El próximo 30 de enero el misionero y artista vasco Félix Fernández de Romarategui, o como todos le llaman, Peli, cumplirá 100 años, de los cuales 33 los vivió como misionero en Ecuador.

Este viernes se ha inaugurado una exposición fotográfica que hace una retrospectiva por las más de 180 obras de este artista. Una obra que se localiza fundamentalmente en Ecuador y País Vasco, aunque también hay obras suyas en Perú, Japón y Valencia por ejemplo. 

La exposición no solo recoge imágenes de su obra sino que expone algunas de las herramientas con las que Peli ha trabajado para construir sus enormes murales, como el del Santuario de Urkiola.

La inauguración iba a ser presidida por el obispo de Vitoria quien no ha podido hacerlo por haber dado esta mañana positivo en COVID, no obstante ha estado el Vicario General, Carlos García Llata y también se ha hecho presente monseñor Segura, obispo de Bilbao, quien además, conoce las misiones vascas muy de cerca ya que trabajó en Cáritas Ecuador durante muchos años. Por otro lado es, por rotación, el obispo responsable de las Misiones Diocesanas Vascas en estos momentos. 

También han estado representadas instituciones como el Ayuntamiento con la figura del Alcalde, Gorka Urtaran y por la Diputación, Cristina González.

Peli ha estado presente en la inauguración donde se ha mostrado emocionado y agradecido.

El centenario de Peli Romarategui está siendo un acontecimiento en Ecuador donde desde hace meses se suceden los actos de homenaje y reconocimiento. Recientemente se han recuperado el mural y la vidriera de la iglesia de Pedernales que quedaron destrozados en el terremoto de 2016 y cuya restauración ha sido supervisada en la distancia por el propio Peli. 

El 5 de julio de 2018 tuve la oportunidad de entrevistar a Peli donde hacemos un repaso por su biografía y su obra.

El 27 de noviembre del año pasado se le rindió un homenaje y se descubrió una placa en la ciudad de Bahía de Caráquez.  Un resumen de aquel acto se ha editado en un video. 

Non solum sed etiam 

Es un orgullo conocer a una persona como Peli Romarategui y poder hoy hacerme eco de su centenario. Siempre quedará su obra y su testimonio de sencillez y humildad que lo hace más grande todavía. La recuperación del mosaico de Pedernales ha sido todo un símbolo, no solo para la comunidad ecuatoriana, sino para toda la Iglesia, un símbolo que nos habla de levantarse tras la caída, de resucitar con el trabajo de todo