Ante el fallecimiento de Juan María Uriarte Monseñor Uriarte, un pastor, un pacificador
Y me dijo: “De momento no puedo decirte nada"
“Ninguna idea, ningún programa, ninguna teoría política merecen el sacrificio violento de una sola vida humana”
Un cordial abrazo es el último recuerdo que conservo de Juan María Uriarte
Que la paz que predicaste te acompañe para siempre
Un cordial abrazo es el último recuerdo que conservo de Juan María Uriarte
Que la paz que predicaste te acompañe para siempre
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Estos días serán muchos los artículos que recordarán la figura y la biografía de Juan María Uriarte por ello no me voy a centrar en ello sino en el pequeño trato que he llegado a tener con él. Este se remonta a 1998 cuando se empezó a filtrar que el Gobierno le había pedido que interviniera en la mediación con ETA.
Recuerdo que tras un viaje a Roma Uriarte tenía comprometida una conferencia en el Seminario Diocesano de Vitoria. Al finalizar la misma pude retirarme con él a una de las aulas del Seminario y le dije, me piden de Vida Nueva que le pregunte por su posible mediación entre el Gobierno y ETA, por eso traigo dos cuestionarios, uno con este tema y otro con su conferencia y visita a Roma. Y me dijo: “De momento no puedo decirte nada. Te contesto a los segundo”. Pocos días más tarde aparecieron unas declaraciones suyas en el Diario Vasco.
Más tarde he coincidido con él y me ha saludado siempre con afecto, y recordando aquella anécdota me ha insistido casi a modo de disculpa, “aquel día no podía decir aún nada”.
Si por algo creo que será recordado siempre Uriarte es por su defensa incondicional por la paz.
A las nueve meses de tomar posesión de la diócesis de San Sebastián escribió una carta pastoral titulada “Renovarse y pacificar” en la que alababa la labor pastoral de su antecesor, monseñor Setién y en la que hacía una radical condena del terrorismo de ETA. “Ninguna idea, ningún programa, ninguna teoría política merecen el sacrificio violento de una sola vida humana”, decía en la carta. Hablaba de “puentes”, de “diálogo”.
La pacificación ha sido una “obsesión” en la vida de monseñor Uriarte. Ha sido llamado en infinidad de ocasiones para dar conferencias, el 99% de ellas para hablar de “su tema”, la pacificación.
En mayo de 2012 estuvo en Vitoria-Gasteiz en unas jornadas del Instituto de Vida Religiosa (INVIRE) organizadas conjuntamente con la Facultad de Teología en el Seminario Diocesano. Allí Uriarte dijo “los pilares de la paz son la justicia y el perdón”. En aquella conferencia puso en valor la importancia de las personas como agentes de pacificación en el País Vasco. Haciendo una mención especial a las mujeres, “suelen ser ellas las primeras en dar pasos en ese camino.” dijo.
La última vez que coincidí con él fue en marzo de 2019 en las jornadas tituladas “La Iglesia frente a la violencia de ETA” organizadas por la Pastoral Universitaria en el Campus de Álava de la UPV/EHU. Un cordial abrazo es el último recuerdo que conservo de Juan María Uriarte.
Que la paz que predicaste te acompañe para siempre. On Juan Mari Goian bego!