Mujeres “Babespean”, las que están al cuidado del prójimo Dr. Melendez: “centrar nuestra mirada no tanto en la enfermedad y sus signos, sino en la persona, la familia y los problemas que acarrea”
18 nuevos profesionales con capacitación homologada para trabajar en las tareas de ayuda y cuidado de personas dependientes en sus domicilio
no se trata de que "la mujer" huya de esa responsabilidad sino que "el hombre" la asuma de igual manera
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Finaliza el primer curso de cuidadores a domicilio con formación específica de acompañamiento y cuidados paliativos. Berakah y la Asociación Babespean han colaborado para capacitar a estas personas con el objetivo de trabajar como cuidadoras en domicilios.
Este viernes 18 mujeres lograrán su acreditación que les permite buscar una oportunidad laboral en el mercado de la atención domiciliaria.
Berakah lleva muchos años trabajando con centenares de personas y familias con la vista puesta en la inserción laboral, especialmente migrantes llegados de Latinoamérica y África. Así, estos beneficiarios profundizan enormemente su proceso de integración en la sociedad y se alejan del riesgo de exclusión que acecha sobre los extranjeros que llegan a Vitoria-Gasteiz.
Durante cinco semanas, Berakah y Babespean han realizado una formación conjunta encaminada a capacitar a estas mujeres como cuidadoras en domicilios, con formación específica en cuidados paliativos para aquellas personas que se encuentran en la fase final de su vida. Desde el servicio de Orientación Laboral de Berakah, concienciados de la necesidad de muchas familias de encontrar personal cualificado para este trabajo, se quiere dar a conocer la disposición de estas 18 nuevos profesionales con capacitación homologada para trabajar en las tareas de ayuda y cuidado de personas dependientes en sus domicilios. La selección de la persona cuidadora estará asesorada en todo momento por un equipo de orientadores tanto de Berakah como de Babespean.
Esta ha sido la primera promoción del curso y ha contado con mucha más demanda de alumnos, pero por razones de organización interna, de seguridad sanitaria y de aforo, muchos no pudieron acceder, por lo que en breve se dará a conocer la convocatoria de nuevos cursos.
Tanto para pedir un cuidador en domicilio como para quienes quieran inscribirse en una nueva tanda de capacitación, pueden escribir a programaberakah2006@gmail.com o llamar al teléfono 945 98 00 01 en horario de mañana.
Babespean
Babespean surge del programa Vivir con Voz Propia (VVP), donde un grupo de profesionales llegados desde la atención sanitaria, social y comunitaria han promovido el movimiento “VITORIA – GASTEIZ CIUDAD COMPASIVA”.
La Asociación Babespean nace en Vitoria – Gasteiz en mayo de 2020 con la intención de mejorar la atención de las personas con enfermedad avanzada que necesitan cuidados paliativos en su propio domicilio o bien en un centro asistencial al estilo Open Hospice, para ayudar a sus familiares durante el acompañamiento y en el duelo, así como promover la formación e investigación en cuidados paliativos. Miembros del equipo de VVP junto con otros profesionales componemos este nuevo equipo Babespean – La Casa del Cuidado.
Hablamos con uno de los componentes de esta asociación y formador del curso, el Dr. Alberto Melendez (Médico especialista en Medicina de Familia y Comunitaria, Master en Medicina Paliativa)
¿Cuál es el perfil de las alumnas?
Son mujeres de mediana edad, en su mayoría magrebíes, con muchas ganas de incorporarse al mercado laboral y al mundo social de Vitoria-Gasteiz
¿La mujer está siempre más capacitada para cuidar?
Más bien diría que la mujer está socialmente más obligada a hacerlo, y por eso ha desarrollado más habilidades. Así ha sido en nuestra sociedad de forma injusta. Y ahora, a mi juicio, no se trata de que "la mujer" huya de esa responsabilidad sino que "el hombre" la asuma de igual manera. Somos los ciudadanos los que como comunidad tenemos la responsabilidad de cuidar.
¿El hecho de ser inmigrantes podría dar la imagen de que su bagaje previo de conocimientos sea más limitado y su formación más lenta o costosa?
Al contrario. Muchas de ellas nos superan en formación y experiencia lo que pasa es que no pueden tener homologados sus títulos. La única limitación puede ser el idioma, superada por el gran interés y por las ganas que ponen.
Cuando hablamos de una formación en cuidados paliativos ¿De qué estamos hablando exactamente? ¿Qué habilidades han adquirido estas personas frente a quienes no han recibido esta formación?
La especificidad del curso es que hemos podido hablar de la posibilidad de que las cosas no vayan bien, de que la persona a nuestro cuidado puede estar afrontando su última etapa de su vida. Entonces aparecen necesidades de otro cariz, como hablar de dónde quieren que sea esto, fijar objetivos de confort, hablar de alimentación, hidratación... Se habla de centrar nuestra mirada no tanto en la enfermedad y sus signos, sino en la persona, la familia y los problemas que acarrea la enfermedad.
Quizá una pregunta que pueda ayudar a valorar la capacitación de estas personas podría ser, ¿pondría a un familiar suyo en manos de estas mujeres?
Jajajajajaja. Por supuesto.
Y no puedo evitar, dada su condición de especialista en Cuidados paliativos, preguntarle ¿qué opina de legislaciones como la española que prima la eutanasia frente a los cuidados paliativos, que legisla antes la eutanasia que los cuidados paliativos?
Bueno, ante el sufrimiento del otro a uno le brota la necesidad de ayudar. Eso es universal. Quien no conozca los cuidados paliativos puede pensar que la única manera de acabar con el sufrimiento es acabar con la vida. Por eso reclamamos que se conozcan, que se difundan, que todo el mundo tenga acceso. Pero también asumimos que hay personas que no aceptan estos cuidados. Creo que no es muy coherente, después de tantos años de pedir regular los cuidados paliativos, que ahora haya tanta prisa por regular la eutanasia. Desde luego el sufrimiento requiere un abordaje global, donde la presencia es tan importante, o más, que los tratamientos. Y los cuidados paliativos han demostrado ser lo más efectivo y eficiente. No desarrollarlos al máximo es, cuando menos, una irresponsabilidad.
Alumnas
Houda y Mariam, son madre e hija, llegadas desde Marruecos. Para Houda ayudar a los demás es parte de su forma de ser “me gusta mucho, mucho, mucho ayudar a otros”. Mariam ha aprovechado a acompañar a su madre en este curso, para labores de traducción y para complementar sus estudios de la ESO con una formación que le ha resultado muy interesante “hemos aprendido lo importante que es conocerse a una misma para poder ayudar a los demás”.
Para ellas, que son de religión musulmana, aunque la muerte, en el islam, es un tema que “no se anticipa” y al enfermo se le procura dar paz sin más referencias, son conscientes que hoy la ciencia puede hablar del final de la vida con anticipación y dar paso a los cuidados paliativos de los que les han hablado en el curso.
Houda está ilusionada con la posibilidad de trabajar cuidando a personas y muestra con orgullo su primer diploma en la vida.
Non solum sed etiam
Desde que conozco Berakah algo que he podido comprobar es lo gratificante que es ver rostros felices porque se les dan oportunidades, porque se les acepta como son, porque se comparte con ellos un poco de tu vida.
El 5 de diciembre se celebra la Jornada del Voluntariado, donde se recuerda a los que han descubierto que hay más gozo en dar que en recibir.
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