Un gobierno que tiene como objetivo servir tiene que basar su acción en el respeto hacia los demás Gobernar con respeto desde el bien común ¿qué significa?
"Los tres ejes que debería desarrollar el nuevo gobierno de España, el primero sería el diálogo, el segundo la coherencia y el tercero el respeto hacia los demás"
"La Constitución salvaguarda, sin ninguna duda, el trabajo de servicio que un Gobierno debe de ejercer cuando es elegido para gobernar"
Este artículo responde al último de los tres ejes que debería de desarrollar el nuevo gobierno de España, el primero sería el diálogo, el segundo la coherencia y el tercero el respeto hacia los demás.
En el puzle electoral de las elecciones del pasado mes de abril ningún partido ha logrado alcanzar la tan buscada mayoría absoluta, lo cual lleva a las fuerzas políticas a ejercer con mayor diligencia el respeto hacia quienes hemos votado, no hacia los partidos políticos con representación en el Congreso, que también, sino de manera especial a las personas que habitamos en España, hayamos ido a votar o no.
El Partido Socialista tiene una representación significativa y, por tanto, deberá liderar el nuevo gobierno; pero al mismo tiempo tiene un gran reto: gobernar con respeto.
El primer paso es tener muy claro que el respeto solo puede ejercerse si existe un convencimiento nítido de que el punto de partida es respetar nuestro marco legal, la Constitución.
La Constitución salvaguarda, sin ninguna duda, el trabajo de servicio que un Gobierno debe de ejercer cuando es elegido para gobernar. Nos posibilita vivir en democracia. Pero para que esto sea posible es preciso que exista lealtad. Gobernar no es fácil porque implica atender a las sensibilidades existentes; pero nadie, Gobierno y ciudadanía debemos olvidar que lo que nos hace ser personas democráticas es nuestra Carta Magna, sin Ella no hubiéramos avanzado y progresado como lo hemos hecho en España.
La configuración del nuevo Gobierno que, desde mi punto de vista, debería ser un gobierno monocolor ejercido por el Partido Socialista Obrero Español, tendría que apostar por ayudarnos a quienes formamos parte de España a tener la seguridad de un trabajo digno, porque el mismo es el fundamento de la dignidad de cada persona. Para que esto sea posible es imprescindible que se colabore activamente con el Tejido Empresarial, haciéndolo de una manera leal, no atacando al mismo sino buscando la colaboración activa y dinámica entre empresarios y Gobierno. Los sindicatos también tienen su responsabilidad por cuanto deben de atender a la realidad económica y social para conjugar derechos y obligaciones.
Pedro Sánchez puede tener el dilema de cómo configurar el Gobierno. Hay muchísima gente que piensa que hoy, a partir de las diez de la noche deshojará la margarita. Un Gobierno nunca debería plantearse de esta manera. El Gobierno que configure Pedro Sánchez tiene que ser el que impulse diálogo, coherencia y respeto; por esta razón su acción de servicio debe de basarse en estos tres ejes.
Los ciudadanos no hemos votado que Podemos y Partido Socialista Obrero España hagan un Gobierno de coalición. Ha dado la responsabilidad a Pedro Sánchez de articular un programa de gobierno que dialogue, que sea coherente y que dinamice el respeto. Estos tres ejes los tendrá que ejercer con todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso.
Desde mi punto de vista un Gobierno que coincida con estos parámetros siempre saldrá reforzado, si su intención es la de servir. Por esta razón los partidos que han quedado en la oposición, lo que deben de hacer es ejercer el diálogo, potenciar la coherencia y fomentar el respeto. El marco, obviamente, para todas las fuerzas políticas es la Constitución.
El Partido Socialista Obrero Español, con Pedro Sánchez, como cabeza visible, dispone de los suficientes diputados para sumar una verdadera voluntad de servicio a España con todas las fuerzas existentes, por esta razón el mensaje de los votantes es transparente y lo que están diciendo es que gobierne en solitario. De hecho la suma del PSOE y de C's da los números suficientes para gobernar; sin embargo lo natural y pertinente es que el PSOE desarrolle una actividad política de convivencia, y ejerza un Gobierno basado en los tres ejes que he señalado en los artículos de las tres semanas últimas, incluida la presente.
Le voy a regalar a Pedro Sánchez un párrafo de la Encíclica "Laudato Si", también lo hago al resto de los Partidos Políticos con representación en ambas Cámaras porque entiendo que el Bien Común es ejercer el diálogo, la coherencia y el respeto hacia cada ser humano, y por esta razón no podemos dejar fuera de la responsabilidad de servicio que asumen los políticos lo que este texto nos señala. Gobernar es servir a los demás.
" El ser humano, si bien supone también procesos evolutivos, implica una novedad no explicable plenamente por la evolución de otros sistemas abiertos. Cada uno de nosotros tiene en sí una identidad personal, capaz de entrar en diálogo con los demás y con el mismo Dios. La capacidad de reflexión, la argumentación, la creatividad, la interpretación, la elaboración artística y otras capacidades inéditas muestran una singularidad que trasciende el ámbito físico y biológico. La novedad cualitativa que implica el surgimiento de un ser personal dentro del universo material supone una acción directa de Dios, un llamado peculiar a la vida y a la relación de un Tú a otro tú. A partir de los relatos bíblicos, consideramos al ser humano como sujeto, que nunca puede ser reducido a la categoría de objeto. Pero también sería equivocado pensar que los demás seres vivos deban ser considerados como meros objetos sometidos a la arbitraria dominación humana. Cuando se propone una visión de la naturaleza únicamente como objeto de provecho y de interés, esto también tiene serias consecuencias en la sociedad. La visión que consolida la arbitrariedad del más fuerte ha propiciado inmensas desigualdades, injusticias y violencia para la mayoría de la humanidad, porque los recursos pasan a ser del primero que llega o del que tiene más poder: el ganador se lleva todo. El ideal de armonía, de justicia, de fraternidad y de paz que propone Jesús está en las antípodas de semejante modelo, y así lo expresaba con respecto a los poderes de su época: « Los poderosos de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. Que no sea así entre vosotros, sino que el que quiera ser grande sea el servidor » (Mt 20,25-26).
Un Gobierno nunca puede ser un reparto de carteras, es un ejercicio de servicio y como tal tiene que configurarse. Considero humildemente que Pedro Sánchez y el Partido Socialista se equivocarían si no configuran un Gobierno de estas características. Esto implica valentía y coraje porque supone tomar una decisión para gobernar cuatro años en solitario con espíritu de diálogo, con voluntad de ser coherente y con la grandeza de saber respetar. Gobernar no es cambiar cromos, es servir.