa hermana ha desvelado una información que, si bien ya estaba hablada con el obispado de Vitoria hace meses, preferían mantener discretamente hasta no ir cerrando flecos.
La fiesta de Estíbaliz, patrona de la Diócesis de Vitoria y de la Provincia de Álava, podría ser la fecha definitiva para el adiós de la presencia benedictina en el Santuario.
La comunidad actual compuesta por tres frailes de avanzada edad ha comenzado esta semana “las conversaciones en serio” en palabras de su portavoz, Emiliano Ozaeta. La edad y salud de los miembros de la comunidad aconsejan su traslado a Lazkao, la comunidad hermana en Gipuzkoa, con la que han tenido muchos vínculos.
Febrero de 1923 es la referencia de inicio de la presencia benedictina en el Santuario de Estíbaliz. Aunque en enero de ese mismo año el P. Alfonso Andrés, mayordomo de la Abadía de Silos, y el P. Sabino Olalla, profesor de moral, se trasladaron hasta el cerro para ir preparando la llegada de la comunidad que se completaría con los Padres Fructuoso Nieto, David Arnaiz, Pablo Garía y los Hermanos Eugenio Gutiérrez y José Beitia. Tendría que pasar un año más hasta que los benedictinos estrenarán el nuevo monasterio.
La solicitud de una comunidad contemplativa para Estíbaliz fue idea del obispo Leopoldo Eijo y Garay, quien quiso tenerla ya instalada para la celebración de la Coronación Canónica fijada para el 1923.
Justo casi cien años después parece cerrarse la historia de la presencia benedictina en Estíbaliz. Curiosamente, este lugar que fue oblatorio de nuevas vocaciones benedictinas no se ha visto beneficiado de las pocas nuevas incorporaciones que la orden haya podido tener en estas épocas de sequía vocacional.
A lo largo de estos cien años de presencia benedictina son muchas las actuaciones e iniciativas tomadas por la comunidad que han dado vida y realce al lugar. Así desde las primeras obras para completar el monasterio y ampliar la basílica, el acondicionamiento del entorno y la última gran obra del Centro de Acogida y el centro de interpretación del románico en Álava.
Otros legados de los benedictinos son por ejemplo la revista “Estíbaliz” que comenzó a publicarse en 1941; o la biblioteca cuyos fondos tendrán que decidir su destino final ahora.
La comunidad de Estíbaliz ha ido viviendo diversas etapas en cuanto a sus niveles de autonomía y gestión. Así en la primera década fue ascendida a Priorato Simple. En 1955 obtuvo la independencia de la Casa Madre de Silos pero en 1963 el monasterio pasó a estar ligado a la comunidad de Lazkao, en Guipuzcoa. Así se mantuvo hasta el año 2000 cuando adquirió la independencia de Lazkao.
La atención pastoral de los benedictinos no se centró solo en el Santuario sino en los pueblos de la zona, los que han atendido hasta el final.
Estíbaliz y los benedictinos han sido también una referencia para la promoción del euskera y la liturgia, especialmente a raíz del Concilio Vaticano II y el impulso de las lenguas vernáculas. (entrevista al P. Agustín que falleció en julio del 2021)
La Cofradía de la Virgen de Estíbaliz, patrona de la Diócesis y la Provincia de Álava, ha contado con el apoyo ininterrumpido de la comunidad benedictina desde que en 1941 se empezara a gestionar dicho patronazgo.
Las fiestas patronales el 1 de mayo, Jornada de los Desagravios, y el 12 de septiembre con el día de las Estíbaliz han sido momentos de encuentro en romería de gran importancia y afluencia de público. Pero la devoción a la patrona no se ha quedado ahí, la iniciativa Bihotz Bihotzez ha convocado durante años a cientos de peregrinos llegados desde los cuatro puntos cardinales de la Provincia en marcha nocturna hasta el cerro.
Estíbaliz, y con el apoyo de los benedictinos ha sido un centro de espiritualidad ecuménico e interreligioso de referencia también.
La basílica románica ha sido el escenario de miles de celebraciones privadas y públicas, desde las innumerables bodas y bautizos hasta las jornadas de grupos, movimientos, asociaciones, agrupaciones de mil colores e identidades diferentes.
Tras hacerse eco de la indiscreción un medio de comunicación el obispado ha emitido una nota en la que señala que: “baraja varias posibilidades que sean una alternativa adecuada en este momento de remodelación y renovación de la Diócesis de Vitoria, la cual considera más vital que nunca la importancia de Estibaliz. Si durante siglos ha sido fuente de evangelización, con más razón ahora en nuestra sociedad secularizada ha de seguir siéndolo. Un santuario a la Virgen, gestionado por la vida consagrada, nos parece una prioridad pastoral y eclesial. La Diócesis seguirá haciendo todo lo posible por tomar la decisión más adecuada para el futuro y donde la pastoral diocesana de la Llanada Alavesa también tendrá mucho que decir en este proyecto así como la Cofradía. La colaboración entre distintos estilos eclesiales y variadas vocaciones en nuestra Iglesia diocesana encontrarán eco en el futuro proyecto de Estibaliz.
El próximo 12 de septiembre, festividad de la Virgen de Estíbaliz como patrona de Álava, el Obispo de Vitoria, acompañado por sus vicarios y responsables de la Zona Pastoral de la Llanada, presidirán una emotiva eucaristía de acción de gracias por estos casi 100 años de permanencia con la vista puesta en la nueva comunidad religiosa que custodie el complejo religioso ubicado en la localidad de Argandoña, en lo alto de su cerro, para seguir con la milenaria tradición de espiritualidad, cuidado y promoción de la devoción popular a la patrona de los alaveses.”
Non solum sed etiam
Aún no se ha escrito la última página de la presencia de los benedictinos en Estíbaliz. Mucho es lo que han dado y lo que, a lo largo de los años, han acumulado.
Tiempo habrá par escribir sobre ello, y sobre todo para descubrir si la Diócesis de Vitoria es capaz de ser creativa con este espacio que ha sido un referente de espiritualidad, ecumenismo, cultura, … de tantas cosas. Si luego se lo acaban quedando Los Legionarios de Cristo, el Opus o los Kikos, … que nadie se queje. Ahora empieza el tiempo de la lluvia de ideas, y que mejor que en tiempos de sinodalidad.
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